Canción del día

Chappell Roan

The Giver2025
El (nuevo) mainstream era (es) esto. Foto: Ryan Lee Clemens
El (nuevo) mainstream era (es) esto. Foto: Ryan Lee Clemens

En el año transcurrido desde que se catapultó al estrellato mainstream, convirtiéndose por derecho propio en una main pop girl, Chappell Roan ha logrado algo en lo que muchos artistas fracasan: mantener una identidad distintiva mientras deja que su música evolucione. Tras alcanzar éxitos inesperados en los charts, como llevar al top de ventas del Reino Unido “Pink Pony Club”, una canción de hace cuatro años, la princesa del Midwest ha extendido su fenómeno al directo, reuniendo la mayor audiencia en un concierto diurno de Lollapalooza (¡de lo que será capaz en un par de meses en Primavera Sound!). Pero más allá del espectáculo, Roan ha sabido aprovechar su plataforma para abrir el diálogo sobre la salud mental en los artistas y abogar por reformas en la industria. Lo suyo no va de ser famosa, sino de seguir haciendo las cosas a su manera.

Algunos verán el reciente coqueteo con el country en su nuevo single, “The Giver”, como un movimiento calculado en pleno bum comercial del género. Pero Roan nunca ha sido una outsider en este universo. Nacida en Misuri, creció rodeada del twang, y su nombre es un guiño a la balada wéstern “The Strawberry Roan”, la favorita de su abuelo. El country, con su narrativa épica y su teatralidad innata, siempre ha estado en su ADN, tanto como el pop queer, extravagante y enérgico, que la hizo famosa. En lugar de sumarse a una tendencia, recupera un sonido que ha sido parte de su mundo desde hace tiempo, pero ahora con una perspectiva distintivamente queer.

“The Giver” es un honky tonk desenfrenado, rebosante de líneas de violín vibrantes, ritmos que invitan a calzarse unas botas altas y un swag que haría sentir orgullosa a Shania Twain. Chappell se mete de lleno en el personaje, entregando un himno pícaro y coqueto que subvierte los trillados clichés de género del country. La producción, a cargo de Dan Nigro –cómo no–, equilibra autenticidad y brillo moderno. Sus guitarras resonantes y sus gritos de bar rezuman tradición, mientras que la irreverencia y teatralidad de Roan lo traen al presente.

Como las mejores canciones country, “The Giver” brilla en el contraste: entre sinceridad y espectáculo, entre humor y corazón. Esto es country queer sin complejos, una visión del futuro del género: más salvaje, más extravagante y más libre que nunca. ∎

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