Las “Songwriters Series” de Ace –que ya han dedicado volúmenes a, entre otros, Chip Taylor, Leonard Cohen, Merle Haggard y Dan Penn– se detienen en las partituras de Kris Kristofferson en una recopilación seleccionada y anotada por Tony Rounce, label manager de Ace Records: veintitrés interpretaciones de canciones originales del cantautor y actor tejano, a punto de cumplir las 85 primaveras y todavía en activo.
El primer álbum de KK, “Kristofferson”, se grabó en 1969 y apareció en la primavera de 1970, pero ya antes de este debut las canciones del autor corrían por los estudios de Nashville y eran reclamadas por otros intérpretes.
“For The Good Times” se abre con el emblemático “Help Me Make It Through The Night” en la versión que la californiana SAMMI SMITH registró en 1970 para su álbum “He’s Everywhere”. Según las notas, el tema lo grabó originalmente Bill Nash en 1968, pero nunca llegó a publicarse al no lograr Nash entrar en los charts con “For The Good Times”, tema da título a la compilación y que aquí se puede disfrutar en la majestuosa toma que ISAAC HAYES incluyó en “Black Moses” (1971).
“Help Me…” y “For The Good Times” son, sin duda, dos de los emblemas del cancionero KK, emblemas a los que hay que añadir “Sunday Morning Coming Down” –aquí en clave bluegrass vía BOBBY OSBORNE & THE ROCKY TOP X-PRESS– y “Me And Bobby McGee” –presente en la grabación original de ROGER MILLER, fechada en 1969, dos años antes de que la audiencia rockera la descubriera gracias a Janis Joplin–.
El repertorio de Mr. Kristofferson es, por supuesto, mucho más, y se puede verificar curioseando en partituras menos populares, pero que demandaron grandes nombres como ROY ORBISON, JERRY LEE LEWIS, THE EVERLY BROTHERS, DEAN MARTIN, THE WALKER BROTHERS, WILLIE NELSON, JOHNNY CASH y WAYLONG JENNINGS.
Una debilidad: el elixir que el soulman de Nashville SAM BAKER aplicó en 1968 a “Sugarman”, una de las estampas más sombrías surgidas de la pluma de Kristofferson, presente en el listado con “The Taker”, una de las canciones coescritas con Shel Silverstein para lo que sería su segundo largo (“The Silver Tongued Devil And I”, 1971). ∎