Enfrentando retos creativos.
Enfrentando retos creativos.

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Tarta Relena

La música del oráculo

Fotos: Marina Tomàs

26.11.2024

Tras revolucionar la tradición oral mediterránea, en su segundo disco, “És pregunta”, Marta Torrella y Helena Ros desafían los límites del folclore con una electrónica que invoca lo experimental. Un nuevo trabajo en el que reflexionan sobre el destino, las preguntas sin respuesta y el pensamiento trágico. Conversamos con ellas sobre los retos creativos detrás del disco, sus exploraciones sonoras y cómo reimaginan las tradiciones en un mundo en constante cambio.

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an pasado tres años desde que el dúo barcelonés Tarta Relena cautivara a la crítica y al público en “Fiat Lux” (The Indian Runners-La Castanya, 2021) y su innovadora reinterpretación de la tradición oral mediterránea. Con una visión que mezcla lo antiguo y lo moderno, Marta Torrella y Helena Ros transforman la tradición en un diálogo vibrante con la electrónica, el pop y la experimentación. Su trabajo ha desdibujado fronteras entre géneros, épocas e identidades, presentándose como un proyecto en constante evolución que desafía etiquetas y abraza la diversidad.

Ahora, con “És pregunta” (Latency, 2024), su segundo disco de larga duración, Marta y Helena vuelven a desafiar las convenciones, explorando las complejidades del pensamiento trágico. Este nuevo trabajo, producido íntegramente por ellas mismas, invita a reflexionar sobre el destino, la búsqueda de conocimiento y la dificultad de integrar versiones futuras de nosotros mismos, temas que resuenan en un mosaico de idiomas –catalán, castellano, latín, ladino e italiano– y en un enfoque sonoro que fusiona las voces humanas con la electrónica de vanguardia.

En esta entrevista, concedida en el patio interior de La Central del Raval, las barcelonesas reflexionan sobre la creación de este disco, las presiones y libertades de actuar en contextos internacionales y su constante búsqueda de puentes entre lo clásico y lo contemporáneo. También, sobre cómo su compromiso por preservar y reimaginar las tradiciones a través de su música sigue marcando una huella singular en la escena musical global. Un viaje por los límites de la música, donde el pasado y el presente se entrelazan para imaginar nuevos futuros. Una oportunidad perfecta para ponerse al día con su imaginario antes de la puesta de largo de “És pregunta” en Barcelona este jueves 28 de noviembre en L’Auditori.

“Tuba Mirum”, vídeo dirigido por Román Cadafalch.

Hace nada presentabais en primicia “És pregunta” nada menos que en el festival Unsound de Cracovia, habéis tenido vuestra instalación en el CCCB y también habéis pasado por la Fira Mediterrània de Manresa…

Marta: Es una época bastante intensa. En Unsound hicimos el primer concierto de este repertorio, de este nuevo disco, y fue muy guay. Nos daba bastante respeto porque es un festival que impone, pero a la vez nos hacía bastante ilusión. Actuamos en un escenario de club que sonaba increíble, todo petaba mucho con unos altavoces line array muy heavies. También nos adjudicaron horario a las nueve, como de prime time. Al final nos fue muy bien porque fue como una muy buena primera vez. Fue un contexto en que que sonaba muy bien y que sabíamos que iría genial, pero a la vez no teníamos esos nervios de cuando haces el estreno al lado de casa, donde sabes que vendrán todos tus colegas y familiares.

¿Sí? A ver, no soy músico, pero creía que sería todo lo contrario, que os generaría más respeto una meca de la música experimental como Unsound.

Marta: Sí, claro, nosotros al principio también lo veíamos así. Pero nos subimos al escenario y nos sentimos más desapegadas, ¿sabes? Como si la distancia nos permitiese actuar más, llevar más al extremo el paripé gestual, que siempre ayuda a sentirte más seguro sobre el escenario.

Helena: En cambio, si actúas delante de todos tus amigos o tus padres hay un punto de emocionalidad que…

Marta: Claro, que complica tener la mente más fría.

Helena: Te lleva a otro lugar. Empiezas a pensar más en quién está entre el público y cómo reaccionará ante lo que haces.

