El delantero de la Real Sociedad no está defraudando a los que pensaban que estaba llamado a ser una de las grandes apariciones de este certamen. Aun sin ser capaz de perforar las redes, ha sido el mejor de su equipo, con diferencia. Viene a recibir, genera, encara, combina. Hace de todo en el ataque sueco. Sin ir más lejos, los defensas de España lo sufrieron de lo lindo. La baja por lesión de Ibrahimovic, que se perdió el torneo, le dio unos galones que a su corta edad supo gestionar con la naturalidad de un fuera de serie. Con semejante proyección, sus días en Gipuzkoa parece estar contados.