Blixa Bargeld & Nikko Weidemann

Blixa Bargeld abre su pequeño tributo a David Bowie, un EP autoeditado –en digital, CD y vinilo– consistente en cuatro temas, con el clásico de los clásicos, “Helden”, transcripción al alemán de “Heroes”. Aquella canción y aquel disco de 1977 fueron ideados en el Berlín Occidental, en una Alemania aún dividida, bien distinta a la actual, de modo que es un inicio muy consecuente para el músico nacido en 1959 en el mismo Berlín y modelado en los belicosos-industriales Einstürzende Neubauten y en los Bad Seeds de Nick Cave.

Como las tres canciones que siguen a la emblemática “Heroes/Helden”, Bargeld se enfrenta desnudo a la música de Bowie: solo su voz y el piano y acompañamiento vocal de Nikko Weidemann –colaborador de Einstürzende Neubauten y supervisor musical de la serie “Babylon Berlin” (Hend Handloegten, Tom Tykwer y Achim von Borries, 2017-2025)– para reinventar un temario ajeno con toques de cabaret, blues, pop y crooner. La portada en blanco y negro del disco, con foto en primer plano de Bargeld, retrotrae a su manera a la cubierta del álbum de Bowie. El segundo corte es una versión de “Where Are We Now?” –de “The Next Day” (2013)– en clave de crooner noctámbulo, también cantada en alemán. La tensión de “Helden” se transforma en lírica pulcritud hasta los dramatizados compases finales.

Con “Subterraneans”, el tema que cerraba el hermoso e hiriente “Low” (1977) y que antes fue incluido en la columna sonora de “El hombre que cayó a la Tierra” (Nicolas Roeg, 1976), Bargeld regresa a los paisajes alemanes de Bowie, aunque ahora en inglés. Unos paisajes oscuros, borrosos, con notas densas de piano, letanías subterráneas y voces tratadas; el otro lado, igual de incómodo, del punk que entonces causaba furor. Bargeld y Weidemann concluyen su corta pero ejemplar excursión por la música de Bowie con “Lazarus”, interpretada en inglés, tensa y acariciada por igual, con el toque final de un gong balinés. La despedida del disco, como el álbum del que formaba parte “Lazarus”, “★” (2016), fue la despedida discográfica de Bowie. ∎