Hermandad de largo recorrido.
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Sparks

“No diría que somos los mejores amigos, pero nos llevamos lo suficientemente bien como para poder trabajar juntos”

Fotos: Munachi Osegbu

20.05.2025

Con 55 años de carrera, podríamos decir que es ahora cuando Sparks concita el favor de un público más amplio que nunca. La banda de los hermanos Ron y Russell Mael publica este viernes 23 de mayo su trigésimo álbum, “MAD!” y pocas semanas después, el 12 de julio, actuará en el festival Bilbao BBK Live, el mismo día que lo hacen sus alumnos españoles más aventajados, Hidrogenesse. El compositor Ron Mael nos habla por videoconferencia.

R

on Mael (Los Ángeles, 1945) y Russell Mael (Los Ángeles, 1948) son el teclista y principal compositor de Sparks y su cantante, respectivamente. Hijos de un matrimonio estadounidense de orígenes rusos, austríacos y polacos, el mundo de la cultura no les era ajeno: su padre, Meyer, era diseñador gráfico y caricaturista, y su madre, Miriam Moskovitz, bibliotecaria, y de ellos adquirieron el interés por el cine, las artes visuales y la literatura, que ambos hermanos estudiaron en la Universidad de California en Los Ángeles.

De esa coctelera de influencias nacería Halfnelson, ese era el primer nombre de la banda, con el que editaron un álbum homónimo producido por Todd Rundgren en 1972. Tras rebautizarse como Sparks en alusión a los hermanos Marx, a finales de ese año lo reeditaron como “Sparks”. El sentido del humor, la provocación y una cierta querencia por mezclar rock y cabaret y la estética teatral del musical se confabularon para que con sus primeros discos no pasara nada, para sorpresa del productor, que pese a admitir lo extraña que era y lo fuera de la corriente dominante que estaba su propuesta musical, apreció las notables posibilidades comerciales que le decidieron a apostar por ellos.

No obstante el fiasco inicial, los hermanos Mael recibieron una propuesta de Island Records para trasladarse a vivir a Reino Unido, donde su música podría verse arropada por toda una corriente emergente, el glam rock de T. Rex, Sweet, Slade o Gary Glitter y… ¡bingo! Un primer single, “This Town Ain’t Big Enough For Both Of Us”, y una sonada aparición en el influyente programa de televisión ‘Top Of The Pops’ los convirtió de la noche a la mañana en la sensación del momento.

Lejos de asentarse en la fórmula que les abrió las puertas, Sparks comenzaron a cimentar su trayectoria a base de sorpresas musicales y continuos cambios de dirección, incluido su trabajo con productores como Tony Visconti, famoso por sus trabajos para Bowie, o Giorgio Moroder, responsable de éxitos para Donna Summer. A lo largo de la década de los ochenta, los Mael pasaron de una discográfica a otra y en los noventa publicaron otro de sus discos importantes, “Gratuitous Sax & Senseless Violins” (Logic, 1994), y empezaron a asociarse con una nueva generación de músicos, como Faith No More y Finitribe. El dúo también descubrió el sampling y el hip hop y, en el álbum “Lil’ Beethoven” (Lil’ Beethoven, 2002), la electrónica y el minimalismo. Para entonces, aunque no habían explotado a lo bestia como habían hecho Queen, U2 o quien se te ocurra, sí se habían convertido en “el grupo favorito de tu artista favorito”. Y entre esos artistas favoritos que se declaraban fans de Sparks figuran personalidades como Mike Patton, Thurston Moore, Beck, Alex Kapranos, Flea o Morrissey.

En 2008, la pareja se embarcó en Londres en un auténtico tour de force bautizado “Sparks Spectacular”, que consistía en 21 noches (casi) consecutivas –del 16 de mayo al 11 de junio– en cada una de las cuales iban a interpretar íntegramente –y en orden cronológico– los 20 álbumes que habían grabado hasta el momento, con una noche final, la del 13 de junio, dedicada a presentar su vigésimo primer álbum, “Exotic Creatures Of The Deep” (Lil’ Beethoven, 2008).

