Spider Stacy y Shane MacGowan en 1987.
Spider Stacy y Shane MacGowan en 1987.

Entrevista

Spider Stacy: “Recordad a The Pogues como la mejor banda del mundo”

La reedición del primer álbum de The Pogues a mediados de octubre –en dos formatos distintos, uno de ellos con material extra– nos permite conversar con el que fuera flautista y ocasional cantante del influyente grupo londinense. Como comprobarán durante la lectura, es un tipo a quien merece la pena escuchar.

La muerte de Shane MacGowan (1957-2023) cerró la trayectoria de la mítica formación de folk punk irlandés The Pogues. Pero el eterno revival de las reediciones conmemorativas –y algún que otro concierto para celebrarlas– recuerda que hace cuarenta años apareció el debut discográfico de la banda, “Red Roses For Me”. Por eso hablamos con uno de los fundadores de Pogue Mahone; el que más y mejor ha desarrollado el discurso de la formación desde entonces. ¡Cuánto tiempo ya!”, suspira Spider Stacy desde la mitad superior de una pantalla en modo Zoom. “Todavía me sorprendo al pensar en todo este tiempo que ha pasado. Pero aunque solo sea por el nuevo vinilo rojo, creo que ha merecido la pena”.

El punk londinense del 77 no solo trajo guitarras furiosas, imperdibles y escupitajos: fue el pretexto para inventar nuevas fórmulas a partir de músicas periféricas. Unas transoceánicas, las de Jamaica; otras más cercanas, las de Irlanda. La historia de The Pogues, paradigma de esto último, arranca entre casas okupa, garitos punk y pubs donde curar, entre pinta y pinta, la nostalgia de la patria gaélica.

Publicado originalmente el 15 de octubre de 1984, “Red Roses For Me”, primer disco de la banda, materializa ese tiempo y ese espacio. Aquí empieza una andadura atípica donde va a haber sitio para el desparrame, la dipsomanía, la lírica, el baile y –por fin hoy– la leyenda. Todo eso queda encarnado en la figura de Shane MacGowan. Y en la reedición de este primer disco, buen motivo para conversar con su segundo de a bordo, Peter Richard Stacy.

Toma de “Waxies Dargle” en directo en 1984 (canción tradicional irlandesa versionada por The Pogues e incluida en “Red Roses For Me”).

Háblame un poco más sobre esa época antes de la grabación, en los primeros años de los ochenta. ¿Qué estaba pasando?

La primerísima presentación de los Pogues fue alrededor de octubre del 82. Probablemente el espectáculo que llevó a la creación de la banda fue el que hicimos con The New Republicans (su banda anterior) en Cabaret Futura. Eso fue, creo, a finales de 1981. Yo llevaba desde 1977 viviendo en Burton Street, en una casa okupa en Bloomsbury, en el centro de Londres; ahí es donde conocí a Shane, Jem Finer y James Fearnley. Pero, bueno, si no me falla la memoria, el show de Cabaret Futura fue el que puso la semilla. Shane estaba en otra banda, The Nips (antes conocida como Nipple Erectors), y estaba buscando un cambio de dirección. Así que tuvo esta idea de hacer como si los Dubliners tocaran tan rápido como los Sex Pistols, y nos lanzamos a ello. Creo que era un tipo de música que ya estaba en el ambiente, pero nadie realmente había hecho algo con ella. Decidimos hacerlo nosotros.

El repertorio tradicional irlandés, ¿lo veíais como algo sagrado o simplemente queríais hacerlo en versión punk sin darle más vueltas?

Nunca intentamos tocar música tradicional irlandesa al estilo de The Chieftains o Planxty, que realmente sí podían hacerlo. Queríamos hacer lo nuestro de un modo que tuviera sentido para nosotros. Habría sido falso tratar de tocar jigs, reels o marchas. Obviamente teníamos un enorme respeto por la música irlandesa. Solo queríamos pasar un buen rato, pero también con canciones que aportaban más peso.

¿Recuerdas el día en que salió el álbum?

Sí. Estábamos en Oxford teloneando a Elvis Costello. Fue muy emocionante ver el álbum en una tienda de discos, tenerlo en las manos. Estábamos en medio de la gira, así que no lo celebramos como una fiesta. Aunque cada noche de gira era prácticamente una fiesta.

“Shane tuvo esta idea de hacer como si los Dubliners tocaran tan rápido como los Sex Pistols, y nos lanzamos a ello. Creo que era un tipo de música que ya estaba en el ambiente, pero nadie realmente había hecho algo con ella. Decidimos hacerlo nosotros”

¿Cuál es tu recuerdo más salvaje con The Pogues?

Tampoco recuerdo grandes locuras. A veces sucedían cosas, pero nunca nada salvaje. Nos tomábamos un par de tragos y ya. No fue tan divertido como parecía. Nadie se metió nunca con un Rolls-Royce en una piscina. Bueno, nadie tenía un Rolls-Royce. No éramos ese tipo de banda.

Después de tantos años y tras la muerte de Shane, ¿crees que la gente entiende mejor y respeta más hoy en día lo que hicisteis?

Sí, creo que en cierto sentido sí. Viendo a bandas que salen de Irlanda ahora, como The Mary Wallopers y Lisa O’Neill, creo que está claro que puedes ver la influencia de los Pogues. El público responde a ellos de una manera muy similar, con nuestra misma energía alegre y positiva, pero también por siglos de tradición musical. Es un verdadero honor, es más de lo que nunca esperamos recibir.

