Cabezas de ratón

n pleno centro de Madrid, en una bodega de lo más castiza. Allí hemos quedado con La Paloma para hablar de su primer largo, “Todavía no” (La Castanya, 2023). Llego a la cita con la idea de encontrarme con cuatro músicos, pero, como me explicarán más tarde, el grupo madrileño vuelve a ser un trío, formado por Lucas Sierra (guitarra y voz), Nico Yubero (guitarra y voz) y Juan Rojo (batería), tras la marcha del bajista Rubén Almonacid, quien formó parte del equipo artístico que ha dado forma a este larga duración que está cosechando críticas favorables.

Es un momento de cambios, de reestructuración y de asentar lentamente lo que es y lo que va a ser La Paloma. El grupo brilla de un modo especial, como lo hacen los proyectos que pueden llegar a ser verdaderamente importantes a nivel popular. Creo que los tres son muy conscientes de ello, y lo hablaremos a lo largo de los siguientes cuarenta y cinco minutos, mientras apuramos los cafés de la primera hora de la tarde y la grabadora cumple con su trabajo. El registro de audio empieza en mitad de una frase, mientras Nico explica: “… Este disco lo grabamos entre febrero y marzo del año pasado. Estuvimos en Metropol con Diego Escriche quince días encerrados ahí. Lo trabajamos durante más tiempo, pero de estudio tuvimos unos quince días…”.

¿Haciendo preproducción?

Nico: Haciendo preproducción estuvimos un mes, puliendo las canciones y tal. Queríamos darle la importancia a la producción. Sobre todo buscar el sonido, como un vibe… que tuviera un rollo equis y yo creo que por lo menos al rollo que queríamos nos acercamos bastante.

Pero ¿qué teníais en mente?

Nico: No sé, yo creo que queríamos pulir más… queríamos buscar una propuesta que…

Juan: Teníamos claro cambiar el sonido del EP (habla de “Una idea, pero es triste”, el EP de cinco canciones también editado por La Castanya con que debutaron en 2021), no buscar la misma línea de sonido que en él, sino darle un poco más de claridad a la voz, más definición a algunas cosas…

Nico: A todas en realidad.

Juan: Y al darle definición a cada pista, queríamos mirar mucho cómo iba a ser cada parte, cada melodía y cada arreglo.

Nico: Como queríamos que fuera más cristalino de alguna forma, eso exigía unir un poco más todas las partes. Las guitarras, las baterías, los bajos… cada una por su cuenta y luego todas juntas. Estuvimos dándole muchas vueltas a eso, con muchas horas en el local de ensayo, grabamos demos y las regrabamos. Básicamente para meternos en el estudio e ir a piñón fijo porque el tiempo de estudio al final cuesta pasta y teníamos un tiempo limitado y queríamos darle más vueltas de las que nos podíamos permitir en aquel momento. Lo suyo es hacer todo eso en el estudio porque te da pie a utilizarlo de una forma más creativa. Nosotros en este caso lo usamos como una herramienta para grabar, aunque ahí van saliendo cosas. Esta vez lo hemos hecho así.

Pero ¿teníais algunos referentes claros?

Lucas: Siendo nuestro primer disco como tal, sí que teníamos claro que no queríamos sonar como el resto de bandas que están sonando ahora mismo, en el sentido de que trabajamos con Diego Escriche, que no es un nombre muy conocido en la escena en cuanto a producción. En España de lo que se escucha que se pueda comparar con nosotros siempre son como los tres o cuatro mismos productores, que no tienen nada malo y hemos grabado con ellos en otras ocasiones, pero sí queríamos… Nuestros referentes no están en España en cuanto a sonido. Si escuchamos música de fuera, ¿por qué íbamos a sonar como cualquier otro grupo de España? Y eso lo llevamos también a la parte de grabación en cuanto a referencia de cómo queríamos sonar.

Juan: Teníamos también discos de referencia de sonidos…

Nico: Había discos, pero eran referencias un poco vagas, tampoco teníamos un disco al que queríamos sonar.

Lucas: Pero sí que era crucial que no sonara como si hubiera sido grabado por la misma gente de siempre. Queríamos sonar más frescos, que sonara como si pudiera ser de fuera.

A mí las guitarras me recuerdan a las de Bob Mould…

Nico: ¿A quién?

… Sobre todo en la época de Sugar.

Nico: Ah, sí, nos lo han dicho. No he escuchado a Sugar en mi vida.

Pues no solo me recuerda el sonido, sino también la forma de tocar. En el uso de bendings, el tipo de acordes y en algunas canciones en el modo de utilizar el bordón, dejando las cuerdas al aire para apoyar.

Lucas: Nico creo que también, pero yo sí que uso mucha cuerda al aire.

