Igual que tampoco me cabe en la cabeza la deriva que ha tomado una noticia que ya salió en la selección de José Manuel Caturla del pasado viernes y que decía tal que así: “El cuarto ex man machine Wolfgang Flür retorna con ‘Times’ invitando a la fiesta, como viene siendo habitual, a una pléyade de invitados, entre ellos Juan Atkins, Boris Blank –de los suizos Yellow–, el repetidor Peter Hook o Thomas Vangarde, que no es sino el ex Daft Punk Thomas Bangalter”. La cuestión es que, según ha destapado ‘Billboard’, Luke Perez (historiador especializado en Daft Punk) pensó desde el principio que todo esto olía a chamusquina y se puso a investigar, topándose con que el primer contacto entre el tal Vangarde y Flür fue cuando el primero abordó al segundo por Facebook en 2023 con el mensaje “Daft Punk nunca habríamos encontrado nuestro estilo robótico sin Kraftwerk. Te quiero, Wolfgang. ¿Me mandas tu disco?”. El tipo se refería al álbum “Magazine I” y, además, porque el morro de algunas personas se extiende hasta el infinito y más allá, se lo pedía firmado. Sorprendentemente, Flür no solo le envió el álbum solicitado, sino que inició un intercambio de mensajes que acabaría formalizando en la aparición de Vangarde en los créditos de dos cortes de “Time”. Alarmado, Perez se puso en contacto con el entorno de Daft Punk para confirmar esta colaboración y, para sorpresa de nadie, los contactados desmintieron el tinglado en cero coma. Así que, nada, acabo de echar un último vistazo a internet y esta noticia sigue sin ser desmentida. Tendremos que admitir que semejante despropósito ha ocurrido de verdad y rezar para que nadie contacte a Flür por Instagram diciéndole que es Michael Jackson y que sigue vivo, que porfa le haga un Bizum.
Lo que no es broma es que “Carrie & Lowell” de Sufjan Stevens cumple 10 añazos… Y no puedo evitar tirar de cliché para afirmar que parece que fue ayer cuando este disco cogió por vez primera mi corazón y lo apaleó y lo pisoteó y lo apuñaló y lo rompió en mil pedazos y los volvió a unir en una única pieza de corazón para volver a apalearlo y pisotearlo y apuñalarlo. Pero no fue ayer. Fue en 2015. Y, para celebrarlo, Stevens se va a marcar una versión ampliada que incluirá siete temas inéditos, un total de 40 minutos nunca antes escuchados entre los que consta algo que me ha hecho saltar el alma: la versión demo de la “Mistery Of Love” que formó parte de la banda sonora de “Call Me By Your Name” (Luca Guadagnino, 2017). Este segundo disco se verá acompañado por un ensayo del propio artista y un libro de 40 páginas con collages de fotos de cuatro generaciones de su familia y amigos, ilustraciones, dibujos y fotos paisajísticas del oeste de Estados Unidos que Sufjan hizo hace más de una década. Permitidme que cierre esta noticia sin apartarme del tono personal y confesional: ¿tengo ya el vinilo de la versión original de “Carrie & Lowell”? Obvio que sí. ¿Estoy ahora mismo tal que así? Pues también.
Abandono por un momento las aguas de lo estrictamente musical para dejar constancia de que, en las aguas de lo cinematográfico, el pasado lunes fue algo así como el Día (no oficial) de Spider-Man. Al fin y al cabo, el 31 de marzo se anunció que la cuarta entrega de la saga se titulará “Spider-Man: Brand New Day”, volverá a estar protagonizada por Tom Holland, estará dirigida por Destin Daniel Cretton y se estrenará el próximo 31 de julio de 2026. Por si esto fuera poco para hacer salivar a los fans del superhéroe, también se anunció que la versión animada de la saga arácnida centrada en Miles Morales por fin estrenará su tercera entrega, “Spider-Man: Beyond The Spider-Verse”, el 4 de junio de 2027. Todavía no hay tráiler de ninguna de las dos películas. Pero saber que están ahí, en el horizonte, obliga a intuir que el futuro próximo tampoco va a estar tan mal.
Regreso a lo musical con la noticia de que Richard Fearless vuelve a poner en el mapa a Death In Vegas con el anuncio de un disco que dará continuidad a “Transmission”, lanzado hace nueve años. Su nuevo trabajo, “Death Mask”, se pondrá a la venta de aquí a un par de meses, y viene con la promesa por parte de Fearless de entregar a los fieles un álbum de electrónica poderosamente analógica. Así sonaba el corte “While My Machines Gently Weep” que se publicó hace un mes. Y así suenan también los más de siete minutazos de la titular “Death Mask”.