¿Qué cambiarías de la historia de la banda?

No creo que cambiara nada, porque cambiar una cosa podría cambiar otra, y quién sabe si eso sería bueno. No juguemos con eso. He visto “Star Trek”, sé lo que digo (se ríe).

Se han anunciado actuaciones a finales de este año, ¿no?

No son técnicamente The Pogues, pero, bueno, Jem, James y yo participaremos en un show de celebración de los 40 años de “Red Roses For Me”. Ya hicimos uno en Londres (el pasado mes de mayo) y haremos otro en diciembre en Dublín. Habrá invitados (será el 17 de diciembre y se ha confirmado la participación de miembros de Fontaines D.C., The Pretenders o Goat Girl, entre otros).

Spider Stacy, memoria de The Pogues.
Spider Stacy, memoria de The Pogues.

Pero ¿hay futuro para la banda?

No diría que lo hay sin Shane… pero haremos estos shows. No creo que salgamos como The Pogues.

Será también una celebración después de algo más de un año de la muerte de MacGowan, el pasado 30 de noviembre…

Todo lo que hagamos será de un modo implícito una celebración de Shane y también de Phil Chevron (tocaba la guitarra, la mandolina y el banjo en el grupo y falleció en 2013). No querría ponerme muy sentimental porque él odiaría eso; creo que la mejor forma de celebrarlo es tocar esas canciones.

¿Es cierto que él dejó pagada unas rondas en su funeral?

Bueno, hubo una barra libre y tomamos algo. Pero no lo sé realmente.

Otro gran cantante que estuvo con la banda fue Joe Strummer. ¿Cómo recuerdas su figura en la banda?

Oh, Joe. Varios de nosotros conocimos a Joe en diferentes momentos a lo largo de los años, pero realmente nos hicimos amigos cuando filmamos “Straight To Hell” (película de Alex Cox de 1987) en España, en Almería. Antes de eso, habíamos abierto para The Clash allá por 1984 en el Brixton Academy, como remplazo de último minuto de no me acuerdo quién. Luego, sobre 1987, cuando Phil Chevron enfermó durante una gira por Estados Unidos, Joe tocó la guitarra con nosotros sin anunciarlo al público, lo cual fue una gran sorpresa para todos porque no se lo contamos a nadie. La gente no se lo podía creer: de repente aparecía en el escenario y flipaban. Y nosotros “ah, sí, es él”… Joe brindó un gran momento a la banda. Cuando se fue Shane él estaba por allí y lo sustituyó durante más o menos un año. Joe fue muy entusiasta.

Has declarado alguna vez que para ti los primeros tres álbumes de The Pogues son los mejores de la banda. ¿Cómo lo ves hoy?

Ay, no lo sé. Creo que sí, pero no me gustaría excluir el cuarto o quinto álbum. Pero siempre pensé que esos en los que no estaba Shane eran… no sé. A pesar de los cambios en la banda, The Pogues son The Pogues con Shane. En esos primeros álbumes es donde realmente se capta la esencia de la banda.

“Viendo a bandas que salen de Irlanda ahora, como The Mary Wallopers y Lisa O’Neill, creo que está claro que puedes ver la influencia de los Pogues. El público responde a ellos de una manera muy similar, con nuestra misma energía alegre y positiva, pero también por siglos de tradición musical”

Has vivido en Nueva Orleans. ¿Qué tal se entienden la música de esta ciudad y la irlandesa?

Bueno, depende del tipo de música de Nueva Orleans de la que estés hablando. La música irlandesa y la cajun tienen similitudes. Aunque, estrictamente hablando, la música cajun no es de Nueva Orleans, sino más bien del suroeste de Luisiana. Aparte de eso, hoy probablemente no haya una gran intersección entre la música irlandesa y, digamos, las bandas de jazz o rhythm’n’blues de Nueva Orleans. Sin embargo, hay una presencia irlandesa considerable que se remonta a mucho tiempo atrás, porque Nueva Orleans fue un gran puerto y acogió mucha inmigración de allí. Y también creo que hubo una inmigración interna desde Brooklyn, a principios del siglo XX, de trabajadores portuarios, tanto irlandeses como italianos. Hay cierto acento de Nueva Orleans que puedes escuchar en las películas de gánsteres de los años treinta. Y es curioso, porque hay miles de millas entre Nueva Orleans e Irlanda.

Sé que lo has contado muchas veces, pero ¿puedes contar una vez más cómo surgió el nombre del grupo?

Estábamos empezando y necesitábamos un nombre. “Pogue Mahone” no era una frase muy conocida para los ingleses; significa “bésame el culo” en gaélico. Sonaba bien. Un día, en el departamento de gaélico de la BBC Radio de Escocia –cuando estábamos teniendo cierta rotación en la radio con nuestro primer single autoeditado, “Dark Streets Of London”– se dieron cuenta del significado y no les pareció apropiado, por lo que acortamos el nombre a The Pogues.

¿Cómo te gustaría que se recordara a The Pogues?

Como la mejor banda del mundo. No… bueno, no lo sé. Creo que me gusta el modo en que se nos recuerda. Es bonito ser parte de algo que a la gente le gustó. ∎

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