En el videoclip dirigido por La Kinky Factory para “Techo”, la colaboración de los catalanes Ciutat con Chico Blanco, conviven dos mundos entrelazados con humor, el de cartón y el de carne y hueso. En un crescendo surrealista, JP Sunshine y Guim, tras ser tentados por una demoníaca representación del granadino, han de lidiar con tesituras cada vez más enajenadas, como las que pueden rodear la encrucijada mental de plantearse estirar la noche (o el día) y seguir bailando o recogerse en casa para intentar dormir sin éxito: motos de agua, bizcochos de amanita muscaria y, aquí la única pega por su gran carga estética pero bastante menos ética, aparición de coloridos y bellos animales. Tamara G. Cascales
En coche deportivo y no en tren, que ya sabemos que Rodalies está hecho una mierda, Alizzz –con la ayuda en la dirección de Félix Bollaín y Rafa Castells– tira de iconografía del Baix Llobregat para sacar pecho sobre hitos conseguidos en su inesperado himno pop-rock –en catalán– que puso patas arriba la Diada y a cierta “burguesía intelectual catalana”. Y lo hace, claro, emulando al Neng de Castefa de Edu Soto, entre estampas de críos con pistolas de agua, runners, aviones volando bajo y las infames cuestas del Garraf. Como la canción, el vídeo es un reflejo del state of mind de Cristian Quirante: puro desparpajo, orgullo de clase y sentido de pertenencia. Alcaldesa, por favor, ponle ya el monumento. Álvaro García Montoliu
Anulamos la palabra, que no el lenguaje, y somos como cualquier otro animal. Y, de repente, un cuerpo humano deviene en caracol. La abstracción de Marina Herlop se traduce en imágenes con un vídeo en el que jump cuts espasmódicos riman con esa conjunción de piano, texturas electrónicas y melodías vocales, y en el que la crudeza del digital, por momentos, recuerda el alienígena trabajo de Spike Jonze para Björk en “It’s In Our Hands”. Una versión diurna, en la que todo es suave, desde el brillo baboso de la cueva hasta la piel de las llamas, con ese final de erosión acuática y reposo bajo el sol. Visto el estado de las cosas, un mundo poshumano sin barreras idiomáticas no parece tan mala idea. Anton Casas
“Los días de la semana” fue popularizada en los años setenta por Los Payasos de la Tele en su programa infantil. Ahora, Rigoberta Bandini y Amaia recurren al tema con una lírica que alude al baile (urbano) como reivindicación. Celia Giraldo, bajo la producción de La Lupe TV, representa dicha temática a través de un vídeo con la infancia como protagonista. Parte de un enfoque nostálgico (a través de vídeos de las protagonistas de pequeñas) que da paso a una narrativa donde se exaltan el descaro, el atrevimiento y la chispa propios de la infancia: valores que tanto Bandini como Giraldo instan a recuperar en la vida adulta de todas aquellas mujeres que se criaron escuchando la canción original. Marta España
Lucas Bolaño es el muñeco de animación digital, el personaje de ficción y la voz que canta sus propias desventuras. El vídeo encierra una estética y un halo de pesadumbre que, combinados con la ironía de la letra, remiten a la adolescencia y la soledad, como ya ocurre en su anterior clip, “Las plantas” (2022). El compositor y productor es protagonista de una nostálgica viñeta, rodeado de cachivaches analógicos, a la que el pop de camilla punteado de lo-fi le sienta bien. El clip está dirigido por Stanley Sunday, realizador experto en traducir imaginarios de pop costumbrista y presentarlos en escenarios de vivos colores, que aquí encuentra el tono entrañable, naíf y retro que demanda la narración visual. Miquel Queralt
El centésimo tema del palmesano cierra su mixtape “SMILE BIX :)” (2022) con un clip de The Royal Production Company que dirige el madrileño Zazo Canvas. En su docena de escenas rima logros y resume un modelo de relativa fama anónima, al tiempo que alardea de cierta postura de fuerza tras regresar a la independencia, dejando a otros a por uvas. Escenifica unos lives, al MC en volandas, vacilando de carro, de solitario banquete en mansión, recibiendo premios, encapuchado entre contenedores y bugas, hastiado repartiendo comida en el talego, sobre la alfombra roja y con escolta, bajo una lluvia de billetes, tomándose el micro de la entrevista y dándole gas al “Rari” mientras bendice el hip hop. Miguel Tébar A.
