Marianne Faithfull

No sé si “Before The Poison” puede considerarse un disco de Marianne Faithfull. Es tan acusada la personalidad de quienes producen las canciones, escriben las músicas –las letras son casi todas de ella– y tocan los instrumentos que los rasgos de Faithfull se desdibujan. Pero sea de quien sea la máxima responsabilidad, lo cierto es que se trata de un disco excelente. Menos variado que el anterior “Kissin Time” (2002), donde Faithfull cantaba temas de Beck, Damon Albarn, Jarvis Cocker, Étienne Daho y Billy Corgan, entre otros.

Aquí hay cinco producidos y coescritos por PJ Harvey, dos producidos por su colaborador habitual, Rob Ellis, y tres compuestas a medias con Nick Cave y producidos por el propio Cave con Hal Willner, nombre esencial en la trayectoria de Faithfull: le produjo su díptico de recuperación emocional, “Strange Weather” (1987) y “Blazing Away” (1990), orientándola de paso hacia el cancionero de Kurt Weill. Las piezas de Harvey son muy de Harvey, sobre todo “My Friends Have”, por los coros y la guitarra, y “No Child Of Mine”, con esas palmas tan Polly Jean. Las tres de Cave, interpretadas junto a tres Bad Seeds (Martyn P. Casey, Warren Ellis y Jim Sclavunos), rezuman la oscuridad pop del australiano con la tensión del violín, la pausa dramática del piano y ese Hammond tan característico. Las dos restantes marcan distancias: “Last Song”, una balada folk de Albarn, y “City Of Quartz”, luminosa canción cuya música, elaborada con un carrillón y el sonido de varios instrumentos de juguetes, ha sido escrita por Jon Brion, autor de las bandas sonoras de “Magnolia”, “Punch-Drunk Love” y el último filme de Michel Gondry.