Recapitular para continuar. Foto: Sergio Albert
Recapitular para continuar. Foto: Sergio Albert

Entrevista

Los Punsetes: “La crisis de los cuarenta no existe. Lo que pasa es que vivimos en una crisis constante”

Dejado atrás el mayor bache pandémico y decenas de conciertos cancelados, Los Punsetes llegan a 2022 con un recopilatorio bajo el brazo para celebrar sus más de quince años de carrera: “España necesita conocer” (2022). Hacemos un repaso a su impecable discografía mientras charlamos de la lacra del trabajo, de la esclavitud de la autopromoción, del relevo generacional y también del mercado inmobiliario. Porque un poco mayores sí nos hacemos.

Son las diez y algo de la noche de un sábado cualquiera de 2016 en Madrid. La ciudad en la que siempre podrás encontrar algo que hacer y jamás te encontrarás a tu ex (o eso dicen). Las calles están llenas de gente de aquí y de cualquier lado. Cómo no, si es la ciudad de las oportunidades y las cañas y los amigos y el pasarlo bien, de la libertad. La ciudad donde poder encontrar un bar abierto cualquier día de la semana a cambio de tener mil trabajos para pagar tu piso compartido de 60 metros cuadrados. En las terrazas rebosa la alegría. Mientras tanto, en una sala de conciertos, 200 chavales gritan a pleno pulmón: “Y yo, solo quiero estar muerto, solo quiero estar muerto, solo quiero estar muerto”. Se supone que la vida está allí fuera, pero nosotros no la queremos. Porque aquí dentro tenemos a Los Punsetes. La escena se repetirá en salas de conciertos y festivales de toda España durante años. Y conozco pocos grupos que hayan conseguido crear una imagen tan poderosa.

Por escenas como esta se ha dicho que Los Punsetes son un grupo generacional, capaz de poner voz a este hartazgo que nos asola. Sin embargo, a este hastío quizá lo llamemos generacional tan solo porque la verdad es aún más terrorífica. Que esto es sistémico, que las cosas pueden ir siempre a peor, que probablemente vayan a hacerlo. Chema, Jorge, Ariadna, Manu, Luis –es decir, Los Punsetes– y yo nos llevamos entre quince y veinte años, pero hemos coincidido en muchos bares y conciertos. No somos de la misma generación, pero estamos igual de cansados. Del trabajo, del futuro, de vivir en una crisis tras otra. Ellos empezaron el grupo en la facultad, antes de que estallara la crisis de 2008. Yo empecé a escucharlos una década más tarde, cuando encadenaba contratos en B mientras iba a la universidad. Esta entrevista tiene lugar otros cinco años después, con un 12,7% de paro, las ejecuciones hipotecarias disparadas, una pandemia mundial todavía dando sus coletazos y una guerra en Ucrania. No existe la crisis de los 25, ni la de los 40: existe la crisis socioeconómica en la que llevamos más de una década inmersos.

Con este panorama, sobrevivir quince años en los escenarios es todo un éxito. Aprovechamos que Los Punsetes llegan a 2022 con un recopilatorio –“España necesita conocer” (Sonido Muchacho, 2022)– bajo el brazo para charlar junto a Jorge (guitarra) y Chema (batería) de estos últimos años, de sus discos más y menos favoritos, de que trabajar cansa y de que el futuro ya no es lo que era.

Manu, Jorge, Ariadna, Chema y Luis: grupo salvaje. Foto: Sergio Albert
Manu, Jorge, Ariadna, Chema y Luis: grupo salvaje. Foto: Sergio Albert

Venís con un disco de grandes éxitos bajo el brazo. ¿Qué es el éxito para Los Punsetes?

Jorge: La verdad es que seguir funcionando es ya es todo un exitazo. El disco es más bien un inventario de lo que hemos hecho estos casi veinte años, una manera de decir que estamos contentos con lo que hemos hecho. Podemos mirar atrás sin demasiada vergüenza.