El videoclip de “Dónde están mis amigos” es una oda a esos niños que no quieren ser niños, que juegan a ser mayores en la evasión de la fiesta. Ese “ruido, más ruido” plasmado en fotogramas dispuestos a la velocidad del subconsciente, adormilado por las pastillas de colores: el arte de morir despacio, día tras día, aquí ejemplificado en una oda de amor a los amigos que viajan en el mismo crucero de la vida de extrarradio. Y que el realizador Sergio Soso ha captado con exactitud en el rostro impasible de Marcos Crespo, alma de Depresión Sonora y de toda una generación representada al dedillo en estos casi cuatro minutos de videografía practicada bajo el lema del “aquí y ahora”. Marcos Gendre
Influenciado por el animador inglés Cyriak, el relato visual siempre ha tenido una gran importancia en el trabajo de Bejo. Con la ayuda de su equipo Chachi Richi, da vida a unos videoclips originales donde la posproducción es pieza clave y que ya son seña de identidad de su carrera. En esta ocasión, el canario ha ido un paso más, desplazándose a Nueva York para grabar un vídeo que desprende rap old school por los cuatro costados gracias a su localización en la cuna de la cultura hip hop y a la producción de los valencianos Cookin’ Soul, referentes del bombo-caja a nivel internacional. Juntos han creado una pieza que nos traslada a un divertido Nueva York animado, que baila a ritmo de rap noventero. Alfonso Gil Royo
“A carta cabal” es la última canción del debut en largo de Guitarricadelafuente, pero también fue el tema elegido para presentar el álbum en su lanzamiento y, sobre todo, su videoclip arranca con un gran cartel en el que, a la entrada de un pueblo, se lee “Bienvenidos a La Cantera”. Para Álvaro Lafuente Calvo, La Cantera es la metáfora en la que las nuevas generaciones se apropian del pasado para dar forma al futuro. De forma similar a como Chema García Ibarra y Ainhoa Rodríguez revisan el imaginario rural en clave melancólica, multicolor, perturbadora, mágica y a ratos brutal, el vídeo de Pau Carreté materializa esta figura retórica en una concatenación de estampas visuales impactantes, descarnadas y bellamente surrealistas. Raül de Tena
En plena crisis energética, Rosalía llena el depósito de su “Motomami” para empezar el vídeo de “Saoko”, que abre el álbum, preparada para arrancar su coreografía de amazonas sobre Yamahas y Hondas. Hemos dejado atrás los camiones y referencias al macho ibérico de “Malamente” para entrar en un terreno puramente de mujeres que conducen por su cuenta y libremente vehículos de dos ruedas de alta cilindrada. Motor a fondo de un reguetón que cambia las tornas, donde el perreo se hace sobre una máquina en movimiento y no hay sitio para el acompañante masculino.
No estamos ni en el extrarradio barcelonés ni en el Bronx, sino al lado de un puente de Kiev pocos meses antes de que esta apropiación femenina de las acrobacias motoristas dé paso a un paisaje de misiles y carros de combate por la invasión rusa. Una asociación que ni por casualidad podía imaginar la catalana cuando convenció al director del clip, el francés Valentin Petit, y a las stunt riders para irse a filmar allí este himno de sabrosura y queroseno que se disloca por el ritmo y las palabras de la cantante. Huele a sudor lúbrico y a quemado. A piruetas y a peligro. A música lanzada al vacío y a carreras que no tienen vuelta atrás.
El interludio pianístico sirve para que caiga la noche y, sobre el puente Podilsko-Voskresenskyi, las guerreras con casco de la muerte aceleren sus cabriolas y desafíen el destino perseguidas por los guardianes de las buenas costumbres. Pero nuestras protagonistas se escapan porque “nada te pue’ parar”, como reza la letra. Petit había realizado ya clips de extrarradios parisinos, aunque nunca había volado tan alto. Rosalía se apodera de esta práctica masculina en su juego de transformismos y se convierte esta vez en una heroína a lo Tarantino. Vicenç Batalla
2001 Nacho Vegas Seronda (Ramón Lluís Bande) / 2002 Beef Platinum (Marc Lozano) / 2003 Manta Ray Take A Look (Benet Román) / 2004 Camela Cuando zarpa el amor (J. A. Bayona) / 2005 Refree La reina de les neus (Gerard Casas y Clara Puig) / 2006 Christina Rosenvinge A Liar To Love (Luis Cerveró) / 2007 Los Planetas Alegrías del incendio (Luis Cerveró) / 2008 Joe Crepúsculo Suena brillante (Luis Cerveró) / 2009 Kiev Cuando Nieva Sal (Orencio Boix) / 2010 El Guincho Bombay (Nicolás Méndez) / 2011 Nacho Vegas La gran broma final (Jonás Trueba) / 2012 Los Punsetes Alférez provisional (CANADA) / 2013 Fernando Alfaro Extintor de infiernos (Vicente Gil Ginestar) / 2014 Los Punsetes Me gusta que me pegues (CANADA) / 2015 Manos de Topo Un último esfuerzo (Alejandro Marzoa) / 2016 Aliment Razors (Luis Cerveró) / 2017 Rosalía De plata (Manson) / 2018 Rosalía Malamente (Cap. I Augurio) (Nicolás Méndez) / 2019 Rosalía De aquí no sales (Diana Kunst y Mau Morgó) / 2020 Ferran Palau Flora / Caic (Pablo Maestres) / 2021 Maria Arnal i Marcel Bagés Fiera de mí (Joan Galo) ∎