Folk de la tierra. Foto: Àlex Capdevila
Folk de la tierra. Foto: Àlex Capdevila

Entrevista

Fetus: la taberna universal

Fetus es una singular rareza surgida hace ocho años de la activa escena de La Bisbal d’Empordà, en Girona. Desde el trío punk-rockero original, con tendencia a los coros tabernarios, el actual septeto ha evolucionado en sus últimos tres discos –influido tanto por el folclorista Jaume Arnella como por The Pogues– hacia el folk-rock comprometido con el pasado y el presente de los Países Catalanes. Su siguiente reto es crear romanços como los de hace cientos de años para narrar y criticar la actualidad, en un espectáculo que se estrenará en el Auditori de Girona el 9 de mayo de 2026.

La Bisbal es la capital de la comarca del Baix Empordà: la tierra de Josep Pla, Sílvia Pérez Cruz, las habaneras de Calella y algunos tótems de sardana, pero también de Mazoni, Cala Vento y núcleos alternativos tan activos como el Atzavara Club de Sant Feliu de Guíxols. En este contexto de extremos, en 2017 nació Fetus, inicialmente un trío básico de punk rock fundado por el cantante y guitarrista Adrià Cortadellas, que provenía de Sanjays, grupo de pop indie electrónico y bailable. En ocho años y cinco discos, todos lanzados por el sello Bankrobber, también con ADN bisbalenc, Fetus ha evolucionado hacia el pasado y la canción de tradición oral, la que se cantaba en las tabernas antes de la radio, ahora como un trío ampliado a septeto con instrumentos tradicionales como el acordeón, la gaita, el violín y la flauta irlandesa.

También hay un importante octavo miembro, Joan Colomo como fiel productor, diríamos que en la sombra si no fuera porque aparece en la portada de su último disco, el impetuoso “Càntir nou fa aigua fresca” (Bankrobber, 2024), en el cual reconocen la influencia de los irlandeses The Pogues ya desde la recreación de la cubierta de su clásico “If I Should Fall From Grace With God” (1988). Ahora, los cada vez más ideologizados Fetus han abierto un nuevo ciclo con el single “Romanço de la Rambla de Poio”. Hablamos con Cortadellas y Telm Terradas (bajo), portavoces en esta ocasión del trío base que completa Adrià Jiménez (batería), al que se suman como acompañantes necesarios Guillem Caballero (teclados), Ricard Ros (gaita y flauta irlandesa), Marta Barbero (violín) y Carles Belda (acordeón diatónico).

“Durruti, Macià i Verdaguer”, vídeo realizado por Jep Jorba.

¿Cómo nació Fetus en 2017, con un aspecto muy diferente al actual?

Adrià: Yo estaba haciendo canciones para Sanjays, pero llegó un momento en que ya estaba harto del grupo y estuve mucho tiempo probando otras cosas con gente diversa, como Joan Delgado de Cala Vento i Enric Mont de Medusa Box. Hasta que un día me encontré en el tren con Lluís Català, batería de Educators y 13th Magic Skull, y le expliqué que estaba haciendo estas canciones y después le envié unas demos. Y Lluís trajo a Anti, Jordi Anticó, un guitarrista también vinculado a la escena de la Bòbila de Palafrugell. Me fue muy bien conocer a estos dos para crear Fetus.

Con esta formación sólo grabasteis el primer disco, “L’epicentre del fangar”, de 2017.

Adrià: Por una parte, no teníamos bajista fijo hasta que llegó Telm. Y al cabo de un tiempo ya empezamos a tener demasiados bolos para el gusto de Català y Anti, así que ellos decidieron bajarse del barco, aunque siempre han continuado colaborando con el grupo.

Telm: Es que aquel sonido que ellos ayudaron a definir es muy concreto, el de “L’epicentre del fangar” y me atrevo a decir que también el del segundo disco, “Terra cuita” (Bankrobber, 2019), porque Lluís y Anti tienen referentes muy garageros.

