“No deberíamos hacer canciones que no fueran de amor”

l verlas entrar en el local de su sello discográfico queda claro que Paola Rivero (guitarras), Alicia Ros (bajo y voces) y María Talaverano (teclados y voces) –las tres componentes de Cariño– no han permitido que el éxito se le suba a la cabeza. A pesar del vaivén constante de estos días por la promoción del nuevo disco, mantienen ese carácter espontáneo que se deduce de su música. El vínculo entre ellas es sólido y a veces da la sensación de estar charlando con un grupo de amigas en lugar de con una formación que ha tenido una repercusión destacable, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Su nuevo álbum, “TANTO POR HACER” (Sonido Muchacho, 2024), es el tercero de su carrera, ese que siempre suele obligar a replantearse el camino. Ellas han optado por establecer una sonoridad más variopinta y revestirla de cierta madurez. Sus temas siguen girando en torno a los altibajos de sus romances, pero ahora acompañados de una instrumentación que también sirve como representación de esos sentimientos. Hay baladas de piano, temas pop, inmersiones urbanas y pinceladas electrónicas.

Para dar forma a su nueva perspectiva han contado con el argentino Luis Lamadrid, colaborador entre otros del rapero Dillom, y con el chileno Lucas Solovera “El Malamía”, quien ha trabajado junto a Javiera Mena o Camila Moreno. En los créditos también aparecen nombres como Alba Moreno o “Harto” Rodríguez. Todos participan para componer un collage en el que es reconocible la forma de hacer de Cariño pero que también manifiesta cierta inquietud por evitar caer en la monotonía.

Todo ha ido muy rápido en Cariño. Con el disco nuevo, ¿os habéis podido tomar las cosas con más calma?

Paola: Hemos parado un poco. Tocamos, pero mucho menos para así poder tener como tiempo para componer.

Alicia: Y desde que terminamos el disco hasta que empezaba la gira, hemos tenido bastante trecho y nos ha dado para mucho. Yo he recuperado a mis amistades y he podido tener una vida más normal.

¿Teníais el propósito de hacer un disco más relajado?

Paola: Sí, hemos crecido un poco. Necesitábamos bajar los BPM y cantar y tocar de un modo más relajado. Hacer algo más calmado era una de las primeras premisas que teníamos cuando nos planteamos qué disco nos apetecía. Queríamos probar.

Alicia: Al final de la gira anterior ya habíamos llevado a Zazo a los teclados y Cham a la batería y ya habíamos probado a hacer canciones como baladas, así que estábamos en ese punto experimental con lo lento. Y un poco más tristes de lo normal. Nos ha salido un disco más pausado.

¿Por qué más tristes de lo normal?

Paola: Nos hemos sentado y hemos reflexionado sobre de qué queríamos hablar como banda y, personalmente, en qué punto estamos y cómo queríamos contar las cosas. Y todo eso ha obligado a sacar un poco de tripa. Y por eso igual es un poco más nostálgico. Uno de los retos que teníamos con los productores era llevar la música con las letras. A veces las canciones que hacíamos eran supertristes, pero la música era algo alegre. Entonces daba un sabor agridulce. Este disco es más melancólico porque acompaña con música, hay acordes menores.

Alicia: Nos encontrábamos en un punto como el que representa la portada: hay dos realidades respecto al grupo. Había muchas ganas de hacer un disco. Como había que seguir para adelante y a la vez estábamos cansadísimas de girar y de hacer música y de entrar en la rueda y la industria, pues nos encontrábamos con esas dos visiones respecto al grupo, que yo creo que bajó un poco las pulsaciones. Y, aparte, la vida personal de cada una.

“Nada importa tanto” es el tema que abre el disco y también fue el primer adelanto. Habéis dejado claro desde el principio que había un cambio.

Paola: Por lo que contaba, la canción es el pretexto del disco. Nada importa tanto y lo que importa realmente para nosotras es poder pasar tiempo con las personas a las que queremos. Ese es un poco el mantra. Lo queríamos utilizar como carta de presentación de este álbum para poder contar las cosas que venían después.

