“Epilepsia de amor”,
canción del día en Rockdelux, y “Balanza y espada”, y “Golden Retriver“, con el sello de El Genio Equivocado, apuestan tan fuerte en su romanticismo problemático que cabe preguntarse si el plan es seguir así, es decir, manteniendo ese pabellón power pop en modo
high.
“Hay más canciones grabadas, que irán saliendo los próximos meses. Y mientras salen esas grabaremos otras más”, adelantan. También cabe cuestionarse si Pequeño Mal apuntalará en su sonido el guitarreo enérgico del tirón que de inmediato te mete en la historia, o si tenderá hacia el
nuevaolismo chic con la rúbrica de un letrista, Lolo, empeñado en retratar su era a nivel social e íntimo; o si aportará con esos nuevos temas un noise pop moderadamente ruidista y alineado con la nueva oleada guitarrera que va de la
“Generación Carolina” que dijo Juanma Lamet hacia un poco más atrás, es decir… hasta ellos mismos; porque las conexiones generacionales están ahí, como el propio Lamet señala, con tino, en su artículo.
Precariedad emocional y desencanto material como detonantes de un subidón guitarrero:
what a time to be alive, después de todo, qué coño. De momento, y por encima de las etiquetas, el pop de guitarras es la premisa fundamental, sin ser fundamentalistas. Partiendo de la tradición del post-punk con corazoncito, atención a la genealogía que nos meten aquí en medio minuto:
“El pop de guitarras que surge tras el punk, que empieza con los Buzzcocks o Wire, y continúa con The Only Ones, The Records, Rich Kids, XTC o The Soft Boys, ha sido una influencia, sin duda. Ese modo de entender el pop de guitarras, que va de Big Star a Superchunk, está presente, de alguna forma, en las nuevas canciones”. ¿Y qué
feedback les está llegando por parte de los seguidores de Hazte Lapón, si se puede saber?
“De momento nadie parece decepcionado. ¡Y tampoco nadie ha dicho que es el mismo perro con distinto collar! Es buena señal”. ∎