Chema: Por ejemplo, a los Judas Priest les pasó que se pusieron de moda las bermudas con botas militares y se apuntaron a ese rollo sin pensarlo. Los veías y decías: “Qué ridículo, esto no puede ser”. Nosotros no hemos llegado a ese punto de tener que estar en la onda, sea cual sea esa onda. Podemos decir que estamos contentos con no habernos tenido que vender ni al dinero ni a la corriente. Eso es el éxito.

¿Y algo de lo que os arrepintáis?

Jorge: Haciendo el recopilatorio, sí pensé que hubiera estado bien no tener 57 sellos, porque es algo que a la larga no viene bien. Tener canciones en diferentes sellos ha sido complicado a la hora de querer recopilarlas en un solo disco. Uno de los sellos quiso vetar el recopilatorio, imagínate.

Vuestras canciones nunca han sido lo que se dice la alegría de la huerta. Empezasteis antes de la crisis de 2008 y desde entonces las cosas no han hecho más que ir a peor. ¿Siempre habéis sido un grupo de pesimistas, o es que viendo el panorama tampoco habríais podido ser otra cosa?

Jorge: Yo creo que en general la alegría no hace demasiada gracia, la verdad. Más que nada porque creo que cuando estás contento simplemente disfrutas y sales de casa; no escribes una letra. Más que un grupo de pesimistas generacionales, además, creo que somos un grupo de pesimismo intergeneracional. Empezamos cuando la crisis de 2008 y ahora estamos metidos en otra crisis que ni siquiera es la misma. Hemos empalmado dos momentos sin que haya habido ningún respiro entre medias.

“El disco es más bien un inventario de lo que hemos hecho estos casi veinte años, una manera de decir que estamos contentos con lo que hemos hecho. Podemos mirar atrás sin demasiada vergüenza”

Jorge

Sin embargo, algo que no habéis perdido nunca es el sentido del humor y la ironía para hablar de las desgracias.

Chema: Hombre, a menos que seas verdaderamente un triste vocacional, que quieras amargar a la gente y darles ganas de morir, algo de humor tiene que haber siempre. No se trata tampoco de regodearse en el sufrimiento y exponerse para que te tengan penita.

Jorge: Claro. Tú ves que todo podría ser mejor, pero tampoco tienes la respuesta de qué hacer para que lo sea. Así que tomas esa distancia irónica para hablar de ello, para poder hacerlo sin querer cortarte las venas.

¿Os ha dado por la crisis de los cuarenta? ¿Habéis tenido ese momento de: “Hostia, no me entero ya de lo que está pasando en el mundo, ¿dónde está mi lugar ahora?, ¿dónde encajo yo?”.

Chema: La verdad es que no. Como decíamos antes, más que crisis de los cuarenta es que hay una crisis intergeneracional, pero no es por cumplir años. Menos Luis, que es un posadolescente, los demás podríamos ser abuelos y estamos bien: el tiempo tiene que pasar y el que se resista irá de culo, porque le va a pasar por encima igual. Yo hay carros a los que no me subo, sobre todo en temas de redes sociales, pero porque sería ridículo.

Jorge: Yo una cosa que sí que veo ahora mucho es peña que saca un EP de tres o dos canciones y ya hablan de sí mismos como artistas, con una alegría y un arrojo que digo: “Sois unos putos flipaos”. ¿Sabes cuánta gente saca un disco en España al año? Millones de personas, o sea, no puedes estar tan flipao; me cuesta entenderlo.

Una de vuestras primeras canciones y de las más famosas dice: “No los conozco y los odio, mis odios no son exigentes”. ¿Qué odian Los Punsetes en 2022?

Jorge: El mercado de la vivienda en Madrid.

No te lo has pensado ni un segundo.

Chema: Es que la situación ahora es verdaderamente terrorífica. Mires donde mires no hay donde agarrarse. El futuro es terrible, deprimente de verdad. Espero que pronto empecemos a tocar en directo porque por lo menos allí te olvidas un rato de todo esto.