Al profundizar en el LP, y sin perder vuestras señas de identidad, se detecta que hay una importante amalgama de estilos. ¿Qué papel han tenido Luis Lamadrid y “El Malamía”?

Alicia: Creo que también son autores de este trabajo. Para empezar, no hubiésemos hecho este disco, sino el que ya teníamos preparado antes.

Paola: Sí que es verdad que toca muchos estilos, pero yo también me he dado cuenta de que cuando nos juntamos las tres en el estudio lo que sale tiene el toque cariñil.

¿Había ya un álbum previo?

Alicia: Cuando nos reunimos con ellos la primera vez teníamos una carpeta con nuestras doce canciones y luego las escuchamos con ellos, nos hicieron un poco de psicólogos y nos preguntaron “¿cómo estáis?, ¿qué queréis?”. Entonces nos vino esta visión un poco melancólica de lo que va el tener un grupo. Vimos que esas canciones no servían para el momento en que estábamos, se quedaban en una sensación antigua. Se han recuperado algunas, pero servían para contar lo mismo de siempre y queríamos contar algo nuevo.

Paola: Pero las que se han recuperado las hemos tenido que rehacer para que hubiera una coherencia sonora en todo el trabajo. Casi hacemos dos discos, por eso se tardó tanto.

Se puede esperar un cofre de rarezas de Cariño…

Paola: Como abramos la caja de Pandora…

Alicia: Hay muchas canciones guardadas desde el principio. Producidas y mezcladas. Yo no descarto sacarlas.

¿Han sido los productores los que han tirado de vosotras para tocar tantos palos o a la inversa?

Paola: Han sido decisiones compartidas, un campo de batalla, sin ser agresivo, pero ha sido ir compartiendo ideas y ellos también han ido siendo partícipes de todo el proceso.

Una de vuestras primeras canciones fue una versión de “Llorando en la limo” de C. Tangana. Y ahora volvéis a contar con Harto, uno de sus productores, que participa en “Veneno” o “No me convengo”. ¿Es el responsable de vuestra vertiente más urbana?

Paola: Harto ha estado presente a lo largo de todos estos años. Fue de los primeros productores con los que contamos y también ha trabajado en algunas de las canciones que no han salido nunca. Pero el toquecillo urbano lo da María.

María: Nooo… qué va… pero ¿dónde está lo urbano?

Alicia: Para mí, hay muchas cosas urbanas.

María: La de “Veneno”, por ejemplo, yo la he hecho normal, en pop. Yo lo único que hago es que a veces las compongo en unos acordes y luego digo “pues a este lo meto un reguetón” o algo así.

Alicia: Para mí hay algo en la melodía de voz que me recuerda al urbano…

María: La de “Y yo que pensaba”, esa sí. Está inspirada en “LA CANCIÓN”, de J Balvin y Bad Bunny. A mí me interesa mucho cómo frasean y que cambien tanto las dinámicas. Eso es lo que yo puedo aportar, porque de sonido no aporto nada.

Paula: Es que cuando nos juntamos en el estudio cada una aporta su cosa, entonces acaba siendo una mezcla rara. Evidentemente tiene urbano porque María tira por ahí, es como ve la música ella.

María: Pero yo creo que hago pop sobre todo…

Y luego de pronto aparece una balada de piano como “Siempre pierdo todo”.

Paola: Al principio esa canción sonaba a nuestro primer disco. La letra y todo te llevaba a ese sitio. Si le metías un ritmo o una guitarra, porque esta tenía guitarra y batería al principio, era full movida. Se salía un poco del esquema sonoro que teníamos. Entonces Lucas y Luis propusieron unos pianos y nos hizo bastante gracia porque en el directo, gracias a Zazo, vacilábamos con tocar algunas canciones a piano. Y nos hacía gracia la ironía de llevarlo por ahí.

De ahí al UK garage de “Puesta de sol” hay un trecho…

Alicia: Esta fue una maqueta que hicimos los primeros días con Lucas y Luis, pero nadie pensaba en ella. Era una idea que estaba ahí, pero que no tocábamos. Y el último día me salió una letra y ha entrado en el disco de milagro.

