Vuelve Nacho Vegas y lo hace –noticia– abriéndole una rendija al optimismo. Hoy ve la luz “Alivio”, primer adelanto del próximo LP del músico asturiano, que saldrá a la venta en enero de 2026 de la mano de Oso Polita-Last Tour. Después del regusto amargo que nos dejó “Los años nuevos” (2024), la canción que compuso por encargo para la serie homónima de Rodrigo Sorogoyen, Nacho se redime con un single bello y filosófico, de una hondura literaria proporcional a su sencillez melódica. Y producido con acierto.
“Alivio” gira en torno a dos imágenes poéticas que se entrelazan y se superponen. Una, explícita: la belleza de un cormorán que planea bajo el agua y luego abre sus alas negras y funde su vuelo con el viento. La armonía con la naturaleza se impone a la del hombre consigo mismo mientras Nacho repite un estribillo con frases de cinco sílabas sobre una adictiva rueda de tres acordes en bucle: “No se detendrá, no lo hará jamás, es como el viento”. La otra es la idea de que solo hay consuelo en el hedonismo, invocación de William Burroughs (“quizás cualquier placer sea un alivio”). La belleza y el deseo como escapatorias de un mundo sostenido por la ternura, una constante de NV en esta nueva etapa que comenzó con el excelente “Violética” (2018) y que se afianzó con el notable “Mundos inmóviles derrumbándose” (2022).
La canción –que tomó forma en Barcelona junto a los habituales Hans Laguna, Cristian Pallejà, Ferran Resines, Juliane Heinemann y Joseba Irazoki– incluye un pasaje spoken word, casi rapeado, en el que se nos anuncia una epifanía clarividente: “Conseguí asumir la derrota al fin contra el tiempo / Lo que ni Sísifo ni Cristo en la cruz consiguieron”. Los pensamientos más oscuros –“este jamás saber cuándo quitarse de en medio” o “id cavando un zulo y que siga la fiesta”– se intercalan entre las imágenes de embeleso y arrebato de quien contempla una criatura casi mítica en la playa de San Lorenzo mientras se aferra mentalmente a la complacencia física y estética como única manera de estar en el mundo. La portada, de Candela Sierra –desde esta semana, Premio Nacional del Cómic 2025–, apuntala esta nueva iconografía de Nacho Vegas, con su particular jardín de las delicias.
El cantautor referencial de nuestra generación –cuando saque el disco cumplirá 25 años de travesía por cuenta propia– le superpone ahora una capa de belleza a su proverbial visión amarga del mundo. Será una rendija al optimismo, como decíamos, o será la lucidez de la veteranía. En todo caso, es un hallazgo feliz. ∎