
Reverso de la cosmología mafiosa en un digno sucesor de los discos conjuntos de Gibbs con Madlib.

Rapear sobre beats drumless no está al alcance de cualquiera; Ka lo hace con una serenidad equivalente a su dominio del lenguaje.

Mostrar las raíces como signo de fortaleza. Sobre el árbol del hip hop, el dúo asienta su regreso, en homenaje al pasado colectivo y al suyo propio.

Casi todo lo repasado en este informe está aquí, metido a presión. Y con algo de chipmunk soul, que siempre es bien recibido.

Hip hop deconstruido para una deconstrucción interior, emocional y fantasmal. Una involuntaria elegía.

Gánsteres en modo sensible en este hermanamiento entre el rapero de Nueva York y el productor sueco de los Sad Boy.

La joya de la corona –junto a “Half God” (Autoeditado, 2021), de Wiki– de la ola de hip hop abstracto y, quizá, también, el mejor disco de Griselda.

¿Puede ir el trap todavía un poco más allá en sus transformaciones? Yung Kayo dice sí, haciendo del rage un cuento de hadas.

El título del disco como la promesa de lo que estos tres pueden aportar al rap. Atentos a ellos.

Y, en medio de todo el ruido, J.I.D, una exhibición de talento narrativo y musical. Todavía no nos brinda “ese álbum perfecto”, pero se sitúa como el tipo que, tras un tal Kendrick Lamar, puede hacerlo. Al tiempo. ∎

El año pasado Young Thug, Gunna y otros miembros del sello YSL fueron acusados de violar la Ley RICO, que combate el crimen organizado en Estados Unidos. Más allá de lo mediático, su juicio reincide en la práctica de usar las letras de los raperos como pruebas de su culpabilidad, coartando así la libertad de expresión artística –metáforas, hipérboles– de un género históricamente demonizado. Killer Mike, rapero con poso en la lucha por los derechos civiles, lo señala: “Rap music is judged unlike any other genre like black people are judged unlike any other people”. Culpables o no, su música no debería valer como confesión. ∎

El hip hop sigue siendo la punta de lanza musical con que la comunidad afroamericana denuncia un sistema racista e institucionalizado, con la brutalidad policial como expresión definitoria. Ya sea en su vertiente más explícitamente política (Run The Jewels, Armand Hammer, Pink Siifu en “Negro”), en su más abstracta y experimental (Moor Mother, $ilkMoney), desde una consciencia introspectiva y cotidiana de positiva visión (Noname, Saba, Mick Jenkins) o con ilustres veteranos (Black Thought, Black Star), el objetivo es el mismo: alzar la voz para, en un futuro, ya no tener que alzar el puño. ∎