Vaqueros Meados son punk, pero hace treinta años nadie hubiera dudado en catalogarlos como grunge. De hecho, parecen encapsulados en aquella época. Lo digo como algo positivo. No sé si “Half Divorced” es su mejor álbum hasta hoy, pero sí es el que más me gusta.
Sexto larga duración en estudio del grupo del estado de Pensilvania. Veinte años de carrera y siguen sonando tan crudos y tan potentes como el primer día. Más incluso. Para quienes aún no conozcan su sonido, diremos que gustará a seguidores de bandas como The Jesus Lizard, Flipper, Cro-Mags o Seaweed. No están hechos para oídos pusilánimes, no se andan con rodeos. A lo largo de toda su carrera han hecho del riff hardcore su razón de ser, con la voz cazallera de Matt Korvette aportando el punto macarra necesario para impregnar todo de socarronería y suciedad.
Todos sus discos tienen un sonido similar, nunca han buscado innovar y esta nueva entrega no es una excepción. Quizá su anterior álbum, “Why Love Now” (2017), que produjeron junto a Lydia Lunch, sonaba un algo más limpio, pero no supuso un gran cambio. Siete años después han metido la directa y parecen haber querido reaccionar a aquella pequeña concesión con nuevas toneladas de ruido y furia. Quizá por ello también la duración de las canciones es más corta de lo habitual, con más de la mitad de los doce cortes por debajo de los dos minutos.
“Killing All The Wrong People” ataca sin avisar, de golpe, a toda velocidad, marcando el tono del disco. “Anti-Sapio” es hardcore clásico de coros cerveceros. “Hellicopter Parent” baja de revoluciones pero no de intensidad. “Cling To A Poisoned Dream” recupera la velocidad. “Sixty-Two Thousand Dollars In Debt” suena a punk ochentero de la Costa Oeste. “Everyone Is Bad” es tan sucia y garagera como cachonda. Se les nota disfrutando, en su salsa. “Junktime” es, con sus cinco minutos y medio, la más larga de todas. Apuesto a que su estribillo provocará más de un pogo en directo. “Alive With Hate” es otro ataque al estilo hardcore old school. “Seatbelt Alarm Silencer” es rápida como una descarga eléctrica. “(Stolen) Catalytic Converter” es tan intensa como pesada. “Monsters” arranca experimental y desemboca en un latigazo punk sin frenos. “Moving On” es la última en llegar, la más pop de todas y probablemente la mejor y más accesible.
“Half Divorced” contiene media hora de rabia, cachondeo y ruido. Es más de lo mismo, que es justo lo que se espera de Pissed Jeans. Ponte ropa cómoda y escúchalo AL MÁXIMO VOLUMEN. ∎