El entendimiento entre la música de Filadelfia Tierra Whack y el artista multidisciplinar Alex Da Corte sigue trazando una admirable pista audiovisual que conduce hacia su reciente LP “WORLD WIDE WHACK” (2024). Si primero fue el colorista “SHOWER SONG” –ya comentado aquí–, le siguió a las pocas semanas el también vistoso tratamiento, aunque entre sus imágenes asomara un escozor tétrico, de “27 CLUB”, ahora completa este sugerente tridente visual “TWO NIGHT”. Otra pieza con un doble efecto entre la sorpresa y admiración que inspiran las imágenes y la desazón que late en su interior.
El tema más extenso del álbum recibe un tratamiento en animación por ordenador que bucea en el imaginario gamer de los sandbox, especialmente de la saga GTA y de su libertad de movimientos a la hora de perpetrar las acciones más descabelladas. Como si de un programador desquiciado se tratase, Alex Da Corte, con la ejecución del artista CGI TONQ, imagina este recorrido de una Tierra Whack convertida en una especie de objeto flotante que sobrevuela las calles de una urbe inspirada en Nueva York. Un globo hinchable gigante que, en algún instante, remite a esta fotografía icónica de Eliott Erwitt.
Pero debajo de la infantil presencia de la “King” Whack discurriendo entre rascacielos bulle una población que reacciona con hostilidad ante su presencia, como una manada de alborotados humanos obcecados con romper la enorme piñata voladora. Un temperamento feroz que se manifiesta con lanzamientos de todo tipos de objetos, caídas de mobiliario, coches que buscan desgarrar el globo con su impacto suicida y hasta pirómanos con fuegos artificiales y nostálgicos colonialistas que roban espadas a monumentos para finalmente pinchar su vuelo urbano. No faltan entre medio selfis abominables, guiños a otros videojuegos, comportamientos ridículos y ofrendas una vez todo se ha deshinchado y la silueta de la rapera permanece en el asfalto, como si se tratase del lugar de un homicidio convertido en altar de peregrinación.
Un recorrido animado en el que subyace un toque de atención a la exposición pública de los artistas, su vulnerabilidad ante cierto público mezquino, pero también apuntes sobre la ansiedad y la depresión, la muerte y el suicidio. Unos pensamientos lóbregos que contrastan con el discurrir supuestamente festivo y ciertos recordatorios mundanos, tal y como expone con sagacidad en una letra igual de hilarante que devastadora. Un clip tocado, en definitiva, por esa médula emocional alicaída que atraviesa su notable segundo álbum. Un juego de contrastes poderoso. ∎