J, Califa de Graná. Foto: JM Grimaldi
J, Califa de Graná. Foto: JM Grimaldi

#1 CONCIERTO NACIONAL 2024

Los Planetas: cerca de las estrellas

Volvieron Los Planetas a casa para recuperar el imprescindible “Super 8” y lo hicieron apenas a 500 metros del lugar donde se gestaron aquellas canciones, una sencilla cochera en el barrio de Los Pajaritos. May, Paco, J y Florent conectaron con una nueva generación que los descubrió con aquel disco y, pasadas tres décadas, han tenido a bien recuperarlo en una gira para el disfrute de muchos. Con nostalgia o no, está claro que la importancia de este trabajo y Los Planetas sigue vigente en la actualidad al convertirse en referencia para nuevos artistas, como los que invitaron a compartir escenario (Alcalá Norte y Depresión Sonora) en la inolvidable cita del sábado 28 de septiembre en la Plaza de Toros de Granada.

El pasado sábado fue un día de los que quedan en el recuerdo de una ciudad. Granada se preparaba para una celebración que iba más allá de la mera coincidencia con la efeméride de la patrona de la ciudad, a quien curiosamente Los Planetas cantaron en “La que vive en la carrera” de “La leyenda del espacio” (2007). Se respiraba un ambiente festivo desde primera hora del día. Mucha gente paseando con camisetas del “Pop” (1996) o “Una semana en el motor de un autobús” (1998) hacía presagiar que el coso viviría un día grande.

Alcalá Norte saltaron al escenario con un pequeño retraso sobre el horario previsto. A los de Ciudad Lineal se les notaban las ganas de este concierto y pisaron el acelerador desde el primer segundo: “Menos hablar y más tocar”, sentenció Barbosa, el batería del grupo madrileño. Lástima que el sonido no los acompañara hasta la segunda parte del set –de apenas 30 minutos de duración–, en el que disfrutamos de “Superman”, “La calle Elfo” y, por supuesto, “La vida cañón”, que cerró la actuación entre aplausos. Depresión Sonora tuvieron más suerte en el apartado técnico, lo que los condujo a un directo de calidad con su habitual registro post-punk, en el que Marcos Crespo sintetizó perfectamente la esencia del sonido y mensaje que transmiten con una buena selección de temas: “Como todo el mundo”, “Gasolina y mechero”, “Fumando en mi funeral”… A pesar de ello, parecía que buena parte del público presente no llegaba a conectar con la propuesta. De ahí que el propio grupo, a través de su frontman, se deshiciera en elogios hacia Los Planetas por la invitación y aprovechara para soñar –en voz alta– con “ser el relevo de toda aquella generación de los noventa” para, seguidamente, encontrarse con unos sinceros aplausos del respetable, al que sí sorprendieron con una versión de “Qué puedo hacer” que la plaza terminó coreado al unísono.

Superiores desde el principio de los tiempos. Foto: JM Grimaldi
Superiores desde el principio de los tiempos. Foto: JM Grimaldi

El tiempo de espera para ver a Los Planetas se hizo largo, las ganas de escuchar “Super 8” (1994) aumentaban minuto a minuto y el público se impacientaba. Tras media hora, salieron al escenario entre aplausos: J, Florent, Miguel López y Eric Jiménez. Efectivamente, el batería de Los Planetas esta vez no sería Roberto Escudero, quien ha realizado el grueso de la gira. Tras reaparecer con el grupo en Sonorama, Eric –el que para muchos es y será el indiscutible batería de la banda– se situó encima de la tarima. Y dejó su huella desde el primer golpeo en “De viaje”, sonando incluso por encima del resto de instrumentos en algunas ocasiones. El sonido fue muy potente en general, cosa que requirió de unos ajustes iniciales para que todo encajara a la perfección en “Qué puedo hacer”. A partir de ahí, fue –permítanme la expresión– coser y cantar. Lo primero lo hizo Florent, que se entregó al máximo –también cantando– para que su guitarra sonara como la de aquel joven de 1994 que tanto nos sorprendía, pero con la experiencia que otorga una dilatada trayectoria. Y lo segundo fue, obviamente para un J pletórico, que llegó a arengar a su Graná por la gran acogida del concierto.

Florent, Sultán de Graná. Foto: JM Grimaldi
Florent, Sultán de Graná. Foto: JM Grimaldi
Quizá se sabían ganadores, quién sabe, pero hay que recordar que Los Planetas no fueron siempre profetas en su tierra y hubo algunas actuaciones para obviar en tiempos pretéritos. La que vivimos este fin de semana se suma a las que no se olvidarán, por el set, la entrega y posiblemente por ser la más numerosa de cuantas han protagonizado ellos –festivales al margen– en Granada. En sus inicios pasaron por salas pequeñas, medianas y grandes, luego los palacios de deportes y de congresos de la ciudad que los vio nacer, pero nunca habían tocado en el ruedo. Tras los primeros temas llegaron unas palabras amables y cariñosas para la bajista May Oliver y el batería Paco Rodríguez, como miembros originales del grupo, que aquella noche pudieron disfrutar de sus canciones desde la grada. Por primera vez en casi tres décadas los cuatro se rencontraban, aunque en diferentes roles, para celebrar que la música que los unió sigue viva, como J se encargó de recordar entre risas: “Estamos vivos de milagro, y seguiremos tocando estas canciones mientras podamos, luego lo harán otros”. Pero nadie podrá dotar de la misma brillantez que ellos a “Si está bien”, “Desorden” o “Brigitte” –de las más comedidas del set, pero muy coreadas– ni de la intensidad necesaria a “10.000”, “Jesús” o “Rey sombra”. Como se esperaba, el punto álgido llegó con “La caja del diablo”, que interpretaron con contundencia redondeando una primera parte intachable.

Eric volvió al lugar al que pertenece. Foto: JM Grimaldi
Eric volvió al lugar al que pertenece. Foto: JM Grimaldi
A partir de aquí se vivió otra actuación. Acabó el recuerdo para “Super 8” y comenzó el de otras grandes canciones, comandadas por la imprescindible “Segundo premio”, con un Eric imbatible en estas lides. El que abrieran esta parte del concierto con una de sus canciones más significativas se antoja como una reivindicación de su propia identidad. “Un buen día” activó el modo karaoke en el respetable, que siguió con “Espíritu olímpico” junto a “Santos que yo te pinte” –temas donde se echó especialmente de menos la labor de Banin Fraile– y continuó con más ímpetu en “Nuevas sensaciones” y “Mi hermana pequeña”, en la que Florent se encargó de cantar mucho más. Tras la despedida fueron reclamados y regresaron para expandir el mantra sónico de la gran “Islamabad” cerrando definitivamente con la locura colectiva que se produjo al interpretar “Pesadilla en el parque de atracciones”, recordándonos a aquellos Planetas con finales por todo lo alto que nos dejaban con ganas de más. Ahora ya solo les queda actuar en el estadio de Los Cármenes, quizá para celebrar un futuro ascenso de nuestro Granada C.F. O en Sierra Nevada, por aquello de estar más cerca de los otros planetas. ∎

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