Un grupo mítico, de legado casi perfecto, anuncia su regreso discográfico. Sensaciones encontradas. La felicidad de rencontrarse con un viejo amigo; el miedo de que ese legado quede manchado por un intento nostálgico de volver a un pasado que ya no puede volver. La banda en cuestión es Pulp, combo británico liderado por Jarvis Cocker que, tras un período underground durante los años ochenta y primeros noventa, encontró el éxito masivo con su álbum “His N Hers” (1994) y, sobre todo, “Different Class” (1995), convirtiéndose en actor clave del movimiento britpop y, en general, en uno de los grupos idiosincráticos del pop de su país.
El anuncio de su vuelta a la actividad, por tanto, encendió la ilusión de sus seguidores. Aunque su líder Jarvis Cocker ha tenido una estimable carrera en solitario y en proyectos como Jarv Is…, la realidad es que volver a escuchar los clásicos de la banda en directo era una perspectiva más que estimulante. Efectivamente, los conciertos de los británicos demostraron que la formación –pese a las pérdidas, como el fallecimiento del bajista Steve Mackey– estaba en plena forma y que Cocker seguía siendo uno de los mejores y más carismáticos frontmen de la historia de Reino Unido.
Lo que ya no se podía esperar tanto (trazando aquí un paralelismo claro con Blur, compañeros de generación) es que Pulp anunciaran también un nuevo álbum y que este tuviera la enjundia de este “More”. Nadie va a esperar que a estas alturas el combo entregue una obra maestra que supere a la trilogía noventera de los de Sheffield (formada por los dos trabajos anteriormente señalados y el no menos monumental “This Is Hardcore”, 1997), pero “More” es mucho más que un trámite. De hecho, en cierta medida, suena tan exultante que uno podría pensar que tan solo han pasado un par de años desde “We Love Life” (2001), su anterior LP.
“Spike Island”, canción de apertura y también primer adelanto, es automáticamente reconocible e irresistible. Todo lo que hizo mágico a Pulp está ahí: las melodías pegadizas, el groove siempre al borde del baile, la personalidad de Jarvis. Lo tiene todo. Mejor todavía es “Tina”, directa a la colección de grandes temas de la banda. En “More”, la memoria y el presente se entremezclan, la realidad y la ficción. Ir a ver a los Stone Roses en su momento de gloria (es decir, ser joven de nuevo). Rememorar a Tina, una chica de Sheffield que dejó huella en Cocker aunque nunca llegaron a hablar. “Grown Ups” es todavía más explícita en su reflexión sobre el paso del tiempo. Una suerte de continuación con menos ironía y más dolor de “Help The Aged”, el himno incluido en “This Is Hardcore”.
“Got To Have Love”, absolutamente maravillosa, no parece contener trazas de ironía. El amor es lo único que nos queda en la vida y la banda lo reivindica con una mezcla de góspel-pop al estilo Nick Cave era “Abbatoir Blues / The Lyre Of Orpheus” (2004) que deja anonadado. Para el momento en el que Jarvis recurre a su spoken word marca de la casa es imposible no sentirse uno de los misfits que reivindicaba la banda en “Mis-Shapes”. Pulp siempre ha sido uno de esos grupos que son más que un grupo. Pulp es una manera de entender la vida, de vivirla por el lado difícil, como explicaba Hermann Hesse en “Demian”: el lado de la pasión, de sentirse diferente, de no encajar y estar orgulloso de ello, de no conformarse.
“Background Noise” es otro de los highlights del LP. Un tiempo medio que va creciendo en intensidad hasta el infinito. Más sutil es “Partial Eclipse”, elegante balada de cuerdas y guitarras eléctricas. Sigue habiendo sexo en las canciones de Pulp, rompiendo el tabú de hablar de ello a los 60 años. ¿Por qué no? Ocurre en la citada “Tina” (“Follando en una charity shop sobre bolsas de basura negras llena de donaciones”) y, claro está, en “My Sex”, que parece prácticamente un manifiesto sexual. La banda afirma que el disco se grabó rápido, pero nunca da la sensación de ser apresurado. Todo suena natural, orgánico, effortless. James Ford, a los mandos, es una garantía. El final à la Scott Walker de “A Sunset” deja con ganas de más. More Pulp, desde luego.
¿Se puede seguir siendo una estrella del rock cuando puedes viajar gratis en el transporte público? Cocker se muestra ambivalente, pero la sensación general escuchando “More” es que sí. ∎