Álbum

PartyNextDoor & Drake

$ome $exy $ongs 4 UOVO Sound-Universal, 2025

Aunque técnicamente lleva hecho un tiempo y se ha ido retrasando sistemáticamente, “$ome $exy $ongs 4 U” representa el primer lanzamiento de Drake después de la cruenta guerra cultural declarada contra él por Kendrick Lamar en 2024 y saldada con una humillación pública a gran escala durante el intermedio de la última Super Bowl. Esa circunstancia, lógicamente, le da algo de morbo, pero también le planta un contexto difícil: ¿debía responder el canadiense, que ya había dejado sin contestar un match ball como “Not Like Us”, o hacer como si no hubiese pasado nada? La respuesta es comprensible pero también triste: no solo no ha hecho nada, sino que se esconde detrás de uno de sus grandes pupilos, el también canadiense PartyNextDoor, para desviar mínimamente la atención y tratar de demostrar que sigue teniendo amigos y artistas que lo apoyan.

Esta intención contrasta y mucho con las poquísimas colaboraciones con las que cuenta el disco –la más prominente, con la cantante R&B Pimmie, una de esas “Houston girls” a las que tantas veces se hace referencia: para redondear las bromas en su bio de Spotify pone simplemente “If you know you know”, casualmente o no una de las canciones del álbum, “Daytona” (2018), en el que Pusha T dissea por primera vez a Drake y le acusa de paternidad no reconocida–. Pero sobre todo con los demasiados momentos en los que el de Toronto se vale de otros artistas para reafirmarse a base de samples o menciones oportunistas: en “SMALL TOWN FAME” hay una loa a la energía de Charli XCX y su brat summer que queda bastante patética, pero menos incluso que los fragmentos de la entrevista de Zane Lowe a Ice Spice con los que monta casi una falsa colaboración en “GLORIOUS”; en “BRIAN STEEL” alaba directamente a su abogado, seguramente la persona con la que más hablado en estos últimos meses. Probablemente más que con PartyNextDoor, de hecho.

Lo que debería ser un álbum colaborativo no se siente realmente como tal, y más bien parece un trabajo de Drake con invitado recurrente, bastante en la línea de lo que ya vimos en “Her Loss” –“a medias” con 21 Savage– o en “VULTURES” (2024), la serie colaborativa de Ye y Ty Dolla $ign. Y sirve básicamente a los propósitos del primero: PND está aquí y allá, haciendo lo que sabe, pero de la poca carga lírica que tiene el álbum a él le quedan migajas. La única idea detrás de este disco es hacer, durante el 95% de un metraje a todas luces excesivo –casi dos horas para más de una veintena de canciones–, como que el beef nunca ha existido, y devolver a Drake a la narrativa del sofistipop-trap-R&B sensual a través de canciones de amor y baladas entre lo oscuro y lo sexi con las que recupera el sonido que de alguna manera le dio validación internacional y múltiples referencias a un pasado que muchos podrían considerar glorioso: “More Life”, “One Dance”, “The Real Her”...

Nada de lo contenido aquí, y al final eso es lo verdaderamente importante, está a la altura ni remotamente cerca. Las letras son básicas en general –sexo/validación/pena/sexo/validación/pena–, por momentos incluso sonrojantes –“The way we fucked is better than what we DM’d on Insta but you expect some ninja” en “SPIDER-MAN SUPERMAN”, o “It's been four months and two weeks and thirty-six hours and eight minutes since you’ve been pleased / So please, please give me that opportunity to get you right where you need to be” en “CELIBACY”–. Y aunque hay buenos cortes, sobre todo la propulsiva “NOKIA”, nocturna y sintética, una “OMW” que podría estar sacada de la última trilogía de The Weeknd, y “DIE TRYING”, la más pop del recorrido, en general “$ome $exy $ongs 4 U” no es más que eso: unas cuantas canciones sexis que, aunque se dirigen en general a las mujeres, son sexis siempre desde el punto de vista de unos hombres bastante básicos. Y que tienen poquísima entidad cuando no llegan, como en “MEET YOUR PADRE” –que confunde México con Sevilla y se casca tranquilamente una base de sevillanas–, al desastre absoluto y a la vergüenza ajena.

Aunque el debate sobre si estamos o no validando un comportamiento un poco bully por parte de Lamar tiene todo el sentido del mundo, en fin, y Drake tenga todo el derecho del mundo a hacer como que no ha pasado nada y a no entrar en el juego, lo cierto es que este nuevo trabajo es siniestro en la manera en la que apuesta por dar pena muy entre líneas. “Estos tíos morirían por verme perder, mi amor. El odio de todo este año me confunde, mi amor. Y no creo que las cosas se vayan a suavizar, mi amor”, dice al final de “RAINING IN HOUSTON” en uno de los poquísimos momentos de introspección o reflexión del álbum. “GIMME A HUG” lo deja más claro aún sobre un sample de “I Miss You” de Aaron Hall y protegiéndose en uno de sus característicos beat switches: “Yeah, Drake elimination, fake intimidation / Take a minute, take a deep breath, have a little bit of patience / Drizzy, you amazin’, you the inspiration, you set the bar for the next generation / You Neo in the matrix, these niggas just Nemo in the ocean / Small fish, making kids feel emotion / Using you for promotion, truer words had never been spoken / N****s want to see RIP me on a t-shirt like I’m Hulk Hogan / I appreciate the fans rocking with me, this is really just a small token”. No está Drake para echarse una partida que ya ha perdido y que en cualquier caso no podría ganar. A él solo le interesan sus fans, las chicas… y que tenerlos siga traduciéndose en dinero. ∎

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