Imagina la siguiente escena. Es domingo 10 de agosto. Kip Berman está en su casa viendo la ceremonia de clausura de París 2024 con la esperanza de que actúen Daft Punk desde la pirámide del Louvre. En su lugar lo hacen Phoenix junto con Ezra Koenig de Vampire Weekend. Da un salto del sofá y se le cae al suelo la copa de vino blanco que está saboreando. Llama corriendo a toda la tropa de The Pains Of Being Pure At Heart para proponerles una gira de reunión, solo cinco años después de su separación.
Probablemente todo esto salga de mi calenturienta mente, pero, la verdad, no vamos a ser nosotros quienes nos quejemos. Porque, entre una cosa y otra, pero sobre todo después de los últimos discos de Vampire Weekend (“Only God Was Above Of Us”) y Los Campesinos! (“All Hell”), apetece recuperar los pantalones pitillo del armario, las camisetas de grupo, las tote bag de festivales y las Converse hechas harapos para ponerse a bailar lánguidamente sabiéndose puros de corazón, pero sobre todo de oído.
Todo esto viene porque el pasado fin de semana los neoyorquinos anunciaron una gira que los verá pasar en febrero y marzo por buena parte de la geografía española –más una fecha en Portugal– de manos de Houston Party, una promotora siempre dedicada a dinamizar el circuito de salas de este país. Lo harán, además, para celebrar los 15 años de su debut homónimo, pasando en febrero por Oporto (19), A Coruña (20), Oviedo (21), Tarragona (22), Madrid (23), Sevilla (24), Murcia (26), Valencia (27) y Barcelona (28). En marzo, turno para Zaragoza (1) y San Sebastián (2).
Por una vez, son los anglosajones los que se preguntan por qué diablos una banda anuncia gira en Oviedo, Tarragona o Zaragoza y no en Brooklyn, Mánchester o Portland. Berman ha conseguido liar a su teclista y vocalista Peggy Wang, al batería Kurt Feldman y al guitarrista Christoph Hochheim. Es la primera vez que estos cuatro músicos coinciden en un mismo escenario desde 2012. Eddy Marshall sustituirá al bajista original Alex Naidus, que no se suma por “(muy buenos) motivos personales”. La vida adulta, vaya.
The Pains Of Being Pure At Heart tocarán las canciones de su álbum de debut de 2009, pero también otras de aquella época. Es de esperar, por tanto, algunas de “Higher Than The Stars”, el EP que lanzaron ese mismo año, y no sería descabellado que tirasen de hits de “Belong” (2011), su segundo disco. Sonará, seguro, “Young Adult Friction”, canción que tenemos desde el sábado en alta rotación y que encapsula toda esa energía de la adolescencia tardía que los neoyorquinos tan bien supieron conjurar en su crónica de un primer encuentro sexual en la biblioteca de la universidad.
Berman escribió con nervio un himno atemporal y coming of age que invoca el mejor jangle pop de los años ochenta –un poquito de The Smiths, otro tanto de The Pastels y, por supuesto, mucho de nostalgia de postal C86– con referencias a sudaderas gastadas y faldas heredadas de mamá que harían a uno dejar los estudios. Fue el verano en que, definitivamente, creímos que un revival shoegaze y noise pop no solo era posible, sino inevitable; los millennials nos sentíamos invencibles y buena parte de la culpa la tuvieron estas canciones. ∎