Se acabó la fiesta chillma.
Se acabó la fiesta chillma.

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Chill Mafia

“Ya no nos resultaba tan estimulante trabajar juntos”

Fotos: Óscar García

19.11.2024

Han pasado apenas cinco años desde la irrupción del colectivo navarro Chill Mafia. No han necesitado más para poner patas arriba la escena urbana de Euskal Herria con su combinación única de autenticidad y falta de complejos para aunar tradición y novedad. Ahora se despiden. Lo hacen, como siempre, con generosidad y, dicen, con alegría: con un nuevo trabajo y una gira final.

E

sa mezcla de chándal y txapela, de folclore y ritmos urbanos, de letras provocativas e iconoclastia gamberra, convirtió rápidamente a Chill Mafia en todo un fenómeno de la escena musical vasconavarra. Era 2021 y su primer disco, “Ezorregatik X Berpizkundea”, revolucionó la euskal música. Antes habían autoeditado un par de mixtapes: “Young, Gifted & Basque” (2019) y “Tabako” (2020). Con miles de horas de punk, rap, reguetón y trap en los oídos, reivindicando a referentes de distintas generaciones como Xabier Lete o Cicatriz, este colectivo musical –un grupo de amigos y creadores de Pamplona– se ha convertido en una de las propuestas más interesantes del norte del país.

Tras unos cuantos singles y el recopilatorio “Kanta latzenak”, Chill Mafia se despide ahora como grupo con un nuevo trabajo de estudio, “Agur eta ohore x Allá va la despedida” (Oso Polita, 2024), una mixtape de nueve temas donde vuelven a mostrar su inquietud por explorar nuevos territorios musicales. Un camino que ha llevado a la banda a dejar una impronta imborrables en la escena y a sus miembros a vivir experiencias increíbles y fraguarse un futuro en el oficio de la música. El grupo acompaña el disco con una gira de despedida que ya ha pasado por Vitoria-Gasteiz, Logroño y Rentería y que en diciembre recalará en el festival Santaspascuas de Pamplona (25). En enero turno para Bilbao (3) y en febrero escala en Madrid (26). Para marzo, dos últimas citas en Barcelona (7) y Bilbao (28), donde organizarán una fiesta de más de diez horas que también contará con un concierto de Metrika, varios DJs y la presencia de amigos como Nerve Agent, Hofe X 4.40 o Euskoprincess, entre otros.

Para hablar de todo ello, nos encontramos en las oficinas de Last Tour en Pamplona con Julen Goldazarena aka Flako Fonki y Beñat Rodrigo aka Kiliki Frexko, dos de los cantantes del colectivo que completan Beñat Abarzuza aka Ben Yart (voz), Martin Cervantes aka Tuli (producción), Sara Losua aka Sara Goxua (DJ) y Alessandro Martins aka Suneo (productor).

“Hombre clavo“ feat. Nerve Agent. Canción del álbum “Agur eta ohore X Allá va la despedida”.

¿Estamos ante la despedida definitiva de Chill Mafia?

Kiliki: Para mí, esto sin duda es un adiós. Otra cosa es que de aquí a diez años nos entre la nostalgia para hacer un bolo. Yo creo que el proyecto está agotado. Ha llegado un momento en el que habíamos dicho todo lo que teníamos que decir con chillma. Nos dimos cuenta de que ya habíamos conseguido lo que queríamos, que era introducir un tipo de sonido en Euskal Herria. Y creo que ya está cumplida la misión de Chill Mafia.

Flako: Antes de disolvernos, los miembros del grupo llevábamos ya mucho tiempo sin trabajar juntos. En lo personal yo sentía al grupo muerto mucho tiempo antes de esta despedida. Y, al menos para mí, esta decisión ha sido una liberación.

Kiliki: Es que me he dado cuenta de que, en realidad, decidir dejarlo ha sido lo que nos ha llevado a volver a trabajar juntos. Para mí, el momento en que supe que este grupo no iba a ir a ningún lado fue cuando me puse a hacer música otra vez. Pero a pesar de que ya no seamos un grupo, seguimos sin hacer música solos, seguimos trabajando y colaborando entre nosotros, pero en distintos proyectos.

Flako: Estoy de acuerdo en que ya no nos resultaba tan estimulante trabajar juntos como antes. A mí ahora mismo me motiva mucho más hacer música yo solo, para mí. Ahora puedo hacer música, pero no en base a esa filosofía Chill Mafia. Cuando hago música, tengo una historia mental que me dice que estoy entrando en modo Chill Mafia, con unas consignas que ahora me puedo saltar cuando trabajo yo solo.