Frases de Los Punsetes estampadas en cualquier cosa... Foto: Sergio Albert
Frases de Los Punsetes estampadas en cualquier cosa... Foto: Sergio Albert

En quince años siempre habéis mantenido vuestros propios trabajos más allá del grupo. ¿Eso ha sido perjudicial o creéis que habéis tenido más libertad al no vivir de esto?

Jorge: Yo creo que indudablemente ha sido una ventaja.

Chema: El problema es que al final tienes dos trabajos: el que te lleva el dinero a casa y esto. Al final no le puedes dedicar todo el tiempo que te gustaría a la música. Pero, tal y como están las cosas ahora y con la economía de la atención tan a flor de piel, que todo el mundo se tiene que estar vendiendo 24 horas al día, vivir de esto significa ser un esclavo continuo de la autopromoción. Todo el mundo que se cree que es libre por no estar en un sello y estar en internet, sin intermediarios, en realidad es un esclavo de sí mismo. Y eso es horroroso. Si lo hubiéramos hecho de otra manera, quizá ahora solamente seríamos unos señores autopromocionándose y dando pena sin parar.

Jorge: Claro, luego hay grupos que ya viven de esto como una profesión porque no les queda otra, y es un horror. Mira los Pixies, que han sacado un nuevo tema hoy y es terrible, malo que te mueres.

¿Alguna canción en el recopilatorio que se quedara fuera y os hubiera gustado que entrara?

Jorge: De parte de Luis, “De moda”. Está obsesionado con esa, te lo digo de verdad. Del segundo disco hay poquitas, pero es que yo creo que es el peor. Aunque también te digo que “Los cervatillos” me flipa, porque me lo paso muy bien tocándola. La hubiese metido y me hubiera fiscao encantadísimo “Pinta de tarao”.

“Todo el mundo que se cree que es libre por no estar en un sello y estar en internet, sin intermediarios, en realidad es un esclavo de sí mismo”

Chema

Con esto me habéis hecho preguntarme: ¿os volvéis a poner vuestras propias canciones si no es para tocarlas?

Jorge: Sí, pero sobre todo para mirar cosillas de sonido. Hace poco me puse el “¡Viva!” (2017) entero a ver qué tal, porque le voy cogiendo manía periódicamente, pero al escucharlo normalmente se me pasa.

Chema: Me pasó lo mismo con el “LPIV” (2014). El resultado final no me gustaba nada y para mí es el peor, pero el otro día encontré el CD de casualidad en el coche y me sorprendió porque tampoco estaba tan mal como recordaba. En general, los escucho según salen. Básicamente solo para acordarme de qué hemos hecho. El próximo disco que vamos a sacar también lo hemos producido nosotros directamente junto a Paco Loco, como el último. Y yo a estas alturas ya no me acuerdo de casi nada.

Jorge: Te vas a cagar ahora cuando escuches el nuevo, porque lo hemos grabado prácticamente sin ensayar. Vosotros os fuisteis. No habíais escuchado ni una puta guitarra, no escuchaste casi nada de Manuel, no habéis oído a Ariadna, los coros, la que hicimos sobre la marcha, que le tuvimos que cambiar el tono entero...

Chema: Bueno, por lo menos está guay porque la primera escucha va a ser también como una novedad para mí. Y entonces pues vas a poder decir: “Oye, qué bien, qué guay esto nuevo que ha salido”. Aunque sea tu propio trabajo. Espero.

Pregunta de rigor. ¿Dónde os veis dentro de quince años?

Chema: Yo siempre he pensado que ya prejubilado, o así me gusta verme. Pero tal y como está el panorama lo veo difícil. Me veo con una hipoteca aún que pagar y con un hijo adolescente, que ya es bastante jodido el asunto.

¿Y tú, Jorge?

Jorge: No sé, tía. Ni puta idea. De verdad. En quince años... Es que van a ser casi 60. Y lo peor es que llegarán y, subjetivamente, antes que estos quince años que ya han pasado, porque conforme te haces más mayor, el tiempo pasa más rápido.

