Baco Exu do Blues, fuerza tranquila. Foto: Marta Vilardell
Baco Exu do Blues, fuerza tranquila. Foto: Marta Vilardell

Concierto

Baco Exu do Blues, una fuerza apacible

El rapero y cantante Baco Exu do Blues se ha convertido en un fenómeno de la música brasileña contemporánea. Anoche debutó en Barcelona, en el único concierto en nuestro país de su primera gira europea. Mezcla hip hop, acid jazz, downtempo y soul en un groove que es fondo de seda para envolver unas letras en las que abunda la crítica social, dejando muy claro al mismo tiempo lo que significa ser negro en una sociedad racista y con profundas desigualdades.

Diogo Álvaro Ferreira Moncorvo, alias Baco Exu do Blues, es originario de Salvador de Bahía, donde nació en 1996. Compositor, cantante y rapero, se dio a conocer en 2017 con “Esú”, un primer álbum que, tal como indica su portada, toma el nombre de Jesús. El disco habla de la fe, la muerte, el amor y de diferentes disciplinas artísticas, e incluye un homenaje explícito a Pedro Almodóvar en la canción “A pele que habito”. Con su segundo álbum, “Bluesman” (2018), que incluía temas como “Kanye West da Bahia” o “BB King”, su sonido se sofisticó, ayudándolo a ampliar de manera exponencial una audiencia que valoraba tanto sus rimas como que los beats tienen una profunda conexión con los sonidos autóctonos de Brasil, a la vez que guiñan el ojo al R&B. Una tendencia que se ha vuelto más acusada en el todavía reciente “QVVJFA?” (2022) –tras “Não tem bacanal na quarentena” (2020)–, cuyo título es el acrónimo de “Quantas vezes você já foi amado?”.

Con este bagaje llegó ayer a La (2) de Apolo barcelonesa, que registró una buena entrada con mayoría de paisanos que le hicieron sentir como en casa. Acompañado por DJ, guitarra, teclista y tres coristas, inició el show con el tema que abre su último disco, “Sinto tanta raiva…”, título que es parte de una intro que dice “siento tanta rabia que amar me parece mal” y en cuyas rimas, acolchadas entre soul de terciopelo, dice “me culparam por crimes que não cometi” y “sempre fui maltratado” a la vez que no tiene problema en admitir: “Ter auto estima sendo como eu se tornou pecado / Exu do Blues é vilão, um jovem inconsequente surtado” (tener autoestima siendo como yo se ha vuelto un pecado / Exu do Blues es un villano, un joven intrascendente alucinado).

Será una constante durante el concierto: letras ácidas servidas en un tono mullido, en el que pronto destacarán las tres coristas de marcado matiz soul –Mirella, Aisha y Alma– que, además de tener sus oportunidades como solistas, le llegarán a robar el protagonismo ya desde la segunda canción, “Dois amores”, cuyo estribillo repite “um amor faz sofrer, dois amor faz chorar”. Otro tema nuevo, “Mulheres grandes”, hace también hincapié a ritmo de funk en la dificultad del amor: “Mujeres demasiado grandes / con deseos gigantes / no sirven para ser amantes”.

Las tres coristas de marcado matiz soul –Mirella Costa, Aisha y Alma– que le robaron el protagonismo. Foto: Marta Vilardell
Las tres coristas de marcado matiz soul –Mirella Costa, Aisha y Alma– que le robaron el protagonismo. Foto: Marta Vilardell

Hubo varias repescas de “Bluesman”, empezando por “Me desculpa Jay-Z”, un tema downtempo con arreglo smooth jazz de piano eléctrico y una jocosa letra que habla de los sueños eróticos con Beyoncé que tiene un tipo aburrido y mediocre que desearía ser Jay-Z. En los “Girassois de Van Gogh”, una balada hip hop con solemnidad cercana al góspel, habla de embarazos no deseados y de vidas jodidas. No menos corrosiva es la historia de “Queima minha pele”, tema que grabó con Tim Bernardes y que empieza con estos versos: “Amor, você é como o sol / Ilumina meu dia, mas queima minha pele”. El tono retro incluyó un solo rockero de guitarra culminando “Flamingos”, cuyo sonido exótica y las camisas estampadas de que habla la letra son metáforas del imposible sueño californiano para un no gringo.

De los temas más recientes no faltaron el homenaje a Gal Costa, vía sample, que es el lánguido trip hop “Lágrimas”, ni el último single, el adictivo trap-pop “Hotel Caro”, que ha grabado con la empoderada Luísa Sonza. Tampoco se dejó en el tintero “Samba in Paris”, que en el disco comparte con la drag queen Gloria Groove, otro lento escorado al acid jazz con toques sintéticos y letra trilingüe. La tónica slow total, con rap arrastrado, coros celestiales y piano acid jazz siguió campando en “Cigana”, incidiendo en una fórmula que no tiene nada de innovadora pero resulta sumamente efectiva, tal como reflejó el coreado hit “20 ligações”, con una saudade llena de groove para defender “meu jeito de ser” (mi forma de ser). Tal como dice en “Autoestima”, otro rap-soul de beats muy pausados: “Eu só tô tentando achar / A autoestima que roubaram de mim” (solo estoy tratando de encontrar la autoestima que me robaron). El único momento con tensión callejera llegó en “4 da manhã en Salvador” y su larga narrativa, cuya filosofía se puede resumir así: esperar lo mejor mientras uno se prepara para lo peor. Si a Baco Exu do Blues lo recomienda el maestro Caetano Veloso en “Meu coco”, por algo será. ∎

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