Las biografías en formato cómic han conseguido asentarse como nicho dentro del nicho a fuerza de insistencia y con la ayuda de su paulatina llegada a espacios comerciales no especializados. Contar la vida y milagros de músicos, actores o personajes históricos en viñetas se ha convertido en un recurso que, por una parte, permite utilizar el cómic como un medio divulgativo, dejando de lado la exigencia de una impronta creativa o una propuesta artística. Por otra, permiten (no siempre, sí a menudo) tener un flujo regular de publicación a autores que quizá no tendrían facilidad para llevar adelante proyectos más personales. Tal vez el caso más significativo sea el de Peter Bagge, quien, tras dejar atrás a sus propios personajes, ha ido encadenando documentadísimas biografías durante los últimos años centradas en la figura de mujeres singulares de la historia reciente: “La mujer rebelde. La historia de Margaret Sanger (2013; La Cúpula, 2014)”, “Fire!! La historia de Zora Neale Hurston” (2017; La Cúpula, 2017) y “Credo. Rose Wilder Lane, la feminista libertaria” (2019; La Cúpula, 2020).
Otros, como el alemán Reinhard Kleist, han conseguido el éxito a través de las biografías de personalidades y han decidido especializarse en la materia. Así lo atestiguan “Johnny Cash. I See A Darkness” (2006; Planeta DeAgostini, 2007), “Castro” (2010; Norma, 2011), “Nick Cave: Mercy On Me” (2017; ECC, 2018), “Knock Out!” (2020; ECC, 2020), sobre el boxeador Emile Griffith, y “Starman. Los años de David Bowie como Ziggy Stardust” (2021; ECC, 2022). Su estilo sobrio y su afán cuasi documental hacen de las obras de Kleist un material puente para un lector quizá más interesado por el personaje protagonista que por el artista que lo retrata.
Y más cerca de Bagge que de Kleist se sitúa Amazing Améziane (París, 1972). Al dibujante lo conocemos en España por sus cómics biográficos dedicados a “Muhammad Ali” (2015; Flow Press, 2018) y la filósofa y revolucionaria afroamericana Angela Davis (“Miss Davis”, 2020; Flow Press, 2020), ambos realizados junto con la guionista Sybille Titeux de la Croix. También por “Big Black. Motín en Attica” (Flow Press, 2021, en colaboración con Frank “Big Black” Smith y Jared Reinmuth), crónica del motín de 1971 en la prisión de Attica, considerado el más sangriento de la historia de Estados Unidos.
En “Quentin por Tarantino” (2022; Ma Non Troppo, 2023), Améziane, ya como autor completo, le da una vuelta al planteamiento de sus anteriores semblanzas en formato cómic. Replicando lo que apuntó en “Martin Scorsese” (Editions du Rocher, 2021) a partir de una profusa bibliografía, se pone en la piel del director de “Reservoir Dogs” (1992) para recorrer su biografía y reflexionar acerca de su manera de entender el cine. En primerísima persona y rompiendo de manera constante la cuarta pared, este Quentin Tarantino de papel intenta replicar la locuacidad y pasión por el celuloide de su sosias de carne y hueso. Y, pese a que chirrían la decisión del traductor de la edición española de mantener determinadas expresiones en su inglés original y de no utilizar los títulos en castellano de películas sobradamente conocidas, lo cierto es que Améziane lo consigue.
Un vistazo rápido a su técnica nos muestra que no es un dibujante tan amazing como él mismo proclama. Y, sin embargo, demuestra en este volumen la suficiente intención discursiva y las ganas de salirse de la seguridad de un esquema clásico de rejilla de viñetas. El francés, de esta manera, juega acertadamente con el retrato de actores y personalidades y conecta en todo momento con la querencia tarantiniana por el artefacto pop –esos cambios constantes de registros gráficos y diseños de página– y las cinematografías con sabores exóticos. La edición en gran tamaño ayuda también a que este planteamiento luzca.
Al final, “Quentin por Tarantino” juega en la misma liga que libros escritos como “El efecto Tarantino”, de Jordi Picatoste Verdejo (Ma non troppo, 2019), o “Quentin Tarantino”, de Ian Nathan (Libros Cúpula, 2022): todos ellos son devocionarios que alimentan la fascinación por el director norteamericano a través de sus hitos cinematográficos y vitales. Sencillamente, Amazing Améziane hace uso de otras herramientas. ∎