Canción del día

Squid

Building 6502025
Squid, enamorados de Japón. Foto: Harrison Fishman
Squid, enamorados de Japón. Foto: Harrison Fishman

Culminamos el primer turno semanal del año con “Building 650”, un nuevo tema de Squid ideal para neutralizar drásticamente el nivel de glucosa que aún amenaza en forma de roscón monárquico en la nevera de los más golosos –y un ruego a las autoridades: apaguen ese alumbrado navideño, que ya estamos en la cuesta de enero–. Después de “Crispy Skin”, publicado el pasado mes de noviembre, la banda de Bristol siguen liberando tinta china –o más bien japonesa– con el segundo adelanto de su próximo disco, cuya publicación llegará el 7 de febrero en el sello Warp con el título de “Cowards”.

La muy cinematográfica “Building 650” es otro ejercicio de post-punk rock vibrante, con las trazas habituales de jazz y más melodía de lo habitual, un poco entre Tortoise –John McEntire vuelve a mezclar el disco como ya hiciera en “O Monolith” (2023)–, Pixies y me atrevería a decir que los Go-Betweens de la primera época, maestros en sonar asequibles y extraños a la vez: escuchen “Before Hollywood” (1983). Apenas cuatro minutos de acordes discordantes, voz briosa, aromas psicodélicos y giros inesperados como unos sorprendentes arreglos de cuerda que en absoluto te hacen perder el hilo.

Como tantas otras bandas anglosajonas antes que ellos, Squid han encontrado inspiración en la extrañeza que siempre transmite la tierra natal de Yukio Mishima y Ryuichi Sakamoto tras su primera visita en 2022, justo después del levantamiento de las restricciones del COVID, para participar en el festival anual Summer Sonic que se reparte entre las ciudades de Chiba y Osaka. Viandas culturales devoradas durante el vuelo de ida por el líder, cantante y batería de Squid tales como la novela “Sopa de miso” (1997), de Ryu Murakami, y “Lost In Translation” (2003), el inevitable filme de Sofia Coppola, se deslizan a la japonesa, silenciosamente, en los recibidores de “Building 650”.

Si no es por el chivatazo del mismo Ollie Judge, no hubiese sido tan fácil descubrir las motivaciones secretas de “Building 650”. Rebuscando un poco más, resulta que el rascacielos Tokyo Skytree mide 634 metros –o sea, casi– y la letra I’ve seen rarer things like a murderer saying lovely things podría aludir al tópico japonés de “la espada y el crisantemo” acrisolado por la antropóloga Ruth Benedict en su famoso estudio de 1946. El vídeo dirigido presumiblemente en Tokio con actores nipones por Felix Green, Daisuke Hasegawa y Kuya Tatsujo contextualiza definitivamente “Building 650” en la siempre cautivadora Cipango y entre una las más interesantes piezas del quinteto inglés. ∎

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