María: Como lo hemos hecho al revés en gran parte del álbum, que se ha hecho primero la parte instrumental y luego teníamos que escribir, pues a mí por ejemplo si no me inspira una emoción es raro. Cuando compongo voy poniendo acordes hasta que encuentre algo que me inspire, y aquí era el revés.

Alicia: Aunque ha sido positivo para que tenga más consonancia lo que está diciendo la canción con lo que dicen los instrumentos. Pero sí, ha cambiado mucho la forma en la que lo hemos hecho; antes era al revés: María o yo llevábamos unas letras con un poco de melodía y luego con Paola lo cerrábamos todo.

Es difícil de creer lo que cantáis en “No quería escribir de amor”…

María: Es un tema del que siempre se habla. Me siento muchas veces forzada a no hablar de eso, pero al final para mí tiene muchos puntos de vista, cada vez más.

Alicia: Yo creo que Cariño no debería hacer canciones que no fuesen de amor.

Paola: Si buscas, en todas las canciones siempre hay un poquito de amor o de cariño. Pero no de amor romántico…

Alicia: Amor en general, del sentimiento.

María: Igual parece que siempre es sobre el amor de pareja, pero no.

Además de los diferentes nombres en la producción, hay colaboraciones con Daniel Daniel, con Alba Moreno… ¿Queríais exponer talentos o conseguir ideas para el proyecto?

Alicia: Antes de dar con Luis y Lucas estuvimos probando con Alba, con Sr. Chen, con Harto… Estuvimos haciendo canciones con todo el mundo, probando a ver qué nos salía y poniéndonos en el ejercicio de crear algo un poco diferente. La de Alba venía de la propia Alba, y la de Daniel Daniel de que era mi compañero de piso y le dije “ven y ayúdame”.

María: Siempre hemos tenido más hermético el tema de las letras porque lo preferimos hacer nosotras, y está bien que lo hayamos abierto.

Paola: Bueno, ¡que canta tu madre en este disco!

María: El estribillo de “No quería escribir de amor”. Le mandamos un audio en plan “¡que no se nos ocurre nada para esto!” y ella en un segundillo…

Alicia: No podíamos cerrar el estribillo, que realmente era una tontería, pero es que estábamos completamente bloqueadas y eran los últimos días grabando voces. Y llamamos a su madre y lo arregló.

¿El cambio de tono que hay en el disco se traduce también en el escenario?

Alicia: Se parece al de la pasada gira, al del escenario con las nubes, porque somos los mismos, nosotras tres con Cham a la batería y con Zazo los teclados. Y, de hecho, todo el directo lo hemos construido con ellos.

Paola: La intención, al ser un disco mucho más orgánico, es tocarlo tal cual al directo, que también es un reto. Al principio nosotras estábamos con una caja de ritmos en el escenario, así que vamos avanzando.

¿Madrid es un ecosistema que facilita la irrupción de una banda de pop como la vuestra?

Alicia: Nacimos en un momento muy favorable para tener una banda de pop en Madrid porque veníamos del Contempopránea, del pop más underground, de los grupitos de Elefant, y en Madrid esa escena se estaba abriendo cada vez más, le gustaba cada vez a más gente y se hacía más grande. Nosotras nacimos en ese pop underground; siento que esa escena se ha hecho más grande y han entrado un montón de grupos más, pero creo que Carolina Durante y Cariño nacieron de Axolotes Mexicanos, que para mí son los padres de ambas bandas.

¿Os sentís cómodas con el rol de promotoras de la diversidad?

Alicia: No creo que sea una cuestión de tener ningún papel. Ser una formación queer a la que le ha ido bien puede hacer que alguien de la misma condición y algo reprimido pueda pensar que también le puede ir bien haciendo música…

Paola: En los conciertos es muy guay cuando nos llega la gente y nos dice “he salido del armario como bisexual”. Es muy guay porque yo recuerdo que de pequeña, como no tenía referentes y mucho menos en la música porque nadie hablaba abiertamente de su sexualidad en los escenarios, eso era un tema tabú. Creo que no tenemos ese peso, porque es algo natural en nosotras, pero sí que nos gusta mucho poder ayudar en ese sentido.

