Álbum

Colleen

Le jour et la nuit du réelThrill Jockey-Popstock!, 2023

Colleen es la artista francesa Cécile Schott y “Le jour et la nuit du réel” es su nuevo álbum en estudio, cuarto para Thrill Jockey. Su carrera fuera del estudio se ha desarrollado en privilegiados escenarios internacionales como el Museum Of Contemporary Art de Chicago, la Fondazione Prada o el Philadelphia Mausoleum Of Contemporary Art. En mayo de 2021 pasó por Barcelona para presentar su recién estrenado trabajo largo en aquel momento, “The Tunnel And The Clearing” (2021); según nos confesó en esta entrevista, se estaba despidiendo de los escenarios. Afortunadamente, no fue así: sigue tocando. Su forma de trabajar consiste en crear bucles electrónicos a los que superpone colores y melancólicas variaciones que en ocasiones recuerdan a la versión no guitarrística de Viny Reilly y su añorada The Durutti Column.

El prurito experimental que predomina en los trabajos de Schott, aun en los más pop, culmina en “Le jour et la nuit du réel”, un interesante cambio de tercio, quizá solo una excepción, que la distancia de lo que ha venido haciendo en el pasado –no hay rastro perceptible de su vieja viola da gamba y tampoco canta en ningún corte–. Esta vez ha preferido limitar la instrumentación al sintetizador analógico semimodular Moog Grandmother y a sus habituales unidades de efectos. Con estos mimbres, entrega siete suites conceptuales distribuidas en dos caras: “Subterranean”, “The Long Wait”, “To Hold And To Be Held”, “Mon coeur” y “Be Without Being Seen” van para “Le jour”. “Les parenthèses enchantées” y “Night Looping” conforman lógicamente “La nuit”.

El resultado es muy evocador pero abstracto, lo que puede parecer contradictorio. La melodía está presente, por ejemplo, en los tres movimientos de la chispeante “Subterranean”, aunque ese no es su principal poder. Sí lo es su espaciosa simplicidad y secuencias de fantasmal repetición, los estudiados cambios de tono e indescifrables timbres sintetizados. Por supuesto, pretender que la música instrumental –aunque Colleen recurra a poéticos títulos que dirigen la comprensión– transmita percepciones concretas no deja de ser un acto intuitivo de la voluntad. Raymond Scott, Mort Garson, Tomita o Wendy Carlos –aunque esta pertenece a otra liga– consiguieron destilar sentimientos “reconocibles” de las máquinas cuando aún perseguían una finalidad “figurativa”. Lo que al final queda son las sensaciones.

Colleen combina muchos de estos elementos para dibujar un mundo interior a menudo sombrío conservando un envolvente fototropismo que lo hace accesible, incluso lúdico, sin perder su aura misteriosa. “Mon coeur”, que recuerda al Roedelius de “Wenn Der Südwind Weht” (1981) pero con menor querencia melódica, podría encajar en esta última descripción. El álbum consigue adentrarte poco a poco en su reverberante secreter musical. La crepuscular “Be Without Being Seen”, última suite diurna, contribuye a ello antes de romper con un violento borboteo en clave µ-Ziq –Aphex Twin tampoco le haría ascos–.

Todo vuelve a su fantástico –en el sentido de fantasía– cauce cuando Colleen te adentra al fin en la cara oculta de la realidad, “La nuit”. La mejor colección de movimientos, también los más extensos del álbum, está en la impresionista “Les parenthèses enchantées”. Se percibe con fuerza el influjo fertilizante de “Mother Earth’s Plantasia” (1976), de Garson, pero Colleen silencia con gentileza todo rastro del kitsch-pop, tan vinculado al género de la “música Moog”, logrando culminar con “Night Looping” un álbum profundamente lírico, enigmático y, por qué no, psicodélico. El más mágico y distinguido de su discografía. ∎

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