Las decisiones que se toman acarrean consecuencias a nuestro alrededor. Cuando menos te lo esperas, el karma puede interponerse en tu voluntad y provocar un vuelco en la vida. Esta obviedad, de primera lección de un manual de autoayuda abandonado en algún contenedor, es el hilo conductor de “Karma”, el tema de SiR con el que el realizador Loris Russier ha ejecutado una pieza que sobresale por su estilo visual cinematográfico.
Esta arranca con el propio músico volteado en el interior de un coche accidentado, maldiciendo su suerte. Un paisaje de colisión con el que se cierra también el recorrido del clip. A partir de ese instante inicial se suceden distintas viñetas que siguen los derroteros vitales de varios personajes de los Estados Unidos, poniendo el foco en las malas decisiones tomadas y las repercusiones generadas. Desde un jugador de póquer cuyas deudas con el juego lo llevan al desahucio, pasando por una joven cuya adicción a la cocaína la precipita a acudir a un grupo de ayuda, hasta un padre alcohólico que deja huérfano a un chaval o una stripper que roba a su compañera pero no le salen bien las cuentas. Toda esta galería de situaciones pecaminosas se entremezclan con las propias que interpretan SiR e Isaiah Rashad, músico invitado y que también interviene en la parcela actoral del videoclip. Una de las que se repiten, y de carácter alegórico, es la de un cuchillo que pende de un hilo encima del torso desnudo y encorvado del cantante.
Lo más lustroso es el estilo cinematográfico que logra imprimir Russier a este carrusel de desfortuna y mal karma. El manido formato cuadrado, abundante grano, la cuidada y bella fotografía y la aspiración realista aproximan este trabajo al que Hiro Murai diseñó para el “Never Catch Me” de Flying Lotus o el de Dave Meyer para el icónico “HUMBLE.” de Kendrick Lamar o, también de Lamar, el de Jonas Lindstroem para “ELEMENT.”. ∎