Jenn Wasner, la mitad de Wye Oak. Foto: Graham Tolbert
Jenn Wasner, la mitad de Wye Oak. Foto: Graham Tolbert

Entrevista

Flock Of Dimes: rosas y espinas

En la mayoría de los casos, las iniciativas en solitario de los miembros de grupos de éxito suelen resultar en obras menores. No es el caso de Jenn Wasner en Flock Of Dimes, donde la mitad de Wye Oak demuestra que todos los trajes que pruebe su voz resultarán espléndidos. La última prueba, el flamante disco “Head Of Roses”.

Seguir la trayectoria de Jenn Wasner durante más de una década ha sido uno de esos placeres exquisitos que van en aumento con cada nuevo disco donde aparece su nombre, desde los comienzos junto a Andy Stack en Wye Oak a su proyecto en solitario, Flock Of Dimes, con el que acaba de publicar su segundo trabajo, “Head Of Roses” (Sub Pop-Popstock!, 2021). Una obra que debería confirmar a Wasner como una voz destacada de la escena alternativa estadounidense.

Durante años, y especialmente a partir de “The Knot” (Merge, 2009) y “Civilian” (Merge, 2011), las melodías cegadoras de Wye Oak fueron perseguidas por las comparaciones con otra pareja de Baltimore, Beach House, algo que Wasner parece haber superado. “Me encantan Beach House, y puedo entender que nos comparasen en aquel momento, pero no creo que nuestras composiciones fueran tan parecidas. De hecho, creo que si alguien escuchara a ciegas una canción suya y otra de Wye Oak, podría distinguirlas muy fácilmente. La única semejanza real que percibo es que tanto ellos como nosotros procedemos de Baltimore, y somos un dúo chico-chica. Yo escribía de modo distinto a Victoria (Legrand). Ella construye las melodías con la voz, mientras que las mías van desde mi cabeza al teclado. Al menos, así era antes; últimamente estoy cambiando. Pero supongo que no soy la persona más indicada para responder esto, mi punto de vista no es imparcial”.

“La música, fuerza de paz reconfortante capaz de curar”. Foto: Graham Tolbert
“La música, fuerza de paz reconfortante capaz de curar”. Foto: Graham Tolbert

Ya en los primeros días de Wye Oak, Wasner tenía decidido mantener un proyecto en solitario. Al principio fueron solo algunos singles, pero en 2016 llegó “If You See Me, Say Yes” (Partisan), puesta de largo como Flock Of Dimes. “Lo hice porque compongo mucho y la industria funciona a un ritmo más lento; tenía mucho material que quería ver publicado. Una parte de mí necesitaba explorar el proceso creativo tomando yo todas las decisiones. Paradójicamente, aprendí que eso no es tan fácil y, sobre todo, me hizo valorar la comodidad de formar parte de un grupo con Andy y no tener que asumir yo todos los pasos. Por ello, actualmente prefiero encontrar a las personas adecuadas para cada parte. Una decisión de la que me siento muy satisfecha”.

Tras trabajar con Dungeonesse y acostumbrarse a una producción más electrónica, el debut largo como Flock Of Dimes –mezclado con John Congleton, quien ya participó en “Civilian”– supuso un primer paso que coincidió con el refuerzo de su amistad con Amelia Meath y Nick Sanborn al abrir para Sylvan Esso en un tour europeo, además de comenzar a tener un currículo envidiable en discos de otros –Sharon Van Etten, Shearwater, Loma, Future Islands, Helado Negro, Bon Iver, etc– que le servirían de cara al futuro.

“Me encantan Beach House, y puedo entender que nos comparasen en aquel momento, pero no creo que nuestras composiciones fueran tan parecidas. De hecho, creo que si alguien escuchara a ciegas una canción suya y otra de Wye Oak, podría distinguirlas muy fácilmente”

Jenn Wasner

Y así se llega a 2020, el año que nos cambió la vida a todos. Aprovechando el confinamiento, Wasner repescó cinco composiciones de su libreta y las publicó en junio en el fantástico EP “Like So Much Desire” (Sub Pop), con arreglos de piano y cuerdas para reflejar el momento de introspección vulnerable que la embargaba. “Cuando atravesaba esa etapa oscura que todos hemos vivido, la música me empezó a recordar que es una fuerza de paz reconfortante capaz de curar. Quise contribuir de la manera que pudiese para apoyar todo el movimiento colectivo comunitario. Sentí la urgencia de publicarlas porque pensé que podía ayudar”.