Lo que me lleva a la siguiente pregunta. El año pasado Carles Novellas entrevistó a Marina Herlop en Rockdelux y terminaban la entrevista hablando de vosotras y de cómo tenéis miedo a escuchar su música para no imitarla. Lo mismo le pasaba a ella con este disco que ahora estrenáis. ¿Lo ha escuchado ya? ¿Ya sea ella o vuestro círculo cercano? ¿Qué reacción ha habido del mismo?

Marta: Diría que no vivimos con mucho miedo esto de sentir las influencias muy de cerca porque justamente lo vivimos como algo enriquecedor. Normalmente nos peta la cabeza ver cómo trabaja Marina, y nos estimula. Tenemos muy claro que no podríamos copiarla porque es imposible, y lo mismo al revés. No nos cohíbe demasiado el hecho de tener influencias de artistas cercanos que admiramos.

Helena: Sí, es una manera de dispararse recursos mutuamente, de intercambiar ideas o de que alguien, de repente, te descubra un disco o un plugin. No lo vemos tanto como vivir con miedo.

Marta: Aunque también hemos de decir que este disco no lo hemos compartido mucho. Ha sido un proceso bastante intringuloso porque lo hemos estado produciendo nosotras solas. Es la primera vez que nos enfrentamos solas a este momento del proceso creativo. Creo que no estuvimos muy seguras con lo que estábamos haciendo hasta muy al final del proceso. Tampoco quisimos que entrase nadie hasta que estuviésemos seguras de tener una cosa definitiva. Por eso no lo quisimos compartir demasiado hasta al final del proceso, cuando hemos pedido opinión externa.

Helena: Sí, preguntar a la gente cómo les suena algo o a qué les remite. Nosotras estábamos ya tan dentro de la peli que no teníamos una visión externa de todo. Nos iban bien esos comentarios frescos de alguien que se acerca a la música con oídos también frescos.


“Mensajes básicos que la humanidad ha estado intentando explicar mediante diversas formas artísticas, ya sea la música, la literatura o la pintura. Son temáticas recurrentes siglo tras siglo y sobre las que nos gusta apelar porque son emociones superbásicas de la humanidad”

Helena Ros



¿Y a qué responde justo ahora hacer un disco sin prácticamente ayuda externa, a diferencia del debut?

Helena: Nosotras partimos de una premisa muy clara, y teníamos una idea muy clara de cómo imaginábamos que tenía que sonar este disco. Así que tiramos millas con la idea de que ya iríamos haciendo hasta que tocásemos techo y necesitáramos ayuda externa. Llegó un punto en el que también se convirtió en una lucha contra nosotras mismas al intentar llevar a cabo ideas que ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera salían. Pero quizá a la cuarta o a la quinta sí. Así que hemos sentido como que al final hemos podido aterrizar todas las ideas que teníamos en torno al sonido y que hemos podido hacer mucho trabajo de imaginario sonoro.

Vuestra música puede sonar académica para algunos, pero tiene su vertiente pop. ¿Cómo os sentís respecto a las diferentes interpretaciones de vuestro material?

Marta: Siempre me ha parecido muy interesante y a la vez me ha hecho mucha gracia ver cómo otros nos definen. Sobre todo en nuestro caso, diríamos que nuestra propuesta tiene muchos referentes y contextos diferentes. Lo que noto es que cada oyente se fija en una cosa u otra y, por tanto, hay muchas perspectivas diferentes desde donde poder definir lo que hacemos. A veces, sí, claro, reconocemos las descripciones que se hacen de nuestra música. Y, en general, nos gusta que sea algo ambivalente, que se nos pueda describir de una forma u otra. Lo que notamos en nuestros directos es que el público conecta con aspectos diferentes de nuestra propuesta. Cuando actuamos en Cataluña o España, quizá la parte más folkie tiene un peso más grande, ya que la gente conecta mejor con los referentes de tradición oral y de folclore. En cambio en Estados Unidos quizá la gente conecta más con nuestra vertiente experimental. Es parte de la gracia de nuestro proyecto.

Y ya que hablas de esto, y volviendo al tema de Unsound y las presiones en Manresa, no sé si adaptáis un poco el directo en función del público.

Marta: No, el directo siempre lo hacemos igual. Lo que sí adaptamos más es a la hora de explicar más o menos entre las canciones. Si notamos que el público necesita más contexto o menos. Pero, en general, hacemos siempre la misma versión de las canciones, ya sea en Cataluña o Estados Unidos.