El año 2021 supuso el del espaldarazo definitivo a su trayectoria: el director francés Leos Carax estrenó en el Festival de Cannes “Annette”, una película musical protagonizada por Adam Driver y Marion Cotillard, basada en una idea de los hermanos Mael con toda una nueva y espectacular colección de canciones, por la que Carax recibió la Palma de Oro al mejor director, mientras que la película se alzaría con cinco premios César de la industria cinematográfica francesa, incluidos los de mejor director y mejor banda sonora original. Al año siguiente se estrenó el documental “The Sparks Brothers”, de Edward Wright, que sirvió como pistoletazo de salida a la etapa más exitosa de su trayectoria, con el lanzamiento de “The Girl Is Crying In Her Latte” (Island, 2023) y ahora de “MAD!” (2025), su debut en el sello londinense Transgressive Records.

“My Devotion”, vídeo realizado por Galen Johnson.


Supe de vosotros por primera vez en 1981, con 18 años. Yo era miembro del club de fans de Queen y me alojé en Londres en casa de otra chica del club con la que me escribía, que también era fan vuestra. ¿Vosotros sentíais que existía ese tipo de “cercanía” con la banda de Freddie Mercury?

Los conocimos a principios de los setenta; tocamos una serie de shows en el Marquee Club, y Queen era nuestro telonero. Ellos mismos montaban su propio equipo y todo... Pero realmente no sentí mucha cercanía, ni en ese momento ni después, aparte del hecho de que hemos tenido a Mack (se refiere a Reinhold Mack) como productor en algunos de nuestros álbumes de los ochenta y que también trabajó mucho con ellos.

¿El éxito de “Kimono My House”, el disco que publicasteis en 1974, os hizo ricos y os ha permitido, a partir de ese momento, poder hacer siempre lo que habéis querido?

Bueno, yo no diría que nos haya hecho ricos, pero sí fue la primera vez que vivimos la reacción que provocó ese álbum y fue la primera vez que alcanzamos un gran número de seguidores por lo que estábamos haciendo. Habíamos grabado dos álbumes en Estados Unidos con los que no pasó nada, así que cuando recibimos la oferta de Island para mudarnos allí y grabamos ese álbum, que tuvo un éxito inmediato, nos dijimos a nosotros mismos “así es como debe ser”.

Siempre se ha dicho que Sparks es una banda que podría haber salido de Londres o Nueva York, no de Los Ángeles. Vivisteis en el Reino Unido de 1973 a 1976, ¿por qué os fuisteis y por qué no volvisteis a vivir a Europa, donde, creo, sois más y mejor apreciados? ¿O me equivoco?

Estuvimos en muchos sitios. El último en que vivimos fue en el sótano del dramaturgo y crítico teatral Kenneth Tynan, en Knightsbridge. En aquella época las comodidades en el Reino Unido no eran lo que son ahora, y era difícil para la gente acostumbrada al estilo de vida del sur de California vivir en un lugar que siempre estaba nublado y que solo tenía cuatro canales de televisión y ese tipo de cosas. Y todo estaba cerrado los domingos. Todo eso ha cambiado radicalmente en el Reino Unido desde entonces. Pero esa es la razón principal por la que volvimos a Los Ángeles.


“En aquella época las comodidades en el Reino Unido no eran lo que son ahora, y era difícil para la gente acostumbrada al estilo de vida del sur de California vivir en un lugar que siempre estaba nublado y que solo tenía cuatro canales de televisión y ese tipo de cosas”

Ron Mael



El primer single de “MAD!” se titula “Do Things My Own Way”. ¿Os referís a la forma en que habéis desarrollado toda vuestra carrera?

Sí, creo que sí. Es la actitud que hemos mantenido desde el principio. Hay mucha gente que se dice músico que se comporta como si estuviera moldeado por fuerzas externas, ya sean una compañía discográfica o simplemente el mercado. Pero nosotros creemos que es mejor hacer lo que uno quiere hacer y esperar lo mejor. Y hemos sido muy afortunados en ese sentido, porque a lo largo de los años hemos tenido suficiente público en varios países para mantenernos en lo que hacemos. Y estamos orgullosos de ello.

Hay una frase en “Do Things My Own Way”,I’m Howard Hughes in Jordan 2’s”, que no sé si entenderán las nuevas generaciones a las que parece interesarles exclusivamente el momento actual y nada del pasado y seguramente no saben quién diablos era Howard Hughes. ¿Hasta qué punto os importa realmente llegar a un público nuevo?

Es muy importante para nosotros y estamos orgullosos de que en los últimos años, y en particular con las dos películas que hemos hecho, “Annette” y el documental de Edgar Wright sobre Sparks, hayamos atraído a bastante gente joven que se refleja en los conciertos. También es muy importante, y estamos orgullosos de ello, haber conservado también una cierta cantidad de fans que han seguido ahí todo el tiempo. Pero lo realmente inspirador para nosotros es que los jóvenes, que no conocían los años setenta u ochenta, aprendan sobre nosotros y parezcan encontrar algo que les interese en lo que hacemos.