Al mismo tiempo, además de componer desde aquel estado de ánimo el grueso de “Head Of Roses”, participó en “WITH” y “WITH LOVE”, dos increíbles conciertos sin público y filmados donde Sylvan Esso revisan junto a buenos amigos –y mejores músicos– su catálogo en modo más orgánico. Ahí está la percusión de Matt McCaughan, las guitarras de Meg Duffy o las voces de Mountain Man, las excompañeras de Amelia. “He interactuado con estas personas en varias ocasiones, por eso creo que lo que Amelia y Nick buscaban era el aprecio que todos sentíamos mutuamente, tanto o más que por nuestras habilidades instrumentales o vocales”.

Jenn, transición emocional. Foto: Graham Tolbert
Jenn, transición emocional. Foto: Graham Tolbert

Tal vez por ello Jenn ha fichado a Nick Sanborn para ejercer de coproductor en “Head Of Roses”. “Nick es excepcional. Tiene una combinación de habilidades única. No es solo la parte técnica. Además de conocer el modo en que todas las máquinas funcionen con cohesión, tiene la facultad de entender una idea y convertirla en realidad, con capacidad de navegar en los dos mundos, creando espacios acogedores donde te sientes segura y presente para experimentar”.

El tramo inicial del álbum contiene las tres piezas anticipadas como singles, “Price Of Blue”, “Two” y “Hard Way”, repletas de un vigor airado –sobre todo en ese final de guitarra incendiaria de Jenn en la primera– que contrasta con los arabescos finos de Meg Duffy en “Walking” y “Awake For The Sunrise”. Y es que la segunda mitad –a partir de “Lightning”– nos muestra a una autora de vuelta a su sensibilidad íntima. “Creo que el álbum es bastante variado. Pretendía mostrar las distintas facetas de mi personalidad, un poco como una ‘mixtape’. Nos hemos concentrado en que cada composición tuviese una identidad individual y a la vez formase parte de una unidad. Ciertamente, se produce un cambio a mitad de la grabación, fruto de un proceso cronológico; una energía inicial no exenta de un dolor atractivo, incluso de rabia, que deja paso luego a un sentimiento de paz y aceptación, culminando con un rastro de misericordia. Me alegra comprobar que esta transición emocional del sonido sea perceptible”.

Quedan para el final de la entrevista las preguntas de fan, una delicia debido a ese currículo de lo más selecto. No la veo alquilando su talento en sesiones a sueldo, sin importar el artista. “Exacto. El artista importa. No creo que sea tan buena para un oficio así, ya que, por mi manera de relacionarme con la música, me pesa más lo emocional que lo profesional. Si no encuentro el tipo de interés o atracción para comprender lo que se pretende transmitir, mejor no entro”. Le menciono su afinidad con Kurt Wagner de Lambchop. “¡Es uno de mis héroes! Me inspira muchísimo su forma de seguir explorando sonidos, así como su integridad insobornable. Es increíble”.

“El artista importa... Por mi manera de relacionarme con la música, me pesa más lo emocional que lo profesional. Si no encuentro el tipo de interés o atracción para comprender lo que se pretende transmitir, mejor no entro”

Jenn Wasner

Le pregunto si le gustaría trabajar con otros productores muy exitosos con artistas femeninas. No me atrevo a insinuar a Andrew Sarlo o Josh Kaufman, aunque sí a Jack Antonoff. “No conozco a Jack personalmente. No es un problema de calidad sobre cantidad, sino de pequeños detalles para mí que deben ser resueltos y no pasados por alto”. Le menciono otros músicos ahora mismo en alza, como Blake Mills, Rob Moose o Sam Gendel. “Con Sam hemos hablado, pero en este momento ambos tenemos agendas muy llenas”. Imagino, sin embargo, que tendrá algunos músicos en la cabeza con los que le gustaría colaborar. “Ahora mismo solo se me ocurre Greg Copeland”. Salto de mi silla y le enseño por Zoom la portada, que casualmente tenía a mano, de “Revenge Will Come” (1982). “No, no, me refiero a Glenn Copeland, ahora más conocido como Beverly Glenn-Copeland (artista trans de 77 años). No se me ocurre ninguno más... Cuando lo piense detenidamente, te mando un mail. Me gustaría responder a esta pregunta con calma”. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados