Pau Riba, tiempos de “Dioptria”. Foto: Ferran Freixa
Pau Riba, tiempos de “Dioptria”. Foto: Ferran Freixa

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Pau Riba: 50 años de “Dioptria”

“Dioptria” (1969-1970), dos discos –que tenían que ser uno– que colocan a Riba en el ranking de los elegidos, donde siempre tuvo garantizado un lugar preferente, sobre todo en la década de los setenta. Un DVD retrospectivo asociado a los fastos del cincuentenario de aniversario del primer “Dioptria” resitúa, y engrandece, la obra de uno de los pioneros indiscutibles del rock de aquí.

Pau Riba está de celebración. El cincuentenario de su primer “Dioptria” (diciembre de 1969) lo sitúa de nuevo en el ranking de los elegidos; repasemos lo conseguido por ese iluminado debut en las suculentas listas de las revistas: ‘Efe Eme’ (julio 2003: decimotercer mejor disco del pop español), ‘Enderrock’ (febrero 2004: mejor disco del rock y la cançó en catalán) y Rockdelux (noviembre 2004: decimocuarto mejor disco español del siglo XX).

La reedición de esta trascendental obra nos permite volver a hablar de un genio ilustrado y díscolo que sorprendió a todos con un ambicioso proyecto en dos partes que –por razones ajenas al artista– no pudo completarse hasta un año después, en diciembre de 1970, con un segundo volumen tan o más iluminado: más hippy, menos rockero. Transcurrido medio siglo, Munster recuperará el concepto original del proyecto en doble vinilo (descartando las remasterizaciones digitales de otras reediciones pasadas y volviendo a las fuentes de sonido originales) el próximo 12 de abril, coincidiendo con el concierto de Pau Riba –con el grupo De Mortimers– que inaugurará la gira “Dioptria50” en el Teatre Joventut de L’Hospitalet de Llobregat, dentro de la programación del festival Barnasants.

El DVD que aquí comentamos, complementario a la nueva vida de “Dioptria”, se regaló con el ejemplar de la revista ‘Enderrock’ del pasado febrero. Se trata del documental “37 anys i 1 dia”, originalmente creado en 2006 por el periodista Pere Pons aunque inédito hasta que fue estrenado en el Arts Santa Mònica de Barcelona en 2015­; entonces, ya sujeto al efecto corrector surrealista que aplicaron la dirección de Nolasc Riba, sobrino del artista, y el guion del propio Pau Riba.

DVD-documento que narra todas las vicisitudes de “Dioptria”.
DVD-documento que narra todas las vicisitudes de “Dioptria”.
Las imágenes distorsionadas de la modesta película recogen las voces de los protagonistas de aquella gesta dióptrica: Toti Soler, Romà Escales y Jordi Sabatés (los miembros más insignes de OM, proveedores de música y arreglos en el primer volumen; Toti, ya marginados OM en la segunda parte, aún tocó la guitarra eléctrica en “Dioptria / 2”), Albert Batiste y Sisa (de los fugaces pero geniales Música Dispersa, protagonistas –e ideólogo el primero de ellos– en el segundo volumen de “Dioptria”), Ermengol Passola, Roser Domingo y Enric Frigola (responsables de Concèntric, sello que publicó los dos álbumes y discográfica donde trabajaba Pau Riba como grafista ideando portadas), Rafael Poch (uno de los tres técnicos de sonido de aquellas grabaciones) y el gran Mario Pacheco (palmas en la segunda parte y, aquí, responsable de ofrecernos la sentencia definitiva: la excelencia de “Dioptria” se iguala en magnificencia a la del mítico “La leyenda del tiempo” de Camarón).

También interviene el periodista Jesús Ordovás, quien asegura, no menos contundente, que “Dioptria” es equiparable al “Blonde On Blonde” de Dylan en cuanto a importancia. Todos los fragmentos de entrevistas son calzados sobre las declaraciones de un Pau Riba que rememora con sorna y satisfacción los acontecimientos negativos que boicotearon la integridad del desarrollo de su idea: tronchante el proceso de preparar una carpeta doble para luego acoger solo un disco debido a la tacañería de la discográfica; delirante el texto-reprimenda escrito por Concèntric para contrarrestar y, sobre todo, minusvalorar el escrito del propio Pau Riba en el encarte; rocambolesca la historia de veto del Liceu, primero, y del Palau de la Música, después, para no acoger la presentación de “Dioptria” en directo, excusa oficialista que dio pie a la respuesta gamberra de Riba: Sisa haciendo de mensajero con el regalo de una butifarra envuelta como si fuese una ramo de flores y dirigida a Lluís Maria Millet, representante del Palau a quien ellos creyeron responsable de la prohibición… El concierto, finalmente, tuvo su puesta de largo en el desaparecido Gran Price, local que programaba veladas de boxeo de postín y donde el caótico show de Riba, denominado “Elèctric Tòxic Clàxon So” y celebrado el 11 de abril de 1970 entre problemas técnicos e incomprensión de los trabajadores del local –estrenó, además, un show con una moto sobre el escenario (avanzándose en años a Judas Priest) y contó con Música Dispersa de teloneros–­, recibió malas críticas.

Agente provocador: ayer y siempre. Foto: Colita
Agente provocador: ayer y siempre. Foto: Colita
Este documental feísta, con bocas parlantes superpuestas sobre imágenes proyectadas ­–en primer plano, la orgullosa celebración del mal gusto–, explica el devenir de un álbum (doble) histórico que, rupturista pero bello, nervioso pero apaciguador, merece ser degustado como envolvente mantra atemporal. “Dioptria” es una obra mayor que no envejece y en la que resuenan, sin limitaciones –incluso con desafinaciones fuera de toda lógica–, psicodelia desenfocada, acid rock levitante, folk dopado, tropicalismo mediterráneo… Hay en él liturgia procesional y hachazos salvajes a la burguesía y a la familia (la primera parte, dedicada a las mujeres; la segunda, a los hombres) entre dosis de rhythm’n’blues jazzero, rock espasmódico y ragas obnubilantes. Asimismo, poesía musicada aparentemente dulce pero irreverente, desbocados cantos a la naturaleza, alucinantes y preciosas imágenes absurdas en canciones referenciales que marcaron para bien el canon del rock català del futuro. Y, además de sus enormes aciertos, hay en “Dioptria /2” un cuento de Navidad que es una obra maestra en sí misma: “Sinfonia Nº 1 (d’una nit, d’un matí de Nadal)”, a la altura de las mejores canciones-relato de la historia.

Escuchando con detenimiento el pack “Dioptria”, queda flotando una evidencia palmaria: Sisa (sí, incluido él), Pep Laguarda, Adrià Puntí y Albert Pla, cuatro grandísimos, le deben media vida artística a este Pau Riba primigenio; incontestable en aquellos años y en los posteriores de la década de los setenta. ∎

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