Kiliki: Creo que este es el sentir de todo Chill Mafia, de todo el grupo. Se ha anunciado esta despedida, pero ninguno estamos tristes. En realidad, estamos contentos e ilusionados ante otras etapas vitales que se abren.

¿En qué momento se tomó la decisión de la despedida?

Kiliki: Fue durante una reunión en junio de este año. Recuerdo que estábamos pensando en hacer una gira para dejarlo y, de repente, todo empezó a molar más.

Os despedís con nuevo disco. ¿Cómo lo habéis gestado?

Flako: Hacer el disco era una forma de revivir la llama de Chill. Llevábamos un montón de tiempo sin sacar nada y de repente dijimos “vamos a trabajar”. Así que empezamos, pero no estábamos motivados, Y dijimos: “pues lo dejamos”. Y acabamos recurriendo a nueve canciones sueltas hechas hace tiempo.

Kiliki: Nos daba pena no ofrecer algo nuevo a la peña. Es que algo que casi sonaba a recopilatorio como disco, de repente, al decir adiós, no tenía sentido. Y canciones que no tenían sentido en su momento, ahora lo tienen.

Flako: “Txintxo” la teníamos hecha desde hace tres años. Y la más reciente es “Mus corrido”. Hay varias canciones de este disco que tienen mucho tiempo. No ha sido “vamos a hacer un disco”. Son canciones sueltas que hemos ido haciendo.


“Ha habido momentos increíbles, como conocer a Fermin Muguruza o a Gorka Urbizu, que cuando yo era adolescente me parecían inalcanzables y de repente veo que me respetan… He hecho amistades, me lo he pasado increíblemente bien, me he puesto más ciego que el copón…”

Flako Fonki



¿Habéis intentado dar al disco alguna estructura?

Flako: Más o menos. Comenzamos con una jota como introducción. Y el cierre merecía una canción más sentida y más triste, como despedida. Más bien hemos buscado un orden un poco abstracto. Y al final “La cumbia del Hombre Araña” como algo gracioso y bailongo. Y lo demás, pues en medio.

Kiliki: En realidad, creo que no ha habido una reflexión detrás de nada de este disco.

¿Cómo habéis planteado la gira de despedida?

Flako: La forma de enfocar esta gira va a ser pasárnoslo bien nosotros y a tomar por el culo, para despedirnos de la gente.

Kiliki: No parecerá una gira de presentación de este disco. No tendría sentido decir adiós y no tocar las canciones más icónicas; yo, como público, me sentiría estafado.

Flako: Y además, el disco dura 25 minutos. Va a ser todo igual, solo que la despedida será para pasarlo de puta madre.

¿Qué planes tenéis a partir de ahora?

Kiliki: Yo hace cuatro o cinco meses me puse a producir canciones y tengo ya siete temas para un EP. Lo sacaré en febrero. Y los demás, después. Seguro que irán saliendo cosas. Por pura inercia seguimos trabajando con quienes lo hacemos a gusto, que además son nuestros amigos,

Flako: Nos verán colaborando juntos. Igual no de una forma tan grupal, será algo más disperso, uno haciendo algo con otro, no todos juntos en el mismo proyecto.

¿Qué balance hacéis de estos años?

Flako y Kiliki: ¡Ha sido superpositivo! (al unísono).

Flako: He tenido también épocas muy malas, pero el balance es superpositivo. Me he expuesto a cosas que no me gustan, pero también ha habido momentos increíbles, como conocer a Fermin Muguruza o a Gorka Urbizu, que cuando yo era adolescente me parecían inalcanzables y de repente veo que me respetan… He hecho amistades, me lo he pasado increíblemente bien, me he puesto más ciego que el copón… He tenido acceso a mogollón de cosas con las que ni siquiera hubiera soñado de no haber estado en el grupo.

Kiliki: Pues yo ahora tengo un futuro profesional que hace cinco años no tenía dentro del mundo artístico.

Tuli, Kiliki Frexko, Sara Goxua, Flako Fonki y Ben Yart.
Tuli, Kiliki Frexko, Sara Goxua, Flako Fonki y Ben Yart.


¿Cómo habéis vivido el convertiros tan rápido en un grupo tan importante para tanta gente?

Flako: Yo creo que hemos marcado a un país, el País Vasco. Pensar que dentro de 40 años pueda decir “hostia, yo tuve mucho que ver en cierta corriente artística”... ¡Eso es muy harto! Pensar que fue como un punto de inflexión…

Kiliki: Es que la escena vasca no está igual ahora que antes. Y solo por eso lo que nos pueda venir a partir de ahora nunca será tan sorprendente. Aunque uno de nosotros consiguiera meter 10.000 personas en un pabellón, sería loco, pero no sería tan loco como lo que nos ha pasado hasta ahora, que partíamos de la nada. ¡Al principio nos daba hasta vergüenza pedir 400 euros por un bolo, imagínate!