Adrià: Y además el hecho de que Joan Colomo fuese el productor y que propusiera que Guillem Caballero viniera a tocar teclados hizo que el primer disco tuviera un sonido un poco a Els Surfing Sirles.

Desde el principio Fetus ha apostado por una especie de polifonía tabernaria. En este grupo canta todo el mundo.

Adrià: Sí, yo lo he vivido como una especie de ejercicio de empoderamiento. En el primer grupo que tuve, Delighters, que fue el embrión de The Gramophone Allstars Big Band, yo era el guitarrista. Con Sanjays ya me puse a hacer canciones, pero no fue hasta Fetus cuando me decidí a cantar. El hecho de atreverme poco a poco a cantar hizo que animara también a los otros a que cantaran conmigo y a hacer coros en plan lololó. En el primer disco ya había canciones de taberna, con esos coros.

Telm: Siempre nos reuníamos en un bar o en una fonda de La Bisbal y hacíamos desayunos de tenedor, así que acabamos sublimando la relación con los bares, también en un par de videoclips.

Adrià: Sí, hasta que Bankrobber dijo que no hiciéramos más vídeos en bares (risas). La cuestión es que aquellos dos primeros discos salieron bastante seguidos, además se fue media banda, y con Telm nos planteamos que teníamos que hacer alguna cosa.

Telm: Teníamos que oxigenar el grupo y no propusimos hacer un disco de versiones, pero no sabíamos si centrarnos en un artista extranjero. Después volvimos a casa y nos quedamos con Jaume Arnella.

“En el primer grupo que tuve, Delighters, que fue el embrión de The Gramophone Allstars Big Band, yo era el guitarrista. Con Sanjays ya me puse a hacer canciones, pero no fue hasta Fetus cuando me decidí a cantar”

Adrià Cortadellas

Curiosa evolución.

Adrià: Fue en un trayecto hacia Lleida. Estábamos escuchando “Pop a la catalana 3 - Jazz, Bossa, & Groovy Sounds From Catalunya (1963-1969)”, de Òscar Dalmau, y en aquel recopilatorio aparece “La timba de les cartes” de Arnella. A partir de aquí empezamos a versionar “Les rondes del vi” y otros temas suyos.

Así que dedicasteis el tercer disco, “Sota, cavall i rei”, de 2021, a versionar canciones de uno de los pilares del folk catalán.

Telm: Arnella fue nuestra entrada a la canción popular y a un corpus de canciones que desconocíamos.

¿Y qué dijo Arnella cuando le comentasteis el proyecto? Debía alucinar, el hombre.

Adrià: Sí, bastante (risas). Recuerdo que estábamos en pleno confinamiento y que yo le seguía por Facebook, donde él colgaba cada día una canción diferente. Le envié un correo electrónico para explicarle lo que queríamos hacer y me contestó que le hacía mucha ilusión que un grupo de garage quisiera tocar canciones de un músico callejero.

Después habéis compartido escenario con Arnella en más de una ocasión.

Adrià: Sí, enseguida nos programaron juntos en el Tradicionàrius, y después volvió a pasar en diferentes festivales, como el Càntut.

¿Tuvisteis buena entrada en esos festivales de música tradicional?

Adrià: Cuando actuamos en Tradicionàrius hubo gente enfadada que se quejó, diciendo que aquello no era una discoteca. Pero es que entonces realmente éramos un grupo de power pop que tocaba versiones de Arnella. “Sota, cavall i rei” fue como un punto de inflexión, por repercusión y porque nuestro sonido empezó a cambiar.

Adrià Jiménez, Marta Barbero, Guillem Caballero,  Adrià Cortadellas, Telm Terradas, Ricard Ros y Carles Belda. Foto: Jep Jorba
Adrià Jiménez, Marta Barbero, Guillem Caballero, Adrià Cortadellas, Telm Terradas, Ricard Ros y Carles Belda. Foto: Jep Jorba

A pesar de que erais un trío, todavía sin el color instrumental que os dan ahora Carles Belda, Marta Barbero y Ricard Ros.

