Otra noticia luctuosa. Richard Serra no era músico, sino escultor, pero ejerció una influencia considerable en el origen del minimalismo musical. De nacionalidad estadounidense (aunque era hijo de un mallorquín, Antonio Serra, y de madre ucraniana), Serra falleció ayer en su casa de Orient, en el estado de Nueva York, a causa de una neumonía. Tenía 85 años. Conocido por sus monumentales esculturas minimalistas de acero corten, tuvo una influencia fundamental para la creación del estilo característico de su amigo Philip Glass, a quien había conocido en París. De vuelta ambos en Nueva York, Glass dejó sus trabajos ocasionales como fontanero para convertirse en asistente de Serra (lo terminaría dejando por ser un trabajo demasiado absorbente para componer, y empezaría a trabajar de taxista). En su libro autobiográfico “Palabras sin música. Memorias” (2016), Glass recordaba que sus amigos artistas –entre los que figuraban Serra, Sol LeWitt o Robert Rauschenberg– no escuchaban música de vanguardia, sino rock’n’roll, y eso lo animó a crear una música con la que sí pudieran sentirse representados.
Tampoco ha empezado muy bien la semana para el multimillonario rapero neoyorquino Sean “Diddy” Combs (antes conocido como Puff Daddy). Agentes federales irrumpieron el lunes en sus casas de Los Ángeles y Miami, sin que se hayan hecho públicos detalles sobre las redadas o qué cargos criminales se están investigando. Lo cierto es que Combs había sido acusado en los últimos meses de agresión sexual y tráfico sexual por su exnovia, Casandra Ventura.
Otros problemas de distinta índole son los que tiene Liam Gallagher, que ha hablado en el periódico británico ‘The Sun’ sobre su preocupante estado de salud. El que fuera cantante de Oasis –recientemente publicó álbum a medias con John Squire– estaba siendo entrevistado para promocionar su nueva gira, cuando comenzó a desvelar la lista de problemas médicos que afronta después de sus “años de juerga”. La principal enfermedad que le afecta es la de Hashimoto –un trastorno autoinmune que puede causar hipotiroidismo, que le fue diagnosticado en 2017–, por la que el año pasado tuvo que someterse a una operación para implantarse una prótesis de cadera después de que la articulación resultara dañada por la artritis causada por la enfermedad. A sus 51 años, Gallagher ha confesado tener los huesos “machacados” por la artritis, además de sufrir psoriasis, que le provoca escamas y una dolorosa inflamación en la piel.