Ha muerto Martí, pionero del cómic underground español

Martí (1955-2024) llevaba prácticamente retirado del mundo del cómic desde los años noventa y no se prodigaba ni en apariciones públicas ni en entrevistas. Un misterio que contribuía a engrandecer la figura de un artista referente del cómic underground en España y venerado también por grandes nombres de la historia internacional como Art Spiegelman o Daniel Clowes. Su obra más universal, “Taxista” (La Cúpula, 1982-1991) –en el número 14 de los 100 mejores tebeos españoles según Rockdelux–, recientemente reeditada en una edición ampliada, resumía sus cualidades como autor. Se trata de un afilado retrato de la España feísta del primer posfranquismo en clave de género negro, protagonizado por un hombre de acción cañí que homenajea al Travis Bickle de “Taxi Driver” (Martin Scorsese, 1976) y dibujado con el “Dick Tracy” de Chester Gould y el “Spirit” de Will Eisner en el espejo retrovisor. La combinación sedujo a Art Spiegelman, quien publicó a Martí en su influyente revista de historieta ‘Raw’ y abrió la puerta a que “Taxista” fuese uno de los primeros cómics underground españoles publicados en inglés. “The Cabbie”, como es conocido en Estados Unidos, sigue siendo un título de culto.

“Underground” es la palabra más recurrente en la carrera de Martí Riera. Durante los setenta del siglo pasado participó en destacadas cabeceras alternativas como ‘Jardín cósmico’, ‘Rock Comix’, ‘Picadura selecta’ o ‘Los tebeos del rollo’. Fue miembro fundador y presencia habitual en ‘El Víbora’, la revista de cómic que sirvió de puente hacia la profesionalidad para autores hoy considerados referentes como Max (Barcelona 1956), Nazario (Castilleja del Campo, 1944) o el también fallecido Gallardo (Lleida, 1955-Barcelona, 2022). El trabajo de Martí en publicaciones como ‘El Víbora’ o ‘Makoki’ se prolongó durante toda la década de los ochenta, que culminó con la recopilación de su segunda gran obra, “Doctor Vertigo” (La Cúpula, 1989), con la que obtuvo el premio a la mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona de 1990. Con el declive de las revistas de cómic, Martí se fue alejando del sector. Realizó alguna incursión en el cómic pornográfico para el sello Colección X de La Cúpula y fue espaciando cada vez más sus apariciones. “Nosotros somos los muertos” (Monograma, 1996), “Ganadería Trashumante” (Ediciones Trashumantes, 1999) y, más recientemente, “La Cruda” (Ediciones ET, 2009-2012), la antología “Marrón” de Autsaider Cómics (2013) o “Lardín” (ECC, 2020) fueron algunas de las publicaciones colectivas en las que el autor fue desperdigando sus últimas gotas de genio. ∎