Telm: Pero en esa gira ya empezó a venir Guillem casi siempre y todavía venía Anti a algunos bolos, pero sin instrumentos tradicionales. Ahora lo pienso y digo: “¡Vaya reto defender aquellas canciones sin instrumentación tradicional!”.

Adrià: Era muy cansado sustituirla a base de coros, de lololós (risas).

Telm: Y con el siguiente disco, “La serra dels perduts” (Bankrobber, 2022), hacemos el paso definitivo para abrirnos a esa escena folkie, de la cual hay que decir que, salvo dos o tres voces discordantes, nos ha recibido muy bien.

Adrià: Ha sido muy saludable para ellos y para nosotros.

Telm: Seguramente, en este proceso hemos perdido más punkies como público, pero no hemos hecho enfadar a los folkies.

Adrià: Pero lo que valoramos realmente es que Arnella no solo nos abrió puertas a la canción popular y de taberna, sino que también nos descubrió otras cosas como los romanços, poder hacer canciones más narrativas.

¿Ha sido liberador crecer como grupo en una época sin barreras estilísticas?

Telm: Sí, lo ha sido, y también lo demuestra el hecho de que no hemos dejado nunca de tocar en salas de conciertos, pero ahora también podemos hacerlo en escenarios tan diversos como aplecs (romerías) y ferias tradicionales.

Adrià: Sí, en un Apolo, un aplec en una ermita y también en algún festival, aunque para determinados festivales hemos perdido un cierto perfil indie. Y nos hemos ido politizando mucho más, por influencia de Arnella y porque el público también te lleva a eso. Hemos tocado a favor de muchas causas.

Telm: Sí, a través de Arnella hemos ido accediendo a diferentes referentes de la catalanidad, desde la figura del bandolero o del maqui a personajes míticos o históricos como el conde Arnau o Ramon Llull.

“Cuando actuamos en Tradicionàrius hubo gente enfadada que se quejó, diciendo que aquello no era una discoteca. Pero es que entonces realmente éramos un grupo de power pop que tocaba versiones de Jaume Arnella”

Adrià Cortadellas

¿No es atrevido homenajear en la misma canción a mosén Cinto Verdaguer, al presidente catalán Francesc Macià y al líder anarquista Buenaventura Durruti?

Adrià: Sí, es una canción que no ha dejado indiferente a muchos. Fue una propuesta de Francesc Botran, diputado de la CUP, que también es historiador. Él nos explicó que los tres entierros más masivos de la historia de Cataluña habían sido los de estos tres personajes tan diferentes, convertidos en héroes populares.

¿The Pogues son una influencia tan importante como se intuye por la portada de vuestro último disco?

Adrià: Sí, sin duda alguna. En el disco anterior ya hay una canción, “Estel roig”, para la cual nos faltaba una melodía y acabamos metiendo la de “Dirty Old Town”, una versión que The Pogues hicieron del clásico de Ewan MacColl. Para nosotros era como un guiño porque, desde que hicimos el disco de versiones de Arnella, todo el mundo nos decía que nos parecíamos a The Pogues. Pero tenemos muchas otras referencias. Al final, la taberna es universal.

Siempre habéis tenido un buen aliado en vuestra discográfica, Bankrobber.

Adrià: Sí, aunque cuando les dijimos que queríamos hacer un disco de versiones de Arnella pensaron que era una marcianada, pero les hicimos ver que era un paso necesario. Ahora, les hemos propuesto hacer un disco de romanços que hablen de sucesos actuales, y hemos empezado lanzando el single “Romanço de la Rambla de Poio”, sobre las inundaciones de Valencia. Otro podría ser el “Romanço de Rodalies”, por ejemplo.

Telm: O un romanço sobre el estado de la lengua catalana. El disco sería el equivalente musical a un canal informativo de 24 horas.

Adrià: Y también nos estamos planteando hacer un disco de goigs (gozos), composiciones populares que generalmente tenían un carácter religioso, aunque también los había políticos o humorísticos. La verdad es que a Bankrobber, después de lo de Arnella, ya no les sorprende nada de lo que les proponemos. ∎

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