Álbum

Arcade Fire

Pink ElephantColumbia-Sony, 2025

Cuando se han firmado discos de gran panorama como “Neon Bible” (2007), “The Suburbs” (2010) y “Reflektor” (2013), lo normal es que la expectativas siempre estén a la espera de algo MÁS GRANDE. El nuevo álbum de Arcade Fire las rompe y por eso, imagino, el álbum está recibiendo palos (casi) por todas partes.

“Pink Elephant” aparece en un momento delicado para el combo canadiense: no se pueden obviar las acusaciones contra Win Butler de conducta sexual inadecuada que vieron la luz en agosto de 2022 (recuerden que Feist y Beck cancelaron sus actuaciones con los de Montreal cuando saltó la noticia).

El séptimo álbum en estudio de los quebequenses opta por una retirada estratégica en cuanto a la grandiosidad (¿épica?) de su sonido pero no es en absoluto un disco desdeñable. La opción de Daniel Lanois como coproductor ya indica un poco por dónde van a ir los tiros: recuerden que Lanois –en comandita con Brian Eno– ya aplicó su método de contención a los U2 de “The Unforgettable Fire” (1984), “The Joshua Tree” (1987) y “Achtung Baby” (1991), tres de los mejores trabajos de los irlandeses (colaboraciones posteriores no cuajaron en resultados tan notables).

La huella Lanois ya está en la introducción, “Open Your Heart Or Die Trying”, un paisaje de ambient instrumental que da paso al tema titular, un melancólico track con guitarras circulares con un Butler en modo calmado y reflexivo hurgando en su desazón interior (Siempre estás nervioso con la realidad / Tu mente cambia como un anillo de humor / Saltas cada vez que suena el teléfono / Porque no piensas en mí”).

En “Year Of The Snake” a Butler ya se le une Régine Chassagne. Es una pieza con gran andamiaje electrónico, igual que la siguiente (“Circle Of Trust”), pruebas muy claras de que los autores de “Funeral” (2004) conservan su olfato para atrapar estupendos ganchos melódicos.

Alien Nation” se embarra en la parte más noise rock del grupo, marco idóneo para una letra que habla sin dobleces sobre la alienación en las sociedades actuales (“Solo, pero nunca solo / Atado al teléfono de un amigo falso / Graba esta conversación / (Es una simulación) / Ciberataque del Black Friday / Fracturación hidráulica en la autopista, el cielo está agrietado / Canta con la congregación / (Nación alienígena)”).

Tras otro breve instrumental (“Beyond Salvation”), vuelve la introspección vía “Ride Or Die” en lo que parece una afirmación de la relación Butler/Chassagne (“Tú y yo, tú y yo / Cabalga o muere, cabalga o muere / Podría morir en tus brazos esta noche”), antes de que la parte final –con “She Cries Diamond Rain”, otro instrumental ambient: puro Lanois– nos muestre a los Arcade Fires de bola de espejos discotequera (“I Love Her Shadow”) y los, sí, épicos: el cierre con “Stuck In My Head” –siete minutos que van del rock más sutil al más fiero– está destinado a convertirse en uno de sus grandes momentos en sus siempre vehementes prestaciones en directo.

“Pink Elephant” probablemente quede como un disco menor en la discografía de Arcade Fire –diez canciones de las que tres pueden considerarse accesorios instrumentales–, pero hay que seguir manteniendo la confianza en el proyecto de Butler, Chassagne y compañía. No, para nada están desahuciados. ∎

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