Nico: Yo, depende.

Lucas: Yo soy muy guarro tocando.

Nico: No es la primera vez que nos han dicho lo de Sugar, y ni siquiera me lo he puesto. Es verdad que eso también nos hace ver que al final somos una peña que coge un instrumento y se pone a tocar. No estamos inventando nada ni haciendo una cosa loca ni tenemos una propuesta superexperimental ni mucho menos. Al final es inevitable que, aunque sean referencias que no tengamos en absoluto, nos parezcamos a muchas bandas de los noventas, de los dosmil o de ahora mismo en Arkansas.

Lucas: Es curioso lo que dices de la cuerda al aire porque en “Sigo aquí”, la canción que abre el disco, es solo una guitarra y es todo el rato cuerdas al aire para que suene más abierto y parezca que hay más instrumentos ahí.

Me sorprende que estéis teniendo una trayectoria en la que desde el primer momento habéis tenido mucho público, algo que para cualquier banda que empieza es muy difícil.

Nico: Además somos conscientes de que, en ese sentido, lo que nos ha podido pasar no es… Llevamos mucho tiempo tocando y sabemos que es una cosa que nos ha pasado y queremos pensar que es porque nuestras canciones se lo han podido ir mereciendo poco a poco.

Eso es indudable.

Nico: Pero sí es verdad que hemos tenido un golpe de suerte por la atención que se nos ha prestado, que al final, si lo piensas, se resume en la atención que tú consideras recibir, porque hay bandas buenísimas que se han ignorado y han estado tocando en salas vacías. Nosotros en ese sentido sí hemos tenido ese puntito de suerte y hemos podido empezar poco a poco a ir llenando salas. Aunque ha ido muy rápido, también hemos sido bastante, no creo que “conservadores” sea la palabra, pero sí honestos con el punto en el que estábamos para hacer las salas que creíamos que teníamos que hacer. No es que estemos apuntando a una sala enorme, sino que vamos poco a poco viendo que, si se llena una, podemos aspirar a otra un poco más grande.

Yo entiendo que hay una parte de eso, que las canciones conectan con el público, la estética, la actitud en los conciertos. Pero todo parece que responda a un plan preestablecido. ¿Teníais vosotros en la cabeza algún tipo de plan?

Juan: ¡Curro!

No lo digo como algo negativo.

Nico: Nuestro plan es y sigue siendo currar todo lo que podamos, porque al final esto requiere de un trabajo bestial, e intentar llevar a la banda a donde podamos. Pero, como te he dicho antes, desde la honestidad de saber leer el punto en el que estás y darle la importancia que se merece a tu banda y a tu música. Hombre, siempre haces planes y si el anterior concierto ha sido en El Sol y se ha llenado, para el siguiente vas pensando en algo más grande. La estrategia es algo que nadie te puede negar, en la música y en cualquier cosa. Pero sí que es verdad que nosotros hemos tenido que ponernos las pilas en ese sentido porque, claro, nos han ido llegando cosas muy rápido. Incluso el momento de grabar el disco nos llegó muy rápido. Nosotros grabamos este primer disco un mes después de sacar el EP. Ahí tienes que ir haciendo tus planes y tus previsiones.

Me parece una forma inteligente de hacerlo.

Nico: Al final, es tomárselo en serio.

Juan: Yo lo que diría es que, sumando el trabajo al golpe de suerte, al estilo y a otras varias cosas, es dedicación pura. Le estamos dedicando ilusión, cariño, tiempo y todo eso, pero también es por dedicación. Y van saliendo las cosas bien. Le dedicamos mucho tiempo a ensayar, a la puesta en escena, al estilo… Si le pones muchas ganas y tiempo y cariño, la suerte puede llegar.

Nico: Es algo que queremos hacer. Es completamente válido tener una banda de música y no meterle la seriedad y el trabajo que le estamos metiendo nosotros. Lo bueno de tener un proyecto artístico es que puedes darle la importancia que te dé la gana. Nosotros hemos decidido darle esta porque también hemos ido viendo que se ha ido respondiendo a lo que hemos ido haciendo y eso te va dando más ganas, te da energía. Y cada vez el horizonte es un poco más grande y es emocionante e increíble de vivir también. Es una cosa que creo que estamos valorando y que estamos viviendo con mucha ilusión.

Eso se nota, ¿verdad? Notas que hay una vibración especial.

Nico: Claro, joder, es como cualquier cosa. Si las cosas a las que les dedicas un trabajo tienen una respuesta… En este caso es una respuesta del público, en cualquier otro curro es una respuesta de cualquier otro tipo. Si hacemos tartas y de repente a todo el mundo le flipan, te entran ganas de hacer más tartas. Nosotros empezamos haciendo tartas en casa, para nosotros, y de repente vimos que a todo el mundo les empezaban a gustar.

