Álbum

Srta. Trueno Negro

El sonido de la felicidadEclipse Melodies, 2025

La argentina Natalia Drago (voz y guitarra) prosigue su aventura bajo su proyecto Srta. Trueno Negro. Ya asentó sus raíces en álbumes tan diversos como “Sonido Donosti” (2016) y “Directo” (2019). Ahora se codea con J de Los Planetas (con quien ya colaboró en su proyecto “Plena pausa”), que hace coros en “Ya no me acuerdo” (temazo), y cuenta con la producción artística de Sr. Chinarro, que pone voces en “Fusilada” (otro temazo).

“El sonido de la felicidad”, su nuevo álbum, posee un título ambicioso, con cierta retranca, porque ¿a qué suena la felicidad? Que se lo pregunten a Joaquín Pascual, que acaba de publicar un single, “La felicidad”, en el que habla de ello. Desde luego, aquí Natalia dibuja un universo independiente entre soledades, momentos vitales con destellos o abismos, menciones a la ligereza, colegueo, buen rollo y mucho desapego por los formalismos.

Arranca el álbum con un single imponente como “La cura” (que fue nuestra Canción del Día el 15 de septiembre). Riffs de aire lo-fi que desprenden underground total. “La coca no me cura / el caballo no me cura / el hachís no me cura / el eme no me cura / la base no me cura / el ‘rivo’ no me cura / nunca vas a conseguir que haga una locura”. ¿Apología de las drogas? Para nada, un retrato de la soledad y de la sociedad productiva del insomnio y del cansancio.

“Cositas” conecta con los 107 Faunos, los coros aportan empaque, como sucede en el arranque de “Si supiese escribir” (con El Mató a Un Policía Motorizado). En “Fusilada” se alinea con el indie de Soleá Morente. No hay duda de la influencia granaína en Natalia. Le pilló la pandemia por allá y se quedó viviendo unos años. Ahora estableció su centro de operaciones en Madrid.

En “Volver a comprar” las guitarras con tanto delay nos generan endorfinas –como dice en la letra–, y trata de enfilar la confesión entre una muralla sónica de guitarras. “Yendo a comprar” resulta un homenaje punzante a la ansiedad velvetiana, con sus 30 euros, y la obsesión de sentirse vigilado. “El backstage de la zapatería” suena a momentos salvajes, a 150 días eternos. “Se ha ido” contiene búsqueda y anhelo, con esos celestiales teclados en la parte final. “El pueblo más grande” me conecta con Nico y “Femme fatale”. Más allá de las comparaciones malditas, aquí hay mucha originalidad, no hay canción que sobre ni falte. Todo cuadra.

Srta. Trueno Negro apela a Lou Reed con la Velvet (y sin ella), o a una Patti Smith a lo “Horses” pero con un savoir faire a lo Pavement y Sebadoh. Además de Natalia, la banda la componen Luciano Lorenzo (guitarra y coros), Jordan Montero (bajo y coros), Roberto Escudero (batería). El álbum se ha grabado en El Refugio Antiaéreo por Jaime Beltrán y en Gizmo 7, de Motril. Así que sí: la felicidad desprende destellos pero también se muestra robusta, áspera y afilada. Un álbum tan candente que, si te descuidas, quema. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados