Disco destacado

Clairo

CharmClairo, 2024

Desde que empezó a subir canciones a YouTube –“Pretty Girl” se hizo viral en 2017– hasta la actualidad han pasado unas cuantas cosas en el mundo exterior y también en el de esta antigua adolescente de Atlanta. Entre otras, dos álbumes oficiales, “Immunity” (2019) y “Sling” (2021), y una evolución en sus formas de hacer música que la ha llevado a “Charm”, sin ningún género de dudas, el mejor de los tres. Lo suyo se suele calificar de bedroom pop, algo que parece al alcance de la mano de cualquiera, y puede que lo sea. Lo verdaderamente difícil es tener gracia para destacar entre la multitud y Claire Elizabeth Cottrill lo ha conseguido a base de frescura, talento natural y un deseo más que evidente de avanzar.

Su nuevo disco sigue transmitiendo esa misma sensación de intimidad y ligera baja fidelidad de los álbumes anteriores, pero las cosas han cambiado. Hay reminiscencias de Elliott Smith –“Nomad”–, Louis Philippe –“Terrapin”–, Steely Dan –“Juna”–, Alessi Brothers –“Thank You”–, Vashti Bunyan –“Pier 4”–, Young Marble Giants con Stereolab –“Echo”– y otras luminarias del pop secreto a voces como Margo Guryan –todo el disco–, unas más confesas que otras, en este sonido indie a priori con una gran vuelta de tuerca a base de pop norteamericano, jazz, soul y el denominador común del buen gusto. La primera consecuencia es una incipiente aura de infalibilidad en Clairo, tan aniñada y sin esfuerzo aparente como la de Blossom Dearie, o hasta Carpenters, mutatis mutandis. Eso sí, esta chica de 25 años está ocupada en construir ahora mismo su propio clasicismo.

Enfilando la madurez. Foto: Lucas Creighton
Enfilando la madurez. Foto: Lucas Creighton
No hay forma de aburrirse con “Charm”. A ello contribuye la producción de Leon Michels (El Michels Affair, The Arcs, Sharon Jones & The Dap-Kings…), responsable principal del fondo sonoro y riqueza de arreglos –gozosos Mellotrones, pianos Wurlitzer, sintetizadores, órganos, flautas– de estas canciones sobre aventuras sentimentales, amour fou sin complicaciones y gestos fugaces capturados por Cottrill, autora también de algunas melodías más complejas e irresistibles –“Second Nature”– y poseedora de esa forma cautivadora, tan poco enfática de cantar. Así que el disco fluye ligero de ropa como las mejores horas del verano, estación ideal para escuchar “Charm”, cuando el calor cede al final de la tarde sin hacerlo la sensación de dolce far niente. Clairo y Michels recurren al pasado setentero de sus padres, incluso abuelos, sin que tampoco se note en exceso porque lo que suena no es en absoluto viejuno, sino atemporal y alérgico al cliché facilón. Temas como “Glory Of The Snow” parecen inacabados o susceptibles de mejora, pero en esto consiste parte del encanto de “Charm”, en sonar despreocupado, espacioso, cálido, susurrado y vitalista como una buena dosis de sol. ∎

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