Tengo la impresión de que cuidáis mucho el formato canción para que no se vaya por derroteros muy experimentales. ¿Cómo es ese proceso de composición en vuestro caso?

Nico: Varía bastante. En este caso, otra cosa que tenemos del recorrido tan corto que llevamos es que tenemos muy pocas referencias como para saber si tenemos alguna fórmula. Cada canción tiene un origen diferente.

Lucas: No tenemos una respuesta guay para esto. Cada canción se hace de una manera distinta, depende de cada tema.

¿Y qué hay de las letras? Habláis siempre en primera persona, de cosas cotidianas. ¿Cada uno de vosotros canta lo que compone u os intercambiáis las canciones?

Nico: Hasta ahora no las hemos intercambiado.

Lucas: Cada uno trae las suyas. Siempre hay un sentimiento de refuerzo por parte del grupo en plan “oye, esto que traes mola”, y eso te motiva a acabarla. Y otras veces llevas una letra entera y nadie te dice nada.

Nico: Pero lo respetamos mucho.

Lucas: Porque creo que nos pasan las mismas cosas por la cabeza. Luego el filtro, las palabras que usas, es lo que lo hacen diferente, pero las ideas creo que las compartimos casi todas. Cómo vemos las cosas.

Nico: Las temáticas que trata el disco no son muy diferentes a las que trata el EP, pero porque pertenecen a la misma etapa. Al final, entre que sacamos el EP y grabamos el álbum pasó un mes y las canciones ya las íbamos trabajando de antes, por lo que pertenecen a un tiempo que es el mismo.

Lucas: Me ha pasado que al componer una letra se me ha ocurrido una palabra o una frase que encajaba y la he cambiado porque Nico ya la había usado en otra canción.

Nico: Nosotros tenemos una relación en la que, a día de hoy, La Paloma es como el epicentro. Intentamos que no nos consuma, pero… Y si tienes conversaciones, al final son elementos que vas usando para hacer canciones, y son compartidos a veces.

Estáis editando este disco que se ha grabado hace un año, lo que en una banda de música puede ser mucho tiempo, en el que caben muchos ensayos y muchas canciones nuevas. Como decías, estas canciones pertenecen a una etapa determinada del grupo. Eso me lleva a pensar que quizá ya no se corresponda con el momento actual que vivís como compositores. ¿Es así?

Lucas: Sí a nivel de contenido, no a nivel de visión. Ha sido un año de muchos directos, de experiencias, de ver cómo la gente recibe cierto tipo de canciones, de escuchar música nueva, de mejorar con tu instrumento… Creo que a nivel de contenido o de emociones seguimos siendo las mismas personas que hace un año, con más o menos dinero…

Nico: ¡Menos! (lo dice entre risas).

Lucas: Pero creo que a nivel musical ya estamos en otra. Estamos empezando a componer lo siguiente.

Nico: Eso está genial porque al final si tú sacas un disco –como nos está pasando con este, que pertenece a una etapa compositiva que tiene ya tiempo y a nosotros nos gusta mucho seguir componiendo y tener siempre canciones en las que trabajar– huyes de lo que ya has hecho y eso te da pie a intentar variar, a intentar evolucionar y meter elementos nuevos.

Si tienes un grupo, la última canción que has hecho es la que más te gusta, la que quieres dar a conocer.

Nico: Hombre, en nuestro caso sí y espero que siga siendo así. Nosotros seguimos componiendo sin pensar demasiado. También huimos deliberadamente de la idea de “esta canción ha funcionado muy bien, tenemos que tener otra canción parecida”. A lo que hemos hecho le damos carpetazo en cuanto a concepto. Somos más de “esto no, que ya lo hemos hecho” que de “vamos a hacer otra como esta que ya tenemos”.

Lucas: Hay grupos que sacan dos discos y son iguales, y para hacer dos veces lo mismo…

Bueno, si está bien… Mira los Ramones.

Nico: Pero Ramones hay unos.

Lucas: Buena respuesta.

Para aquellos lectores que todavía no sepan de vosotros, me gustaría que contarais de dónde salís y cómo os conocisteis. ¿Cómo surge La Paloma?

Nico: Mítica pregunta.

Lucas: Venga, dale, de carrerilla.

Nico: Deberíamos hacer como esas parejas que se van turnando para contar la misma historia.

O podéis empezar a inventarla, crear un mito.

Nico: Alguna vez lo hemos hecho.

Lucas: Sobre todo si el entrevistador no nos cae muy bien.

