Tres años después de su magnífico álbum “Qubits” (Sonido Muchacho, 2022), Erik Urano ya tiene lista su continuación. Este “Gluones” es su primer adelanto y lo muestra aún más visionario a la hora de imaginar la música de un extrarradio futuro que parece discurrir, al mismo tiempo, en el cuerpo, en el entorno más terrenal y en algún lugar más cerebral y abstracto, puede que en el interior de la propia mente como unas gafas de realidad virtual.
“El odio une como gluones / Yo rompí lazos como parné / Es la fricción de la nueva carne”. Así comienza sus rimas el vallisoletano, secundado por otra producción infecciosa de su aliado habitual Merca Bae. Las atmósferas de grime frío y duro conviven con bases de reguetón para dar forma a esa especie de desequilibrio natural al que alude la canción. Vale la pena rescatar la explicación que de su título ofrece Urano en el comunicado que acompaña al lanzamiento de la canción: “En física, los gluones son las partículas elementales que actúan como un pegamento invisible: mantienen unidos a los quarks para que existan protones y neutrones, es decir, para que exista la materia tal y como la conocemos. No tienen masa ni carga eléctrica, pero sí una singular ‘carga de color’ que hace que incluso ellos mismos se atraigan. Su nombre viene de glue (pegamento), y funciona como una bonita metáfora: los gluones son esa fuerza silenciosa que mantiene todo en pie sin que podamos verla”.
Todo eso se traduce en 2 minutos y 45 segundos plagados de hallazgos. Entre los segundos 00:33 y 00:50 fluye la voz melodiosa del jamaicano Skeng, uno de los últimos ídolos subterráneos del dancehall, y en la segunda mitad de la canción es el rapero valenciano Hoke quien entra con un flow lanzado con un estilo vocal tan natural que desconcierta precisamente por eso.
Hilos invisibles todo el tiempo entre formas y conceptos que sugieren, invitan a pensar y, sobre todo, funcionan. “Fumo blando / Loctite / Dedos sticky / La sombra de la razón tras un hiperlink / Yo dije simple, no fácil / Lo luzco como Gucci, lo trato como Yarbiss”. Todo un prodigio de precisión, inteligencia y baile hipnótico que ha sido grabado y mezclado por Harto Rodríguez y es completado por un videoclip a cargo de Duelo. ∎