“Hits To The Head” (Domino-Music As Usual, 2022) reúne 18 cortes seleccionados de entre los cinco discos largos de Franz Ferdinand –aparte queda “FFS” (Domino, 2015), el álbum que firmaron a medias con Sparks– y dos canciones nuevas, “Curious” y “Billy Goodbye”, que ya han servido de avance. Para cuando llego al céntrico hotel madrileño donde me esperan, Alex Kapranos (guitarra y voz) y Bob Hardy (bajo) ya han realizado la mayor parte de las entrevistas. Esto puede ser bueno (están más relajados) y malo (están más cansados). Tras una breve espera hasta que termine el compañero que me precede, llega mi turno. Ante la duda de tomar un descanso o continuar, prefieren que nos pongamos al lío. Y lo agradezco.
Estamos en un amplio hall, sentados en torno a una pequeña mesa de cristal donde reposan una taza con restos del café que ha tomado Hardy y una botella de agua medio vacía frente a Kapranos. Tras el consabido saludo (chocamos nuestros puños) y las presentaciones, comenzaré a lanzar preguntas. Los tres llevamos las mascarillas de rigor a las que obligan las circunstancias de la sexta ola vírica. Kapranos remueve la suya constantemente, se le ve incómodo porque le provoca picor de nariz. Hardy, aparentemente más cómodo, farfulla sus respuestas tras la tela quirúrgica mientras yo intento entenderle a duras penas. Listos o no, la grabadora echa a andar.
El motivo de esta entrevista es la promoción de vuestro primer recopilatorio de “grandes éxitos”. Siempre he pensado que esa forma de aglutinar canciones hace que se pierda el contexto para el que fueron creadas. Cada disco tiene un sentido y eso se diluye en un recopilatorio. ¿Habéis pensado en esto en algún momento?
Alex: Creo que es algo que se puede aplicar a cualquier artista: perteneces al período del tiempo al que perteneces y, del mismo modo, al período concreto de tu carrera artística o de tu vida en general. Si piensas en “La bebedora de absenta” de Picasso sabes que pertenece a su “período azul”, pero también forma parte del contexto de su época y del de su propia vida. A través de esa pintura puedes entender cómo veía las cosas con ojos aún de adolescente e intuir hacia dónde viraría su obra, puedes ver su arco creativo… De modo que creo que tu reflexión es al mismo tiempo acertada y equivocada porque, sí, cada canción pertenece y se contextualiza en un disco determinado, pero también se puede entender como parte de un todo, que en este caso es nuestra carrera. Y creo que es bueno para comprender nuestro desarrollo como banda.
¿Qué valor le das al álbum como concepto?
Alex: Tiene valor en su propio sentido. Creo que, de algún modo, estás intentando restar valor a un disco como este y sé que hay cierto tipo de fan que directamente lo descartará como álbum, pero creo que eso es un error porque un disco como este permite ver con perspectiva el desarrollo de una carrera, tal y como te decía antes.
Bob: Digamos que es como esos adolescentes que se acercan por primera vez a nuestra música creyendo que conocen a la banda muy bien porque han escuchado tres o cuatro canciones. Quizá, gracias a esta recopilación, poco a poco puedan conocer nuestra obra de una forma más completa, sumergirse en el grupo. Tal vez encuentren algo que les guste de verdad. Digamos que es una buena forma de conocer a Franz Ferdinand.
Alex: Yo siempre he sido un gran fan de The Smiths, me encantan. Uno de los primeros discos que tuve fue “The Smiths” (1984), pero mi favorito es “Louder Than Bombs” (1987) –disco recopilatorio del grupo–. Creo que es un gran álbum y que las canciones quedan muy bien compiladas así. No hay nada de malo en disfrutar de ello.
Ante la pregunta sobre cómo ha cambiado su propia percepción sobre el grupo, de repente se hace el silencio. Kapranos medita por unos instantes, parece estar buscando en sus adentros una respuesta convincente mientras me cruza con la mirada sonriendo y se repite la pregunta a sí mismo en voz baja. Mientras tanto, su compañero inclina la taza de café como para comprobar que sigue vacía. Son varios e importantes los cambios que la formación ha sufrido en los últimos años. El primero en abandonar fue Nick McCarthy, guitarrista original que dejó el grupo en 2016, y en octubre de 2021 era el batería Paul Thomson el que causaba baja. La actual formación, además de los dos miembros presentes en la entrevista, la forman los guitarristas Dino Bardot y Julian Corrie más la batería Audrey Tait. De todo esto hablaremos más adelante. De momento, tras unos segundos de incertidumbre, creo necesario reformular la pregunta.
¿Qué le diríais a vuestro yo del primer disco desde vuestra visión y experiencia de hoy en día?
Alex: Es divertido, porque hay un verso en la canción “Outsiders” donde canto “The only difference is what might be is now what might have been” –“la única diferencia es que lo que podría ser ahora es lo que podría haber sido”–. Y es un poco eso, excepto que escribí esa canción en 1999, cuando tenía 27 años, antes de que Franz Ferdinand se creara. Es bastante curioso pensar que escribiera esa letra antes de saber todo lo que vendría después. En el contexto de la banda, siento que esa letra podría ser tan equívoca como cierta. Lo que diría a mi yo de entonces es: “¿Quién sabe lo que va a pasar? Vamos a descubrir qué pasa a continuación. No tengas miedo”.
