Estamos ya a viernes, con su aluvión de lanzamientos,
playlists y novedades en general. Momento para descubrir nueva música mientras se pasa la resaca por la pérdida del rapero neoyorquino
Ka –a quien
dedicamos este artículo– y por el fallecimiento de
Liam Payne, del que
os informamos ayer. Payne murió tras caer del tercer piso de un hotel en Buenos Aires y, por supuesto, ya están saliendo informaciones y rumores de todo tipo sobre el estado de salud del británico y su consumo de sustancias estupefacientes. Lo que se dice un juguete roto. Y otra pérdida –¡vaya semanita!– de casi última hora: el músico australiano
Ollie Olsen (1958-2024) murió el miércoles 16 de octubre a los 66 años, a causa de la grave enfermedad degenerativa que padecía desde hacía tiempo. Olsen tuvo una larga carrera –fluctuando entre el post-punk, la electrónica de toda condición, el drone o la música industrial– y un espíritu mutante y en constante búsqueda creativa. Fundó grupos como The Reals, The Young Charlatans, Whirlywirld, Hugo Klang, Orchestra Of Skin And Bone, NO, Ecco Homo, Third Eye o Taipan Tiger Girls, y puso en marcha los sellos Psy-Harmonies y Psychic Harmonies para acoger en él a músicos nuevos que compartieran su apertura de miras. Su capacidad de trabajo en distintos ámbitos y géneros lo llevó a grabar un álbum –productor y compositor– con una superestrella pop como su compatriota Michael Hutchence, con quien formó el efímero grupo Max Q para publicar un álbum homónimo en 1989, en pleno bum de popularidad de INXS.