El cabecilla de Optimo Music supo leer a la perfección los aires electro y synth de la jornada en La (2) de Apolo y epilogar a la perfección el concierto de Desire con un inicio muy dreamy que, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, empezó a combar hacia el italo disco a través de remezclas de Faze Action o Julian Wassermann, y de ahí hacia un disco moldeable que servía bien para darle cuerpo tech a clásicos alternativos como “Psycho Killer” (Talking Heads) o “Blue Monday” (New Order) o para revestirse de contundencia housera. Final algo abrupto, antes de la hora programada, para acabar una jornada de fiesta mayor. En un rato empieza el pase de platos principales. Diego Rubio
El cabeza de cartel en la noche de apertura del festival en Parc del Fòrum fue una máquina indie pop que prodigó el grueso de sus hits de principio a fin, haciendo que el público bailara, aplaudiera y coreara durante buena parte del espectáculo. El concierto empezó con una pieza de música clásica mientras la audiencia vitoreaba expectante, hasta que sonaron los primeros acordes de “Lisztomania” para que la emoción de la multitud terminara de explotar. Después siguieron “Entertainment” y “Lasso”, dejando a los fans rendidos a los pies del vocalista Thomas Mars. También hubo tiempo de recordar su paso por ediciones anteriores de Primavera Sound y cómo parte de sus itinerarios han estado unidos a este festival desde hace quince años. Luego todo se volvió una fiesta bailable con “Alpha Zulu”, “Ti amo” y “After Midnight”, con los de Versalles paseándose por el synthpop y la new wave. La tercera parte del concierto fue más teatral y épica, con una puesta en escena enigmática en “Winter Solstice” que evolucionó más tarde hacia “Long Distance Call”. La sorpresa de la jornada fue la aparición de Ezra Koenig, vocalista y guitarra de Vampire Weekend, como invitado especial en “If I Ever Feel Better” y “1901”, que los asistentes cantaron a todo pulmón y que también funcionó como preludio del final del show: mientras la banda siguió tocando un tramo instrumental, Mars bajó hasta el público, saludó, hizo crowdsurfing con cerveza en mano y finalmente volvió al escenario para despedirse junto al resto de la banda. Daniel P. García