Imagino que estáis al tanto de la nota de prensa que nos han enviado en la que se dice que “Running Up A Tab At The Hotel For The Fab” puede estar inspirado en el personaje de la falsa heredera alemana Anna Delvey. ¿Es así?

La verdad es que no. No sabíamos lo que se había escrito ni habíamos pensado en ese personaje hasta que alguien lo mencionó después de escuchar la canción. Era una situación imaginaria sobre un chico que intenta impresionar a una chica que está más allá de sus posibilidades económicas para poder hacerlo.

Admirados, adorados.
Admirados, adorados.


Mi canción favorita del nuevo álbum es “I-405 Rules”. ¿Es una canción irónica o de verdad crees que I-405 es tu “río favorito”?

Bueno, no sé si es mi río favorito, pero lo que te puedo decir realmente es que no fue escrita irónicamente. Hay una belleza real, sobre todo si observas la I-405 (es una autopista que cruza el Gran Los Ángeles de norte a sur) y las líneas de tráfico al atardecer desde las colinas de los alrededores. Es algo realmente hermoso. Y es, efectivamente, como otro tipo de río. Creo que es un lugar emblemático de Los Ángeles.

Aunque no tiene la concisión de “My Baby’s Taking Me Home”, uno de los temas estrella de “Lil’ Beethoven”, en “MAD!” hay una canción, “A Long Red Light”, cuya letra se limita a una frase muy corta. ¿Cuál es, para ti, la importancia de la letra a la hora de crear una canción?

En primer lugar, creo que al 99% de las bandas no les importa mucho la letra. Para nosotros, en cambio, la calidad de las letras en un sentido general es algo realmente importante. Aunque empezamos con la música en cada una de las canciones que hacemos y la letra es lo segundo, creemos que la letra es parte esencial de la canción, y que es realmente importante que la calidad de toda la canción sea tanto musical como lírica. Las letras de algunas de nuestras canciones a lo largo de los años son simplemente minimalistas, como “A Long Red Light”, pero otras también son increíblemente intrincadas. Así que es bueno dominar ambos aspectos.

Otras bandas de hermanos, como The Kinks, Dire Straits, The Jesus And Mary Chain u Oasis, no se han llevado exactamente bien. ¿Sois vosotros el mejor amigo del otro?

No diría que somos los mejores amigos, pero nos llevamos lo suficientemente bien como para poder trabajar juntos. Lo diré así.


“Aunque empezamos con la música en cada una de las canciones que hacemos y la letra es lo segundo, creemos que la letra es parte esencial de la canción, y que es realmente importante que la calidad de toda la canción sea tanto musical como lírica”

Ron Mael



¿Por qué los músicos no suelen quedarse mucho tiempo en vuestra banda? Salvo el guitarrista Dean Menta, que se quedó veinte años, y ahora Steven Nistor, que lleva quince, vuestra banda ha cambiado constantemente de músicos cada pocos años. ¿Ha habido algún momento en que os hayáis considerado una verdadera banda?

En parte se debe a que otras personas quisieron seguir otros caminos. Y otras veces quieres afrontar una situación musical diferente. Nosotros intentamos inspirarnos en músicos más jóvenes, así que ahí es donde estamos ahora. La gente que toca con nosotros es la mejor banda que hemos tenido nunca y todos contribuyen a la hora de hacer los arreglos.

También habéis cambiado a menudo de discográfica y ahora debutáis con el sello Transgressive. ¿A qué se deben tantos cambios?

No lo sé. Siempre que la situación parece estancada con la compañía discográfica es el momento de cambiar. Pero Transgressive parece tener una actitud diferente y más vibrante. Y más joven. Así que esperamos que sea una relación a largo plazo. Nunca entras en contacto con una discográfica pensando que probablemente sea la última. Siempre tienes la esperanza de que sea a largo plazo.

En “The Sparks Brothers”, el documental de Edward Wright, se hace referencia a vuestros muchos altibajos artísticos y comerciales a lo largo de vuestra larga carrera. ¿Ha sido precisamente a partir de “Annette” y del documental cuando empezasteis a disfrutar de éxito artístico y comercial al mismo tiempo?

