Álbum

Marianne Faithfull

Kissin TimeHut-Virgin, 2002
Era esperado el disco de la Faithfull, tanto porque estrena canciones como por quiénes se las han escrito y ayudado a grabar. Beck, Billy Corgan, Jarvis Cocker y Blur, nada menos, son algunos de sus invitados. La jugada resulta maestra para acercarla a las nuevas generaciones que no han escuchado su trabajo anterior. A quienes la hayan seguido desde que reactivase su carrera con aquel memorable “Broken English” (1979) y por su periplo a través de Kurt Weill, Hal Willner e incluso Angelo Badalamenti, este retorno les sabrá a poco, sobre todo porque algunas canciones no son nada del otro mundo. La “Song For Nico” que le ha compuesto Dave Stewart es una pobre elegía. Billy Corgan la ayuda a perpetrar un horror AOR, “I’m On Fire”, y a la vez la seductora sutileza de “Wherever I Go”. “Sliding Through Life On Charm parece una epopeya de Pulp cantada por ella más que una canción escrita ex profeso.

Lo mejor es la transformación del “Nobody’s Fault” de Beck en una arrastrada plegaria; aquí la Faithfull se apropia de la canción de manera sublime. Es un preludio ideal para el grand finale vudú que Blur le construyen. Los otros dos momentos Beck se saldan con desigual resultado. La machacona caja de ritmos destroza el mood de “Sex With Strangers” –un tema que mejora en el remix de Sly & Robbie–; en cambio, el suave guante acústico de “Like Being Born” va como seda para realzar su trágica voz. Encajada entre ambas, “The Pleasure Song” deviene en discreto french touch de la mano de Etienne Daho y Les Valentins. ∎

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