¿Os ha generado rechazo alguna vez la etiqueta de tontipop?

María: A mí incluso me gusta, pero es muy reducido porque hacemos muchas más cosas. De hecho creo que el tontipop es música mucho más inteligente de la que hacemos normalmente.

Alicia: Creo que hay que conocer el género tontipop, que, vuelvo a decir, viene de los grupos de Elefant de los noventa y de los dosmiles.

Paola: No renegamos del tontipop en este disco, pero simplemente nos hemos alejado un poco por lo que escuchamos y porque han pasado años. Pero nos sigue gustando todo eso.

Alicia: Y queríamos probar algo nuevo, también por experimentar.

María: Siempre pienso que es mejor ser tontísimo. Cuando me preguntan algo, digo “soy inculta, no me rayéis”. Salgo a la calle para pasarlo bien, para ver otras cosas.

Alicia: Yo creo que la genialidad viene un poco de no ponerse muchas trabas intelectuales. Te atreves a decir muchas más cosas y a veces son demasiado tontas y a veces son genialidades. “Movidas” (2018) me parece el disco más tontipop y tiene genialidades.

Paola: Yo siento también que este disco nos ha cogido convirtiéndonos en adultas, para lo bueno y para lo malo. Llega un momento en el que te das cuenta, aunque esto hay que cogerlo con pinzas, de que todo es mentira, que lo que pensabas cuando eras pequeña de lo que era ser adulto es completamente diferente.

Alicia: Yo es que no me imaginaba adulta. También yo tenía unos padres que no había donde agarrarse (risas).

¿Os imagináis Cariño cuando tengáis 35 o 40 años?

Paola: ¡No queda nada!

Alicia: Con 35 sí que me lo imagino. Con 40 igual ya no. En ese momento me veo descansando un tiempo.

Paola: En los referentes que tenemos de la música de antes no era todo tan rápido como es ahora. La gente hacía giras, luego paraba, hacía un disco… Pero ahora hay artistas que hasta sacan tres discos en un año. Y yo con 40 años no me imagino siguiendo a este ritmo.

Alicia: A mí me encanta alguien tipo Liza Minnelli, que saca un disco y no hace gira. Simplemente hace canciones y cuando le da para un disco, lo saca.

¿Os han cansado las giras?

Alicia: Mucho. Y eso que ahora mismo trabajamos a un nivel mucho más cuidado y con un equipo más grande sin que caiga toda la responsabilidad en nosotras. Pero sí, nos hemos metido mucha tralla.

¿A qué atribuís el buen recibimiento que tenéis fuera de España?

Paola: Pues yo creo que Elefant nos ayudó mucho. De hecho, nos ayudó a editar un primer disco en Japón, nuestro primer disco, uno de los hitos más guays que tenemos. Y ellos tienen mucho público en México, que eso ayuda mucho.

Alicia: El éxito de fuera viene todo desde México, y al festival Coachella fuimos porque el programador era mexicano. Sabía que en México encantaba Cariño y que iban a ir muchos mexicanos al festival.

Paola: No lo sé realmente. Siempre podemos sacar todas las teorías del mundo, pero no lo vamos a saber.

¿Quizá se deba a que promovéis algo espontáneo, una llamada a disfrutar?

Alicia: Es que el pop va de eso. El pop va de que quien te escuche conecte totalmente y piense que estás hablando de él y de su vida.

¿Tenéis la sensación de que con lo bien que ha ido en poco tiempo con Cariño tenéis tiempo ahora para contemplar las cosas con más perspectiva?

Paola: Yo creo que sí. El disco anterior nos dio muchas oportunidades y nos abrió muchas puertas y eso nos ha permitido relajarnos un poco.

Alicia: Yo creo que viene lo más difícil, que es mantenerse. ∎