Creo que en cualquier momento hemos tenido éxitos. Está obviamente el período británico de los setenta, pero luego, en los ochenta, en Los Ángeles, tuvimos un éxito increíble. Y en los noventa tuvimos la canción de radio número uno del año en Alemania (se refiere a “When Do I Get to Sing ‘My Way’”, de “Gratuitous Sax & Senseless Violins”). Eso ha ocurrido en décadas diferentes. Pero ahora, después de las dos películas, es algo más positivo, porque es más consistente y duradero. No parece que vaya a venir una época voluble o inestable. Ahora, por la razón que sea, parece que la gente nos apoya más firmemente que antes. Se ve en los directos, que en general van mejor que nunca.

Ron & Russell Mael: culto supremo.
Ron & Russell Mael: culto supremo.


Por cierto, ya que se dice que sois “la banda favorita del artista favorito de mucha gente”, ¿sentís que habéis sido una influencia directa para alguna banda, como fueron The Beatles, The Rolling Stones o The Velvet Underground?

Obviamente estos grupos que me has citado han tenido una exposición más amplia. Así que hay más bandas que se han sentido influenciadas por ellos. Pero sí nos damos cuenta de la influencia que hemos tenido en otros grupos, por ejemplo últimamente con la versión de The Last Dinner Party de “This Town Ain’t Big Enough For Both Of Us”. A una banda joven le parece que hemos tenido cierta influencia sobre ellos. Pero nos dimos realmente cuenta de ese tipo de influencia a través del documental de Edgar. No teníamos ni idea de que toda esa gente estuviera tan influida por nosotros. Es realmente inspirador para nosotros que un compañero músico se sienta así.

También sois muy cinéfilos. Está ese disco basado en una especie de programa de radio sobre Ingmar Bergman, “The Seduction Of Ingmar Bergman” (Lil’ Beethoven, 2009), además de la película con Leos Carax o las referencias directas al cine dentro de ciertas letras. ¿Qué sabes del cine español?

Siempre me han gustado mucho las películas de Buñuel. Me encantan. Y Pedro Almodóvar también. El cine español siempre se ha pasado por alto: todo el mundo habla de la nouvelle vague francesa o del cine japonés, pero el cine español es muy especial. Recientemente han emitido en un canal de arte y ensayo una serie de cine negro español. Siempre se han hecho grandes cosas en España.

¿Sois visitantes habituales de Ibiza como da a entender la frase “Lights Out, Ibiza”, de “The Rhythm Thief”?

No, nunca he estado en Ibiza. Solo en mi canción. No me parece que sea mi ambiente.


“Siempre me han gustado mucho las películas de Buñuel. Me encantan. Y Pedro Almodóvar también. El cine español siempre se ha pasado por alto: todo el mundo habla de la nouvelle vague francesa o del cine japonés, pero el cine español es muy especial”

Ron Mael



¿Te animas a definir el tipo de fan que tienes según sus discos o canciones favoritas?

No es algo de lo que preocuparse, porque la gente puede rastrear en internet y a la gente joven le gustan los discos más antiguos y a la gente que nos sigue desde hace tiempo también le gustan los discos más nuevos. Así que no hay una relación de uno a uno entre los dos. Ahora todo es como una masa de canciones, mientras que en el pasado había una cronología muy concreta.

Lo decía porque mi álbum favorito de Sparks es “Annette”, que me encantaría ver en escena como ópera. Una de sus piezas, “Six Women Have Come Forward”, me recuerda mucho a Philip Glass.

Yo soy fan de la obra de Philip Glass. La forma en que utiliza tanto la repetición como las voces. Ha sido una inspiración para nosotros.

He leído que estáis trabajando en una nueva película musical, “X Crucior”, y también algo sobre un “medio musical” dirigido por John Woo. ¿Es lo mismo?

Sí. Estuvimos con él el año pasado. Nos expresó su deseo de hacer una película musical, lo que es sorprendente tratándose de John Woo, así que le presentamos este proyecto de musical, “X Crucior”, y dijo“me encantaría dirigir esto”. Así que el año pasado estuvimos trabajando con su equipo en la revisión del guion para que se ajustara más a sus ideas. Pero la esencia de lo que teníamos escrito de antes sigue ahí. Así que va a ser increíble.

Para acabar, ¿habéis podido actuar en el Carnegie Hall, como cantabais en “How Do I Get To Carnegie Hall” de “Lil’ Beethoven”?

Aún no, pero lo haremos. ∎

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