Nico: Nosotros nos juntamos, por resumir un poco…

Juan: (interrumpiendo y provocando risas) ¡En Nepal! En un templo budista.

Nico: Lucas y yo coincidimos en un evento en el que yo tocaba y él lo montaba con un colectivo que se llama SALÓ, y eso nos dio pie a coincidir un par de veces más. Empezamos a comentar que teníamos canciones y estábamos buscando gente para tocarlas. Esto fue días antes de que nos encerraran por la pandemia.

Lucas: Yo soy canario y vivía en Inglaterra, y vine aquí a montar un grupo pero no encontraba gente. Estaba asqueado.

Nico: En cuanto empezamos a salir de los primeros quince días de confinamiento fuimos sumando gente. Juan acababa de llegar de vivir en China, y Rubén, que es el chico que ha compuesto en el disco y ha tocado el bajo durante mucho tiempo con nosotros, le revelaba las fotos a Lucas. Y no hablabais ni nada, ¿no?

Lucas: No, pero buscábamos bajista y el tío vestía bien.

Nico: Un día Lucas me dijo: “Creo que el pavo que me revela las fotos toca”.

Lucas: Le vi en una foto de Instagram con una guitarra y me dije: “Tiene pinta de majo, viste bien y lleva camisetas de grupos que molan”.

Nico: O sea, cero amistad en La Paloma, fue todo curro.

Lucas: Quedé un día con él y a las dos cañas ya le puse la demo. Y esa misma noche lo reclutamos.

Nico: Fue una noche de fiesta. Luego fuimos a la Wurlitzer y acabamos a las siete de la mañana.

Lucas: Ya éramos tres ahí, y luego entró Juan para darle caña con la batería.

Y ahora estáis sin bajista.

Lucas: Sí, bueno, el hermano de Juan está tocando el bajo con nosotros en los directos, pero estamos funcionando como trío.

Nico: Bandas, tío. Circunstancias y cosas. Al final, por el tiempo que llevamos trabajando juntos, el punto en el que estamos ahora… Estamos bien los tres y seguimos componiendo. Las formas de las bandas cambian muchas veces y luego vuelven a cambiar. Este es el punto en que estamos ahora.

Es la historia del rock’n’roll.

Nico: Parece que es una de esas historias de “Behind The Music”, así como épica. Pero bien, todo bien. Rubén es amigo nuestro.

¿Cómo llegasteis a La Castanya, el sello que edita vuestros discos?

Juan: Lucas toca en Menta, que están en Sonido Muchacho, y Luis (Fernández, principal responsable de este sello) nos recomendó hablar con ellos porque podíamos encajar.

Nico: Yo les conocía más por su faceta post-hardcore, todo el rollo Nueva Vulcano y tal, pero es cierto que ahora están como muy eclécticos como sello.

Lucas: Tienen un roster muy particular, con mucha variedad. Aquí están Maestro Espada, Tarta Relena, Júlia Colom… Cuando ves quiénes están ahí se nota que lo lleva gente que escucha música.

¿Os han llamado de algún otro sello?

Lucas: Sí, pero por ahora no hay nada que nos guste más que La Castanya.

Nico: Nosotros ahora estamos en la fase del disco, de presentarlo, de currar, y lo que llegue, llegará.

O sea, que ya hay más gente arrimándose a ver qué pasa.

Nico: Bueno…

Lucas: Ya nos han entrado.

Nico: Al final si sacas un poco la cabeza se pregunta por ti, pero no hay nada sobre la mesa. (Se reparten miradas y sonrisas cómplices, gestos que parecen indicar que saben cosas que aún no van a contar).

Está claro que esto lo tenéis que hacer con La Castanya y es una buena forma de empezar.

Nico: Está muy bien. Además nosotros tenemos ya con ellos una relación muy buena. Albert (Guàrdia, responsable del sello junto a su hermano Joan) vive aquí, le vemos mucho y nos acompaña a todos lados.

Lucas: Lo que les diferencia también es el tiempo que pueden y quieren prestarnos.

Nico: Nos miman sin hacernos mimados.

Lucas: Los grupos necesitan sobre todo tiempo y ganas, y no todos los sellos te lo pueden dar.

Preferís ser cabeza de ratón que cola de león.

Lucas: Tal cual. A veces es más importante que te den dinero una vez y te las apañes.

Nico: Tenemos la suerte de que hemos podido formar un equipo, porque el equipo humano es fundamental. Si eso no funciona estás jodido. Es como en cualquier otro entorno de trabajo, tiene que haber buen rollo, amistad y ganas. Y en La Castanya estamos felices de poder tener eso, un equipo con nosotros que nos da todo, que nunca sientes que das más de lo que te dan. Tú te dejas la piel, pero ellos también. ∎