Álbum

Tim Burgess

Typical MusicBella Union-[PIAS] Ibero América

Tim Burgess: reivindicado héroe pandémico, carismático frontman reinventado como prescriptor/estudioso del pop y apasionado creador. En los últimos cuatro años su actividad frenética nos ha dejado cuatro libros, y un quinto en camino, más de un millar de fiestas virtuales que llegaron para quedarse y tres discos en solitario. En “Typical Music” se atreve con lo que desde siempre hemos conocido como un disco doble. Veintidós canciones, casi noventa minutos de música.

Seis meses de colapso creativo desembocaron de golpe, en otros seis, en una colección de canciones de lo más variado, como si todas y cada una de las Tim’s Twitter Listening Parties hubieran dejado su particular impronta, en mayor o menor escala. El tercer álbum de Burgess desde el último de The Charlatans en 2018 –sexto desde su estreno paralelo al grupo en 2003– es un disco “inspirador y optimista” de un Burgess “reenamorado del mundo” tras el trastorno que supuso la pandemia. Basta con escuchar “The Centre Of Me (Is A Symphony Of You)”.

El psych-pop de “Kinnetic Connection” no desencajaría en cualquiera de los discos más recientes de los Charlatans. De inicio, “Here Comes The Weekend” es un festival pop extravagante pero simple, muy a lo Jonathan Richman. “Curiosity”, por el contrario, se electrifica y sofistica en un punto entre Sparks y 10cc. “Time To Call Time” se envuelve en aires góspel; “Slacker”, en orquestales. “A Bloody Nose” aporta la ración más guitarrera y rockera, y la morriconeana “Sooner Than Yesterday” podría pasar el corte para los primeros Last Shadow Puppets.

Acompañan a Burgess el teclista Thighpaulsandra (Timothy Lewis) –el de Spiritualized y Julian Cope– y Dan O’Sullivan, de los experimentales Grumbling Fur. Si las canciones de aires más psicodélicos de “Typial Music” se aproximan a los sonidos de The Flaming Lips es porque detrás del disco está Dave Fridmann, productor de once de los dieciséis discos de los de Oklahoma. La esplendorosa “Sure Enough” es la que más se adentra en el universo Wayne Coyne. Las espaciales “View From Above” y “Magic Rising” flotan en las mismas atmósferas donde lo hacía antiguamente Jason Pierce.

Burgess recurrió a la idea del disco como un todo, como concepto, en la era del single, el streaming y la dictadura blanda, o no tanto, del algoritmo, para sacarnos del hastío y aliviarnos de la incertidumbre pandémica. Su primer largo pos-COVID es un disco dedicado a la vida y al amor. A lo trivial (“It’s a quarter to eight, I’m going to be late for the date, in Notting Hill Gate, to meet Roddy Frame”, asegura en “A Quarter To Eight”) y a lo más sustancial. Le canta a su padre fallecido (“Flamingo”) y a su hijo de nueve años (“When I See You” y “In May”) tras romper con su pareja. Todo durante aquellos aciagos meses. Y es un disco con un mensaje final: “What’s Meant For You Won’t Pass You By”. ∎

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