¿Escucháis vuestros discos?
Alex: No.
Bob: Yo escuché hace poco los tres primeros y me parecieron muy disfrutables. Me gustó volver a ellos. Creo que son buenos discos.
De las dos canciones nuevas me gusta especialmente “Billy Goodbye”. Tiene un aire glam muy interesante. ¿Cuál ha sido la inspiración para esta canción?
Alex: Tienes razón, tiene ese aire glamuroso y un ritmo muy marcado. Es la primera canción que tocamos con Audrey, nuestra nueva batería. Líricamente es sobre… Hay muchas canciones sobre el final de las relaciones románticas, y pensaba que no hay tantas canciones sobre el final de la amistad. O sea, que esta es una canción sobre la formación de las relaciones en plan “eh, vamos a pasar un buen rato”. Todos conocemos “It’s All Over Now Baby Blue”. O “So Long, Marianne”, cuando dice eso de “to laugh and cry and cry and laugh about all again”. Es un poco esto, pero sobre la amistad. Va sobre decirle a alguien: “Eh, ya no somos amigos, pero podemos seguir recordando juntos cuando aún estábamos bien”.
Hablabas de Audrey Tait y quería preguntaros sobre eso. Habéis sufrido importantes cambios en la formación con el reciente abandono de Paul Thomson, hace cuatro meses. ¿Cómo ha cambiado la dinámica dentro del grupo con una baja tan importante?
Bob: Bueno, hay una muy buena energía entre las cinco personas que formamos el grupo ahora. No es que haya supuesto un cisma y tengamos que superar las secuelas, pero sí que en cierto momento pudo suponer un problema porque teníamos una fecha de entrega de las dos canciones que íbamos a grabar. Estábamos a dos semanas de entrar en el estudio y teníamos que seguir adelante, y encontramos a Audrey. A los tres o cuatro minutos de tocar con ella ya vimos que era brillante. Ha sido un soplo de aire fresco para nosotros.
Alex: Es divertido porque no notas realmente cómo cambia la actitud de alguien hasta que ese alguien no está. Me he dado cuenta de que es muy diferente trabajar con gente que está cansada de salir de gira y a la que no le gusta ya pasar tiempo en el local de ensayo a hacerlo con alguien que tiene la ilusión al máximo y que está deseando salir a la carretera y ensayar. El cambio de Paul con respecto a este tipo de vida es totalmente respetable. Todos cambiamos a lo largo de nuestra vida y es normal. Pero si vamos a hacer algo, prefiero hacerlo con alguien que ame hacerlo. Si no te encanta hacer lo que haces, no deberías seguir haciéndolo.
Vosotros sois los únicos miembros fundadores que seguís en el grupo. ¿Ha hecho esta circunstancia que ahora os sintáis más unidos entre vosotros?
Alex: Sí, creo que estamos más centrados en lo que estamos haciendo y en por qué lo estamos haciendo.
Bob: Creo que es un poco como cuando Nick dejó el grupo. Todos supimos de inmediato que la única opción era seguir adelante, y ese es el sentimiento que hemos tenido ahora.
Alex: Muy al principio, en los inicios del grupo, estábamos solo Bob y yo, pasó como un año y medio hasta que Paul o Nick se unieron. Entonces todo era puramente idealista, solo teníamos ideas sobre de qué podían hablar las canciones, y nada nos impidió hacerlo. Ahora es un poco lo mismo.
O sea, que esto es de alguna forma volver a vuestros orígenes.
Alex: Sí, de algún modo es así.
¿Cuál es el secreto para estar en la misma banda durante tantos años y seguir cuerdos?
Alex: ¿Seguir cuerdos?… Oh, vaya, no creo que yo sea una persona muy cuerda.
Bob: Yo llevo años en terapia (risas).
Con una carrera tan larga como la vuestra, ¿cuál es la motivación para seguir adelante? ¿Es la búsqueda de nuevos retos artísticos?
Alex: Sí. Para mí es lo mismo que siempre ha sido. Tú conoces tu identidad, pero siempre quieres hacer cosas nuevas y diferentes con esa identidad. Volviendo otra vez a Picasso: aunque veas distintas obras suyas, siempre sabes que se trata de él en diferentes etapas. Espero que la gente pueda sentir lo mismo cuando nos escuche, que sientan curiosidad por escuchar una canción nueva aunque suene totalmente diferente a “The Fallen” o a la jodida “Stand On The Horizon”. Estamos constantemente buscando nuevas formas de ser nosotros mismos.
¿Habéis pensado alguna vez terminar con el grupo?
Bob: Ha habido veces en las que no ha sido fácil continuar, pero yo siempre lo he tenido claro. Quiero poder escuchar nuestras nuevas canciones, hacer música nueva y seguir en un grupo del que deseo formar parte.
Alex: Creo que todos los períodos tienen un final, y los períodos en un grupo pueden ser repetitivos. Hay uno de creatividad, luego grabas, sales de gira, después descansas y vuelves a empezar. Y en ese punto te preguntas: “¿Esto me llena?, ¿es lo que quiero hacer?”. Para mí la respuesta sigue siendo “¡sí, hagámoslo, a la mierda, hazlo bien, diviértete!”. ∎