Helena: Sí, nos gusta poder explicar el origen de los poemas para que la gente pueda contextualizarse. Aportar un poco de miga en torno al origen de las canciones, las historias interesantes que las rodean. Porque muchas veces están en una lengua que el público no entiende y, de algún modo, les has de hacer al inicio una pequeña traducción para que entiendan la temática y puedan entrar más.

Helena Ros y Marta Torrella: chamanas de la tradición.
Helena Ros y Marta Torrella: chamanas de la tradición.


De la poesía pastún a las canciones tradicionales sefardíes, cualquier tradición es posible en vuestro universo. ¿Cómo es el proceso de escoger qué integrar en vuestra música?

Marta: Depende del disco. En este disco sí que ha habido una búsqueda de una idea en torno a cómo nos enfrentamos al destino y lo que nos pasará. Una idea oracular, como de pensamiento trágico, a partir de la cual articular todo el repertorio. Esto es lo que nos ha hecho escoger ciertas canciones a partir de las fuentes que buscábamos.

Helena: Acabamos llegando a esto por una mezcla de intuición y pasión. Si hay una cosa dentro de nosotras que parece que está vibrando y que es motor creativo y nos da ganas de seguir explorando, significa que hay una cosa que hemos de salir a buscar.

Marta: Sí, en este caso todo surgió de una canción, “El crit premonitori”, y nos dimos cuenta de que estábamos escribiendo sobre este momento previo a la catástrofe, ese momento en el que sabes que va a haber un desastre y que no puedes hacer nada para evitarlo salvo aceptar que va a ocurrir. Cuando completamos la canción nos dimos cuenta de que nos interesaba eso y queríamos seguir estirando más del hilo.

Vuestra música tiene mucho de arqueológico, un viaje en el tiempo a través de diferentes siglos de historia y geografías.

Helena: No sé si hay una razón muy explícita o simplemente ocurre porque nos encontramos yendo a buscar tópicos literarios, mensajes básicos con los que la humanidad empatiza y que la humanidad ha estado intentando explicar mediante diversas formas artísticas, ya sea la música, la literatura o la pintura. Son temáticas recurrentes siglo tras  siglo y sobre las que nos gusta apelar porque son emociones superbásicas de la humanidad.

Marta: Nos llama la atención eso también. Hay ciertos géneros de la música antigua y también en la música tradicional en los que hay una depuración muy fuerte de elementos con un contenido con mucho mensaje. Con una melodía muy sencilla tradicional y con dos versos ya se está dando una imagen muy clara de un tópico literario que rápidamente entiendes. Es sencillo y a la vez te hace vivir. Esta sencillez es algo que también nos gusta mucho, que con poco puedas decir mucho.

Cantáis en una gran variedad de idiomas: catalán, castellano, latín, ladino e italiano. ¿Cómo escogéis qué lengua usar para cada canción y qué papel juegan los idiomas en la narrativa del álbum?

Marta: Muchas veces cantamos en otras lenguas porque el texto de partida está en esa lengua y entonces la utilizamos. A veces también ocurre, como con “Mille risposte”, que la escribimos por primera vez en castellano teniendo una idea de la melodía, la letra y las imágenes que queríamos describir muy clara. Pero al hacerlo en castellano de repente la canción nos remitía a un imaginario y a una sonoridad que no nos interesaba. Así que decidimos probar con el italiano y, de repente, todo encajó y ya se parecía más a lo que queríamos decir en primera instancia. Entonces, sí, a veces también utilizamos la lengua como una capa más semántica que te abre a un universo u otro como oyente.


“Somos una generación que hemos nacido en un mundo muy globalizado y de repente nos han interesado los localismos porque los estamos perdiendo. Nos interesa, como generación, trabajar en la tradición porque se está borrando poco a poco”

Marta Torrella



Así como en el “El suïcidi i el cant” os influenció el retorno de los talibanes a Afganistán de 2021, ¿hay algún suceso político, social o cultural que haya permeado en este disco?