Flako: Yo creo que a nivel estatal hemos sido un grupo importante, a tener en cuenta. Pero a nivel Euskal Herria, la existencia de chillma es fundamental para explicar el desarrollo de la música en este país.

Kiliki. Lo más duro ha sido ver que hay gente, colegas o conocidos del barrio para los que ya no eres el Beñat, eres el Kiliki. Te tratan diferente, eres famoso y despiertas envidias. Que en el fondo me da igual, porque esta gente nunca fueron tus colegas de verdad. Y lo mejor ha sido sentirme útil por primera vez en mi vida.

Flako: Para mí, lo más duro ha sido tener que gestionar mis inseguridades, a veces me dan brotes de inseguridad. Y lo más guay, ir a ciertos sitios y que la gente te trate guay sin conocerte.

Kiliki: Pues yo no sé cómo gestionar ese cariño.

¿Qué ha supuesto para Chill Mafia haber sido un grupo de Pamplona?

Kiliki: Ser un grupo de sonido urban pero tan heterodoxo en cuanto a géneros tiene mucho que ver con Iruña y con el espíritu tijuanero (se refiere a Tijuana In Blue, el grupo pamplonés que desarolló su hedonista visión del puk durante la segunda mitad de los años ochenta). Iruña es una ciudad chiquita que tiene mucho del Opus, donde la moral es importante, igual que tus apellidos y saber de qué familia vienes. Pero a la vez en esta ciudad siempre han pasado muchas cosas. Cuando nosotros llegamos, recogemos testigos de muchas cosas que han pasado aquí. Chillma no sonaría así en Madrid, pero tampoco en Donosti. Y ahora están saliendo muchas propuestas interesantes a nivel Euskal Herria, como Melenas, un grupo muy concreto que también es de aquí. En Iruña las cosas tienen su toque.


“Iruña es una ciudad chiquita que tiene mucho del Opus, donde la moral es importante, igual que tus apellidos y saber de qué familia vienes. Pero a la vez en esta ciudad siempre han pasado muchas cosas. Cuando nosotros llegamos, recogemos testigos de muchas cosas que han pasado aquí. Chillma no sonaría así en Madrid, pero tampoco en Donosti”

Kiliki Krexko



¿Y fichar por Oso Polita?

Flako: Para mí ha supuesto un apoyo increíble. Como somos unos putos disfuncionales, ha sido imprescindible alguien que tome las riendas… Sin ellos, seguramente, hubiéramos desaparecido en menos de un año. Nos ha quitado muchísimo trabajo que no seríamos capaces de hacer, como responder mails, hacer cuentas, el booking…

Kiliki: Yo creo que nos ha permitido la profesionalización. Es que cuando empezamos no teníamos ningún tipo de código de cómo funciona esto. Nosotros sabíamos hacer música, pero cuando entra la lógica del capital, y entra siempre porque vivimos en el mundo en que vivimos, no sabíamos cómo manejarnos. ¡Si nos parecía que 400 euricos por un bolo era pedir muchísimo dinero, y estamos hablando de que éramos uno de los grupos de los que más se había hablado en Euskal Herria ese año! Hay cosas de las que no te enteras cuando estás haciendo música en tu casa, pero que son fundamentales para llevar un proyecto. Y nosotros lo único que hemos hecho toda la vida son canciones.

Flako: De Oso Polita me ha encantado haber podido delegar responsabilidades para poder centrarnos en lo que sabemos hacer bien, música. Me encanta no tener que llevar las cuentas ni tener que dar explicaciones de lo que hacemos.

¿Cómo veis el panorama musical actual?

Kiliki: Yo Iruña ahora mismo la veo igual de interesante que cuando empezamos, porque ya pasaban cosas. Por ejemplo está Borla. Y a nivel Euskal Herria lo veo más interesante que hace cuatro o cinco años. Veo otro tipo de perfiles haciendo música, otro tipo de sonidos que antes eran impensables…

Flako: Yo veo muchas semillas. Veo mucha gente joven que se nota que se han inspirado en nosotros y que dentro de algunos años pueden estar haciendo cosas bastante hartas. Yo escucho mucho últimamente a Yahir Saldivar, un mexicano que hace narcocumbias, aunque no escucho demasiada música contemporánea.

Kiliki: Yo últimamente escucho reguetón viejo, los Luny Tunes como productores, Giorgio Moroder…


Un revulsivo en la escena vasca.
Un revulsivo en la escena vasca.


