Álbum

Robin Guthrie

PearldivingSoleil Après Minuit, 2021

La música del compositor y multinstrumentista escocés Robin Guthrie siempre se ha caracterizado por una forma de expresión tremendamente reconocible y personal, desde los ya lejanos tiempos en que ¿lideraba? Cocteau Twins. Dotado de una especie de don para evocar emociones, tuvo una especie de epifanía cuando, a mediados de los 80, conoció al compositor estadounidense Harold Budd, siempre adscrito, contra su voluntad, a la corriente minimalista (que decía no gustarle en absoluto). Ese encuentro con Budd, que ya había publicado sus primeros trabajos en el sello de Brian Eno, Obscure Records, terminaría de marcar definitivamente el carácter intimista de la música de Guthrie, más allá de los discos en los que participaron juntos. El primero de ellos, “The Moon And The Melodies”, se publicó en 1986, y en él también colaboraron Simon Raymonde y Elizabeth Fraser, los compañeros de Guthrie en Cocteau Twins. Dos años más tarde, Guthrie fue el ingeniero de sonido de otro álbum de Budd, “The White Arcades”, pero, curiosamente, aunque su amistad se mantuvo, sus colaboraciones dejaron de producirse hasta que el director de cine Gregg Araki les solicitó que crearan la banda sonora de su película “Mysterious Skin” (2005). A partir de entonces sus caminos se juntaron en numerosas ocasiones: en 2007 grabaron dos álbumes distintos pero complementarios, que se publicaron de forma conjunta, “After The Night Falls” y “Before The Day Break”; en 2011 publicaron “Bordeaux” y “Winter Garden” (este último, con el italiano Eraldo Bernocchi, amigo de Budd), y en 2013 realizaron dos nuevas grabaciones: por una parte, otra banda sonora, la de “White Bird In A Blizzard”, nuevamente para Gregg Araki, que vería la luz al año siguiente, y, finalmente, “Another Flower”, que no se publicaría hasta el 4 diciembre de 2020, en Darla Records, coincidiendo casi con el fallecimiento de Budd, que se encontraba ingresado en un hospital por un derrame cerebral y que moriría el 8 de diciembre del año pasado al haber enfermado también de COVID-19 en el hospital.

Todo este largo preámbulo sirve para explicar la génesis de “Pearldiving”, ya que es el resultado directo de la muerte de su amigo. De hecho, es el primer álbum instrumental que ha creado Guthrie a su nombre desde “Fortune”, publicado en 2012. Indudablemente, el disco es reconocible como “de Robin Guthrie” –las capas y capas de sonido que se empastan en hermosos ecos–, pero tiene un poso mucho más intenso del estilo de Budd, al que da la sensación de estar homenajeando constantemente. Desde las notas suaves y ensoñadoras de “Ivy” con que comienza el disco hasta la desolación que transmite “Castaway” (acertadísimo el título para reflejar la sensación de desamparo que evoca). La única pieza que se sale de las pautas… relajantes (no es la palabra, porque no pretende relajarnos ni relajarse, sino acompañarnos y acompañarse en la tristeza) es “On The Trail Of Grace”, que casi parece una fiesta en el contexto doliente que impregna casi todos los rincones de este disco, en el que podemos destacar otra canción de belleza inmarchitable: “Les amourettes”. Hermoso de principio a fin, este álbum es, sobre todo, la constatación de todo el pesar y todo el abatimiento con que Robin Guthrie y muchos de nosotros hemos transitado por uno de los períodos más desalentadores (por motivos realmente desconcertantes, no evidentes como puede ser una guerra) a los que se ha asistido a lo largo de la historia del mundo. ∎

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