Álbum

Jim Legxacy

black british music (2025)(!)-XL-Popstock!, 2025
La fuente de músicos británicos conectados con África no cesa de manar. La última perla es James Folorunso Ifeanyi Olaloye, aka Jim Legxacy, londinense de origen nigeriano que se apunta gozoso al ascenso de los afrobeats. Con un estilo y vibe que une la caricia de crooner, los beats esqueléticos y una atmósfera de pop contemporáneo en el que puedes meter hip hop, power pop, soul, electrónica o lo que te venga en gana. Eso sí, adaptado a canciones que enlazan con el rock, como “06 wayne rooney” –ninguna mención en la letra al legendario jugador de fútbol del Manchester United–, y el indie folk autotuneado de Bon Iver en “stick”. Rap, lo-fi, emo, afrobeats, sampledelia abundante, R&B o el grime que campa en “new david bowie” –con sample del “WASH” de Jon Bellion–, al que no solo homenajea en el título, sino también en el artwork de la portada, en la que aparece en un rincón con el ojo maquillado imitando el rayo de la portada de “Aladdin Sane” (1973). Cita a Kendrick Lamar o Frank Ocean como influencias e inspiración para canciones como “sun”, mezcla de rap y afropop, cadencia soul y rimas precisas, con el flow magnético añadido de Fimiguerrero, nombre emergente de nueva escena nigeriana londinense.

Con mayoría de apuntes y esbozos que rondan los dos minutos, como “issues of trust, que empieza acústica y cariacontecida para acabar convertida en una apoteosis de lirismo culminada en clave góspel, en una demostración de dotado songwriting. Su mayor éxito hasta la fecha es “father”, que narra el trauma de vivir sin padre, mezcla de rap, sonido experimental y groove con el sample de George Smallwood “I Love My Father”; una minipíldora de 1:46 minutos enganchada a “d.b.a.b”, camuflando el “don’t be a bitch” entre capas de sonidos sintéticos, cajas de ritmos elementales, voces deformadas, y el tema construido alrededor de un sample del “Informer” del rapero canadiense Snow. Sus breves composiciones soul-trap logran otra diana melódica con “big time forward”, con un ritmo entre dancehall y drum’n’bass, y una melodía vocal que muestra la actual grandeza y creatividad de los afrobeats, con producciones de apariencia lo-fi pero a la vez elaboradas. Lo que se llama diseño de producción funciona a las mil maravillas adaptando el estilo caribeño del soca a un “sos” que es otra lograda joya soul, unión de rap y canto, un festín coral con efectos orquestales incluidos en la intro y la coda.

Y la actual música británica también cultiva el hip hop como si fuera emitido desde una emisora de radio, con locutores y cortinillas de sonido filadélfico y samples vocales resonando entre sintetizadores y cajas de ritmos. La mixtape sigue funcionando a la perfección en la también coral “dexters pone call”, con el imprescindible y elegante aporte pop de dexter in the newsagent, otra emergente cantautora londinense de origen africano. También da la alternativa a Dave, rapero británico encargado de recitar unas barras en “3x” como contrapunto al soul arrebatado y coral que propone el protagonista. Son canciones deep at heart, misteriosas y vulnerables como “tiger driver ‘91” –un título en homenaje al luchador japonés Mitsuharu Misawa–, una balada futurista que con poco dice mucho.

La música de Jim Legxacy conecta con la pista de baile y es a la vez un masaje al corazón, aunque apela más a las emociones que al ritmo, en canciones de soul contemporáneo que brillan entre filigranas corales, de nuevo en la final “brief”, caricia melódica y momento de reflexión que demuestra tanto su ambición melódica pop como la capacidad de crear un sonido minimalista y moderno. Todo servido en un tono melancólico y agridulce que se comprende mejor tras escuchar la inicial “context”, una devastadora introducción detallando los traumas que catalizaron el proyecto: la muerte de su hermana, el derrame cerebral de la madre y un brote sicótico de su hermano. Todo mostrado con descarnada sinceridad al afirmar los motivos para hacer la mixtape: “And I wanted to show what it felt like when it caught up to me / But I also wanted to show the bullshit of me distracting myself” (“Y quería mostrar lo que sentí cuando me alcanzó / Pero también quería mostrar la mierda de mí distrayéndome”). Una honestidad brutal que lo lleva a remachar “there’s always gonna be mud, brudda” (“siempre habrá barro, hermano”). ∎

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