Helena: No en términos concretos, pero sí de manera general. Aunque hay una excepción, “Galenismos”, que es una colaboración que hemos hecho con el oceanógrafo Joan Llort y que se incluyó también en “De sirenes i ròbots”, la instalación que hicimos en el CCCB. En ella transformamos datos en música, en este caso de la temperatura del Mediterráneo. Lo que se puede observar en los modelos de futuro es que la temperatura del agua está subiendo mucho. No queremos hacer una concienciación climática muy rigurosa, pero sí queremos transmitir que el desastre climático está sobrevolando nuestras vidas. Esto conecta con la temática del disco, que son estas consecuencias imparables que llegan y te has de cuestionar cómo vas a enfrentarte a estas circunstancias: si como una oportunidad o como una catástrofe.

Ya que hablamos del Mediterráneo, parece ser una constante en su trabajo, tanto como espacio físico como simbólico.

Marta: Lo vivimos bastante como una región vertebradora. Es una región geográfica que está muy alejada entre sus distintos puntos, pero que comparte muchos trazos característicos que nos apelan. No es que tengamos una relación con el mar, ni somos de familia de marineros o pescadores, pero es un trazo identitario claro. Me siento muy mediterránea y lo puedes observar al visitar estos países. A nivel musical nos ha llamado mucho la atención las sonoridades de la región.

Helena: Nos falta aún la parte del sur del Mediterráneo, es la siguiente puerta que hemos de visitar. Lo hemos intentado y tenemos muchas ganas de ir hacia ahí. Y no podemos olvidar lo que significa el Mediterráneo políticamente, que es un drama humanitario muy complejo.

Pero tampoco podríamos hablar de activismo musical, ¿no?

Marta: Nos interesa más buscar similitudes y confluencias de mensajes tanto musicales como literarios en referentes muy diferentes. Jugar también con los límites de cosas muy estructuradas en nuestra cabeza, desdibujar las fronteras entre música clásica y contemporánea, entre lo que es religioso y lo que no lo es.

Helena: La autoría y el anonimato. Buscar la mezcla entre campos que normalmente están muy delimitados entre ellos. Este es nuestro activismo.

Un lenguaje universal.
Un lenguaje universal.


¿Qué queréis transmitir con el título del disco? Es bastante intrigante, ¿no? Además entiendo que es en catalán y con tilde en la e. Es una pregunta. ¿Qué pregunta es?

Marta: Nos hacía mucha gracia esta idea porque es un interrogante y a la vez una afirmación, o sea una pregunta que te lo está afirmando. Un juego que nos pareció muy potente y, a la vez, que entronca bastante con la idea del disco, que es mirar hacia el futuro, intentar saber lo que va a pasar y lo que aún no ha pasado. Los personajes de este disco tienen cierto conocimiento, quieren saber y por tanto se preguntan.

Helena: Sí, en una de las canciones del disco planteamos la idea del sabio. Sabio es el que se atreve a conocer y por tanto investiga. El que observa con sed de conocimiento y se hace muchas preguntas para ir más allá.

En cuanto a la emoción, diría que en vuestra música el impacto emocional más grande lo aportan las voces, el juego entre ellas. ¿Cómo lo trabajáis?

Marta: Todas nuestras canciones empiezan por la voz. A veces nos interesa un texto y buscamos la manera de hacerlo, pero siempre tenemos claro que habrá voces y buscamos la manera de que las melodías dialoguen entre sí. Siempre buscamos la manera de ver cómo potencias las dos voces, buscar la emocionalidad no tanto en cómo cantamos sino en cómo interactuamos. El trabajo de todos estos años ha sido conocer a fondo cómo reaccionan nuestras voces juntas y por separado y cómo potenciarlas.

En un mundo cada vez más digital, donde las tradiciones orales pueden parecer en peligro de desaparecer, ¿cómo veis el futuro de la música basada en esas tradiciones?

Marta: Somos una generación que hemos nacido en un mundo muy globalizado y de repente nos han interesado los localismos porque los estamos perdiendo. Nos interesa, como generación, trabajar en la tradición porque se está borrando poco a poco. Tenemos muchísimas herramientas para preservarla y hay muchas iniciativas para generar archivos, pero a la vez estamos en esta ambivalencia de que es el momento el que más puedes conservar, pero a la vez está todo más desdibujado. Pero estamos ante un contexto musical en el que se usan muchos folclorismos: tienes a Rodrigo Cuevas, a Maria Arnal, Júlia Colom, Anna Ferrer… ∎

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