Álbum

Nine Inch Nails

TRON. AresThe Null Corporation-Walt Disney-Interscope-Universal, 2025

Ante el anuncio de una tercera entrega de la saga cinematográfica “TRON”, la primera pregunta que muchos nos hicimos no fue “¿quién dirigirá?”, ni tampoco “¿aparecerá de nuevo Jeff Bridges en versión horriblemente rejuvenecida, como en la por otro lado bellísima ‘TRON. Legacy’ (Joseph Kosinski, 2010)?”. La primera pregunta fue: “¿Quién se encarga de la música esta vez?”.

Cada banda sonora de la saga ha tenido algo de acontecimiento. En la entrega inicial dirigida por Steven Lisberger en 1982, fracaso de taquilla que, con el tiempo, sería influyente en el diseño, la moda o el propio cine, Wendy Carlos colaboró (por primera vez) con su compañera Annemarie Franklin en un absorbente ejercicio a base de Moog y un sintetizador digital (el GDS de la compañía italiana Crumar) del que solo existían diez unidades. En la citada “TRON. Legacy”, Daft Punk tomaron el relevo de forma inteligente y sublimaron el cruce de lo sintético y orquestal de la obra precedente.

Escribo esta reseña sin haber visto “TRON. Ares” (Joachim Rønning, 2025), en la que por otro lado imagino habrá espacio para la Rejilla, las motos de luz y los discos de identidad: de lo contrario, esto no sería “TRON”. La música compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross evoca con precisión ese mundo, sus contornos estilizados de neón, pero a la vez lo renueva con insultante poder. Que el score esté firmado por Nine Inch Nails en lugar de por sus dos bandasonoristas oficiales fue idea del presidente de Disney Music, pero no es solo cuestión de márketing: a menudo suena a la banda, sobre todo, claro, en cuatro temas cantados que, curiosamente, también pueden tender puentes con sus voces filtradas al legado de Daft Punk.

El single “As Alive As You Want Me To Be” tira del vocoder como nada en el catálogo anterior del grupo, en una decisión que se ha mostrado controvertida pero que, a oídos de este cronista, es perfectamente efectiva. También la final “Shadow Over Me” emplea el recurso con inteligencia y un espíritu lúdico no siempre audible en la obra de Reznor. “I Know You Can Feel It” parece homenajear hábilmente a los Massive Attack de “Mezzanine” (1998). Pero el tema cantado estrella es “Who Wants To Live Forever?”, frágil dueto con Judeline que puede recordar al “Don’t Give Up” de Peter Gabriel con Kate Bush o a cualquier balada de The Blue Nile. ¿Podríamos ver a la autora de “Bodhiria” (2024) subir al Dolby Theatre para interpretar el tema en los Óscar? Sería posible e interesante.

Para la parte puramente instrumental, Reznor y Ross atienden aquí tanto sus impulsos más meditabundos y tristes como, sobre todo, los más bailables. En el lado reflexivo destacan una “Echoes” con algo de ambient japonés o esa “100% Expendable” armada con lo que parece un arsenal de sintetizadores desafinados. Más hacia la pista (de alguna extraña mazmorra cIberpunk) miran hits como la ligeramente militarizada “This Changes Everything” –prima hermana de “In Motion”, de “La red social” (David Fincher, 2010)– o el funk robótico de “Infiltrator” y su reverso darkwave “Target Identified”. Más o menos abrasivo, todo brilla. ∎

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