2024 ha sido un año importante para David Pajo. Abonado desde los tiempos de Aerial M al sello de Chicago Drag City –quienes le han publicado recientemente un álbum de “Peel Sessions” registradas en 1998–, el guitarrista tejano resucita Papa M después de seis años, su proyecto más longevo y mutante en cartera, cambiando otra vez de registro respecto al acústico “A Broke Moon Rises” (2018) –donde se atrevió a versionar “Spiegel im Spiegel”, de Arvo Pärt–, si bien engrasando el mismo motor que impulsa su música desde Slint, el grupo de post-rock donde empezó y cuyo primer álbum, “Tweez” (1989), fue reeditado por Touch And Go recientemente. Además, Pajo ha estado girando con los míticos Gang Of Four, a quienes se unió hace un par de años en sustitución de su guitarrista Andy Gill, fallecido de COVID-19 en 2020. Recordemos también que este prestigioso músico independiente intervino en discos cruciales de gente como Tortoise –“TNT” (1998)– o Bonnie Prince Billy –“I See A Darkness” (1998)–.
Hablábamos de la improvisación como herramienta creativa y de la voluntad de registrar sus momentos más objetivos de fugaz inspiración. Este parece ser el fundamento principal, que no único, de “Ballads Of Harry Houdini”. Dedicado a su viejo amigo Steve Albini (Big Black, Shellac), fallecido el pasado mes de mayo, el quinto álbum de Papa M en veinticinco años comienza con un corte instrumental de título, a priori, humorístico, “Thank You For Talking To Me (When I Was Fat)”. Sus ocho minutos de amenaza krautrock-industrial y coagulante ritmo repetitivo no anticipan el segundo capítulo del disco: “Ode To Mark White”. Una balada a lo Big Star sobre el amor a la vida que Pajo canta como un Tom Waits con menos armónicos vocales y, posiblemente, un historial tóxico más modesto. El vocalista supera las carencias tímbricas –ese factor tan importante a la hora de condensar la particularidad de un músico solista haciéndolo reconocible al instante– con uno de los temas más emocionantes de su cuidado repertorio.
El elemento cambiante característico de Papa M reaparece con “People’s Free Food Program”, donde, en lugar de Joy Division y Can, asomarían esta vez Eno & Fripp por el uso aparentemente regresivo de las guitarras. Una insistente línea de sintetizador y ritmos motorik desarrollan la pieza –hasta seis minutos– de forma sencilla, exploratoria y psicodélica. “Barfighter” supone otra vuelta de tuerca en el esfuerzo de Pajo –vocoderizado en esta ocasión– por no repetir esquemas. No lo consigue enteramente, aunque el clásico riff de sube y baja, un férreo ritmo funk y la geometría disonante de Slint en su zona central podrían constituirse como pruebas suficientes.
“Ballads Of Harry Houdini” transite cohesión gracias a su minimalista ausencia de rellenos. Menos –temas– es –siempre– más. “Rainbow Of Gloom”, de nuevo cantada valientemente por Pajo, contiene versos que ponen los vellos de punta si pensamos que el autor sobrevivió a una depresión con intento de suicidio en 2015: “Puedes encontrarme aquí, en mi pequeña habitación, esperando a que llegue la muerte y se lleve este arcoíris de tristeza”. La cimbreante “Devil’s Tongue”, sexta y última pieza, donde el músico sobrevuela Aerial M con caja de ritmos y aromas fronterizos –recordando también al Tom Verlaine de los discos instrumentales–, cierra un trabajo variado que se decanta por un arcoíris de colores en absoluto lóbregos sino bien definidos, conservando el filo necesario para considerarlo uno de los mejores discos de Papa M. ∎