Visto / No visto

“Jane Birkin By Friends”, el último homenaje

La del pasado sábado en París fue una noche única porque Jane Birkin era única. Cuando sus canciones entran en tu vida ya nunca te abandonan, y los más de veinte invitados a este homenaje así lo quisieron expresar. Tenías que estar allí para creer que realmente sucedió.

Noche estelar en honor a Jane Birkin. Foto: Jorge T. Gómez
Noche estelar en honor a Jane Birkin. Foto: Jorge T. Gómez
E

l sábado 3 de febrero se recordó a la actriz, cantante y modelo británica Jane Birkin (1946-2023) en el teatro Olympia de París, en un emotivo homenaje –“Jane Birkin By Friends”– que sus amigos y familiares quisieron rendirle después de su fallecimiento a los 76 años el pasado 16 de julio. El evento en sí se convirtió en un acto sumamente especial y una oportunidad irrepetible para los que queríamos despedirnos de ella a lo grande, haciendo las delicias de cualquier mitómano francófilo, tanto cinematográfico como musical, entre los que por supuesto nos incluimos.

Reunió a figuras como Fanny Ardant, Carla Bruni, Marion Cotillard, Vanessa Paradis, Keren Ann, Dominique A, Sandrine Kiberlain o Thomas Dutronc, y por supuesto a sus hijas Charlotte Gainsbourg y Lou Doillon, entre otros. El británico Jarvis Cocker fue una de las grandes confirmaciones de última hora. Los ingresos del evento fueron destinados a Restos du Cœur, organización benéfica para financiar programas de ayuda alimentaria y social con la que Jane Birkin estuvo vinculada en diversas ocasiones. Además, la gran gala fue grabada para su posterior emisión y se ha confirmado su primera transmisión en la emisora de radio France Inter el día 9 de marzo.

Todos los que asistimos a esta velada pudimos sentir el poderoso privilegio de unirnos a este encuentro tan especial, así como la fascinación hipnótica de escuchar sus canciones, especialmente tangible en la actuación de Charlotte Gainsbourg y Lou Doillon. La conexión entre las dos se percibió desde el primer momento que pisaron juntas el escenario, ya que ambas habían actuado solas previamente. Durante esta actuación conjunta, interpretando “Quoi”, se unieron de la mano armonizando sus voces tan dispares, la primera con un tono susurrante y envolvente y la segunda con una voz potente y cálida. Ambas con la misma elegancia, sobriedad y poses de su madre. De tal palo, tal astilla.

Charlotte Gainsbourg y Lou Doillon, hermanadas. Foto: Jorge T. Gómez
Charlotte Gainsbourg y Lou Doillon, hermanadas. Foto: Jorge T. Gómez

El programa, lejos de percibirse como un apéndice de la leyenda de Serge Gainsbourg –quien siguió componiendo para Birkin después de su separación, manteniendo una relación creativa y profesional–, nos recordó el maravilloso trabajo de los dos, el talento de un gran compositor al que ella dio forma a través de su inteligencia, actitud y estilo únicos. Algunas de estas canciones conmovieron a todo el teatro, como “Jane B”, interpretada por Marion Cotillard, que fue la encargada de iniciar la velada con su característico tono suave y expresivo. O “Une chose entre autres”, ejecutada por Jarvis Cocker, que, comedido, hizo alarde, cómo no, de su excentricidad interpretativa.

Entre las ejecuciones más aplaudidas de la noche estuvo la de Catherine Ringer, cofundadora de Les Rita Mitsouko, quien ofreció una notable “Ex fan des sixties” y de manera ingeniosa incorporó el nombre de Jane Birkin a la letra. Vanessa Paradis versionó con entusiasmo y muchas tablas la emblemática “Di doo dah”, mientras que la actuación de Eddy de Pretto, el más joven de todos los intérpretes, reveló una conexión profunda con el tema “Fuir le bonheur de peur qu’il ne se sauve” con una interpretación magistral de la misma. Nos dejó atónitos.

“Oh! Pardon tu dormais…”, el precioso y elegante álbum de pop orquestal que concibió en 2020 junto a Étienne Daho y Jean-Louis Piérot, ambos muy cercanos a ella, fue un regalo para los que esperábamos ansiosos seguir disfrutando de sus nuevas canciones. El virtuosismo excepcional de estas composiciones tuvo un gran peso en el repertorio de la noche del sábado, con el desempeño de un enérgico Dominique A en “Ces murs épais” o de Beth Gibbons, íntima y melancólica en “Ghosts”. El propio Étienne Daho salió a escena junto a una de las grandes musas del cine francés, Fanny Ardant, para dar voz a la canción titular del álbum. Pero quizás la interpretación más simbólica e imprescindible fue la de Arthur H en “Cigarettes”, canción con la que abordó Birkin la muerte de su primera hija, la fotógrafa Kate Barry, en 2013. La cantante explicó en distintas ocasiones la depresión que supuso su repentina muerte.

Todos rendidos al recuerdo de Jane Birkin. Foto: Jorge T. Gómez
Todos rendidos al recuerdo de Jane Birkin. Foto: Jorge T. Gómez

Las actuaciones se encadenaron sin interrupciones y en absoluto silencio por parte de los artistas, creando una transición fluida entre las canciones y mostrando su respeto a la homenajeada de manera muy elegante. Se proyectaron en los bises vídeos y mensajes cargados de sentimiento grabados por Iggy Pop, Marianne Faithfull o Rufus Wainwright. Después, las actuaciones de Abd Al Malik, y nuevamente Charlotte y Lou, pusieron el broche final con una ovación de casi diez minutos en la segunda gran entrada de todos los artistas al escenario, ahora junto a la imagen de Birkin proyectada como telón de fondo.

No queremos olvidarnos de Miossec, -M- o Mickey 3D entre los invitados de la noche, ni tampoco de la banda, con cuatro músicos dirigidos por Jean-Louis Peirot y una escenografía minimalista oscura y adornada con cuatro paneles luminosos elegidos por Jane Birkin para sus últimas actuaciones. La cantante, enferma de leucemia, sufrió un derrame cerebral en 2021 y, aunque dio unos pocos conciertos con este formato hasta 2023, muchos de ellos fueron cancelados, como el planeado para el ciclo madrileño Veranos de la Villa en 2022, no oficialmente bajo este motivo. No obstante, nos dejó varios recuerdos memorables en España en los años previos.

Durante la noche del sábado en el Olympia era fácil imaginarla allí, como si estuviera presente entre nosotros, gracias a las voces espectaculares de los artistas que llenaron el teatro. Solo bastaba cerrar los ojos para visualizar su preciosa belleza melancólica, percibir su sonrisa radiante y escuchar su peculiar y apacible voz, la que conservó hasta el final. Merci pour tout.

Etiquetas
Compartir

Lo último

Contenidos relacionados