Chema: ¡Si es que están ya aquí, están ya aquí! Ay Dios, qué horror, qué angustia. ∎

Seis cortes limpios

“Los Punsetes”
(Gramaciones Grabofónicas, 2008)

Uno de los mejores debuts en castellano que se recuerden. Esas guitarras machaconas, la voz tan singular de Ariadna, esas letras llenas de cinismo repartiendo hostias a dos manos. Nadie estaba haciendo eso en España en esa época. No así. Canciones que han quedado ya para siempre en el recuerdo, como “Maricas” o “Accidentes”. Y obras maestras menos conocidas como “Matadero”, la canción que más tristeza es capaz de encerrar en apenas 37 segundos.

“LP2”
(Recordings From The Other Side, 2010)

Como dijo otro sabio, si la fórmula funciona, ¿para qué la vas a cambiar? Para su segundo disco, Los Punsetes no solo repitieron hazaña, sino que marcaron la tendencia que los acompañaría toda la década. Proyectiles pop aderezados en cinismo y guitarrazos. Tocar rápido, tocar fuerte. Y dejar “la larga” para el final. Ojo, que quince años después, esto va a cambiar. En el próximo disco cuenta Jorge que no solo “la larga” irá en el medio del disco, sino que será el primer single.

“Una montaña es una montaña”
(Everlasting, 2012)

La obra maestra de Los Punsetes. Cuántas noches coreando “Un corte limpio” o “Paraíso” con los brazos en alto, tristes y borrachos, con un pie más allá que aquí, pero juntos. No es que eche de menos esa época, pero por lo menos estuvo bien tener algo que cantar durante el desastre. Podría hablar de lo bueno que es –repito, su gran obra maestra–, pero creo que no hay mejor prueba de inmensidad para un disco que el que cualquier persona tenga asociados recuerdos imborrables a sus canciones. Cuánta belleza y cuánto dolor, amigas.

“LPIV”
(CANADA, 2014)

¿El salto al mainstream de Los Punsetes? Con “Me gusta que me pegues” se creó una falsa y ridícula polémica en redes sociales y medios sobre si era o no apología del maltrato (había más tuits opinando de la polémica que planteando la cuestión), “Opinión de mierda” la citó nosequé columnista de ‘El País’ y, poco a poco, empezaron a tocar en recintos cada vez más grandes. Ojo, no por la polémica o por la ocurrencia de la frase, sino por la brillantez del disco. Más maduro, mejor producido, letras que se te clavan como puñales. Redondo. Durante la entrevista, bromean con que los sellos rehúyen decir cuántas copias exactas han venido de los discos, así que los de Punset miden su éxito en camisetas de “Opinión de mierda” vendidas. Tanto, que se plantean dejar la música y montar una especie de Mr. Wonderful, pero al revés: frases de Los Punsetes estampadas en cualquier cosa que encuentren.

“¡Viva!”
(Mushroom Pillow, 2017)

Luis Punsetes y yo nos hicimos amigos gracias a este disco. Le hizo gracia que hubiera sido la única en escribir una crítica negativa, aunque la verdad es que he vuelto a escucharlo algunas veces a lo largo de estos años y no me ha parecido que estuviera tan mal. Y ya lo dije en su día y lo repetiré hasta que muera: “Estrella distante” es la mejor canción que han hecho nunca. De todos modos, mejor o peor, ¿qué importa? Hace tiempo que me bajé de la crítica de discos en términos valorativos. No hay cosa más aburrida de escribir y de leer.

“Aniquilación”
(Mushroom Pillow, 2019)

Como siempre pasa con Los Punsetes, te enamoras de los singles, pero te quedas por todo lo que hay más allá. “Idiota”, “Una persona sospechosa” o “Vas hablando de mí” se han convertido en poco tiempo en algunas de sus canciones más escuchadas, pero es por temas como “Seres humanos”, “La gran bestia” o “Miguel de Molinos” que, tantos años después, seguimos aquí. Dicen que en el próximo disco, que ya tienen grabado, se han pasado al rock progresivo. Veremos. ∎

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