No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero cuando uno llega a estas alturas de julio sin haber disfrutado aún de unos días de vacaciones, lo hace ya con la lengua fuera. Será que las neuronas se reblandecen, que las sucesivas olas de calor merman nuestra capacidad cognitiva –y que con los años quizá también las llevamos peor, hay que asumirlo– o, sencillamente, que el disco duro que se aloja en nuestra mollera también necesita algo de ventilación, un reseteo o un yo que sé para volver a funcionar con algo de frescura. El caso es que uno está ya para escasos trotes en esto de darle a la tecla, deseando desconectar al menos durante un par de semanas y solo presto a encarar trabajos mecánicos, en los que no deba pensar mucho. Y claro, tampoco llega a todo: si el miércoles pasado nos desayunábamos con la siempre triste noticia que es saber del fallecimiento de músicos que fueron importantes en el siglo XX,
el bluesman John Mayall y, en menor medida, Evelyn Thomas, no habían pasado ni unas horas hasta que alguien me advertía por mi muro de Facebook desde Perú –gracias, Wili Jiménez Torres– de que también acababan de decirnos adiós
Abdul “Duke” Fakir (1935-2024), el único miembro original que aún quedaba vivo de
The Four Tops, como se encargó de recordar Morrissey a través de
su web. Falleció el pasado día 22;
Jerry Miller (1943-2024), el guitarrista de
Moby Grape. Murió el día 20, igual que la cantante
Sandy Posey (1944-2024). Es de justicia que desde aquí también tengamos un recuerdo por ellos.