Ela Minus

Algunos de los discos revelación de la música electrónica del fatídico año pandémico tenían en común el anhelo del contacto humano y de la pista de baile, desde la soledad del claustrofóbico hogar. Fue el caso del recordado debut de fred again.., pero también del primer LP de Ela Minus. En “acts of rebellion” (2020), la colombiana Gabriela Jimeno, afincada en Nueva York, presentaba una colección de canciones realizadas con sintetizadores analógicos –algunos diseñados por ella misma– que transmitían sensaciones duales, tales como la frialdad del sonido coldwave unida a la calidez del house y el minimalismo en su silencio intersticial combinado con el ímpetu y la fuerza interna de los temas.

“UPWARDS”, tercer adelanto de su próximo álbum, “DÍA”, a publicar el próximo 17 de enero, la trae de vuelta reconocible en el paradójicamente humano sonido de su electrónica con espacio para la imperfección. Pero ahora, además, aflora un nuevo nervio representado por esos agudos y punzantes sonidos sintéticos y una euforia rítmica que hacen sonar a Ela incluso con más determinación que en su carta de presentación. De la producción se ha encargado ella misma, con la colaboración en la mezcla de Marta Salogni y en la masterización de Heba Kadry.

El vídeo de la canción, creado por Albert Estruch y Marc Sancho, de la barcelonesa firma Querida, transmite la sensación de vértigo con pocos medios. Una elegante Ela Minus, con un vaporoso vestido blanco, canta y baila junto a sus sintetizadores en el centro de una estancia rodeada por oscuridad y varias intermitentes pantallas, todo captado por una agitada y frenética realización. El pegadizo estribillo “I’d love to save you / but you’ve got to save yourself / I’d love to save you / but I’ve got to save myself, first”, con su sugerente voz y eufórica entonación, se repite una y otra vez y penetra como un sacacorchos en nuestro oído interno. Intercala en la letra un par de versos en español que, para cuando uno los ha querido capturar, la siguiente estrofa ya le ha pasado por encima. Una locura de pelotazo rompepistas que parece conminar a la resistencia individual, para que a nadie pillen desprevenido las espantosas curvas que se avecinan. ∎