Janelle Monáe

Janelle Monáe, al igual que otras divas de su alrededor, ha impulsado su identidad artística valiéndose de un fornido imaginario visual. Desde su último lanzamiento, “Dirty Computer” (2018), que además coincidió con su salida del armario como pansexual, la cantante ha fortalecido su volumetría sexual y propagado su lujuria a los cuatro vientos. Ahora lo lleva a un estadio superior con un disco de inequívoca nomenclatura, “The Age Of Pleasure”.

Antes de su salida el próximo 9 de junio, la artista lanza este primer adelanto que llega acompañado por un clip de alto voltaje sexual dirigido por ella con el respaldo de Alan Ferguson. Tras previa certificación de mayoría de edad en YouTube, se puede acceder a esta bacanal erótico-festiva de una Monáe dando rienda a sus fantasías concupiscentes tras un despertar “Blancanieves”. Una orgía de formato cuadrado en la que la cantante se abraza a un imponente trasero, cuando no está ocupada lamiendo un zapato, besándose con otras chicas, posando en toples, involucrada en juegos que estremecen la entrepierna, enredada en símbolos de conjetura sexual nada velados o chorreando libido en otras posturas de la fiesta que transcurre en una finca con su pertinente piscina.

Si en lo musical se deja apretujar por ritmos jamaicanos, en la parcela estética bascula entre el impulso febril de los vídeos calenturientos del hip hop y el dancehall –con alguna similitud estética con el de “Why Don’t You Love Me”, de Beyoncé– y cierta aureola del porno vintage que Paul Thomas Anderson recuperó en su segundo largometraje, “Boogie Nights” (1997). Tanto el formato de encuadre elegido como ese look simulado de Super-8, más toda la carga lasciva, evocan cierta imaginaria erótica añeja.

Un tórrido visionado, cuya temperatura corporal supera con creces a los de “Make Me Feel” y “PYNK”, que sirve de jugoso preliminar de este disco que promete devolver a la de Kansas City a los puestos altos de la tabla del R&B y el pop contemporáneos. ∎