¿Qué os parece un fenómeno como ZETAK?

Kiliki: Francamente, me parece un cagarro increíble. Los chavales que salen ahora te podrán gustar más o menos, pero tienen alma y hay una movida sincera, y yo eso en ZETAK no lo veo.

Flako: Yo creo que llena un cupo de música que alguien tiene que llenar, que es el pop indiferente. Y en ese aspecto creo que lo hace bien.

Kiliki: Pero podría hacerlo mucho mejor. Aquí no tenemos ninguna cultura musical de ciertas movidas como la electrónica, y ZETAK es parte de la culpa de eso.

Flako: Quizá genera un vacío que él mismo llena. Musicalmente no le veo sentimiento tampoco.

¿Dónde os veis dentro de diez años?

Kiliki: Me gustaría habérmelo currado lo suficiente y haber tenido la suficiente suerte como para poder asumir el adelanto de una hipoteca. Y seguir parecido, tranquilo y con salud.

Flako: A mí me gustaría ser independiente económicamente y tener algún trabajo estable que me guste. No me veo como músico, no me veo viviendo así toda la vida, pero sí de algo derivado de la música.

Kiliki: Pues yo el día que deje de ser músico en activo me gustaría ser productor.

¿Algún mensaje para la posteridad?

Kiliki: ¡A tope con Hezbolá!

Flako: ¡Panamá, me debes cinco pavos! ∎

Ofertas que no se pueden rechazar

“Ezorregatik x Berpizkundea”
(Autoeditado, 2021)

Doble mortal con un disco inaudito. Con este álbum, acompañado por un puñado de videoclips de producción chillma, el colectivo musical de Iruña marcaba un claro punto de inflexión en la escena vasca y en los sonidos que imperaban en el panorama musical euskaldún. Esta cuadrilla de amigos crecidos en diversos puntos de la periferia de Pamplona –Mendillorri, Rotxapea, Ansoain, Villava– se atrevía a algo tan insólito como versionar, en clave de Auto-Tune, una canción tan especial como el clásico de Xabier Lete “Gazte arruntaren koplak”. Un discurso que no se quedaba solo en la música y que entraba de lleno en unas letras cotidianas y cercanas, con un toque de nostalgia y otro bizarro y gamberro. Para la chavalería de Euskadi y Navarra, resultó muy fácil identificarse con ellos y no tardaron en establecerse como una de las propuestas más sólidas y rompedoras del panorama urbano vasco y, en poco tiempo, también estatal.

“Kanta latzenak”
(Oso Polita, 2023)

Con una trayectoria todavía corta, Chill Mafia tuvo la insolencia de editar un disco recopilatorio con sus grandes éxitos. Estos navarros, a quienes nunca ha interesado cumplir con los estándares tradicionales de la industria, incluían en este trabajo una buena selección del repertorio que habían gestado desde su estreno. Aquí encontramos desde clásicos del internet más profundo hasta las joyas populares más recientes del momento. Se podían escuchar en este álbum clásicos de los chillma como “Barkhatu”, “Doraemon”, “Tabako” o Tu ama no tiene la culpa”. Temas que ya conocían sus seguidores a través sobre todo de YouTube. Este disco ponía de manifiesto la voluntad de Kiliki, Flako, Ben Yart y compañía de conseguir que la peña disfrute y se divierta en torno a una forma de entender la música y la vida. Chilla Mafi presentaba, más que una colección de canciones, toda una declaración de intereses para el panorama musical. Pura irreverencia.

“Agur eta ohore x Allá va la despedida”
(Oso Polita, 2024)

Es el disco con el que Chill Mafia dice adiós. Y lo hace con una recopilación de nueve temas compuestos a lo largo de la trayectoria del grupo donde comparten los ritmos urbanos del trap, la electrónica, el punk y el rap con el folclore vasco. Letras siempre provocadoras y la jerga única marca de la casa. Un trabajo en el que encontramos composiciones como “Merezi ote”, versión contemporánea del tema de Gontzal Mendibil. La mixtape también cuenta con la colaboración de los albaceteños Nerve Agent en la enérgica “Hombre clavo”, además de “Puta Ripagaña” –una mezcla de fandango, jotas y electrónica– y “Mus corrido”, historia de desamor al ritmo de música popular mexicana. La grabación de los pamplonicas se completa con “Txintxo”, entre reminiscencias reggae, o “Ídolo caído”, revisión del clásico de Brigada Criminal. Al canto pop-punk de “Animal Crossing” le sigue, ya en el cierre, la divertida cumbia de “Speederman” (“Hombre Araña”). ∎

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